Tengo debilidad por ellos, me sirven chicos, grandes, incluso rotos.
Como éste sin fondo que encontré la semana pasada a la vuelta de casa,en un canasto de basura.
Pasé, lo vi, y seguí caminando, pasé a la vuelta y me estaba esperando, así que no pude no llevármelo.
Blanco y con los bordes gastados por el uso, me ahorraba el paso de pintar y lijar.Me pareció tan lindo, aún sin fondo que al otro día ya lo tuve listo y renovado. Usé un recorte de MDF que alguna vez fue pizarra para el fondo.
Un papel divino y retro para forrarlo...
El tirador que traía de origen era una esfera de plástico muy fea, este cajón se merecía algo más lindo.
Enseguida supe que uno de los tiradores de cerámica románticos que compré hace años,era para este cajón.
Parece que estábamos destinados, el cajón me espero a mi en el canasto de la basura y el tirador espero por el durante años.
Un cajón te da siempre muchas opciones de uso,yo te lo muestro como estantería de apoyo al lado de la cafetera.
Si no sos de las que revisan los canastos de basura y contenedores, la próxima mirá con atención, quizás a vos también te espere un cajón al que puedas rescatar,y convertirlo en un estante así de amoroso.
Hasta la próxima!!
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