Los que tiene huerto saben que cuando es tiempo de calabacines... es tiempo de calabacines, no se andan con chiquitas, y es que vienen casi todos a la vez y muchos.
Para los que no tengamos huerto, pues nada, los compramos, a no ser que los que tengan nos regales algunos J y los hacemos rellenos con gambas dándoles luego una capa doradita y crujiente al gratinarlos.
300 gr. de gambas peladas
Aceite de oliva virgen extra
Sal, pimienta, nuez moscada
Hacer la bechamel, con los ingredientes indicados, siguiendo las pautas de Reservar.
Lavar, cortar un poco los extremos del calabacín y partirlos por la mitad a lo largo.
Ponerlos a hervir en agua y sal durante unos 10 minutos, sacar, escurrir bien sobre un paño.
Vaciarlos con ayuda de una cucharilla y cortar esa pulpa en dados pequeños.
En una sartén con un poco de aceite poner el puerro y los ajos picados, el pimiento rojo a dados pequeños, un poco de sal y pochar durante unos 10-15 minutos removiendo de vez en cuando.
Agregar la pulpa del calabacín, pasados 5 minutos poner las gambas peladas troceadas y a los 2 minutos añadir el tomate frito, sal, pimienta negra y estragón.
Dejar que se mezclen los sabores un par de minutos y retirar.
Con esa farsa rellenar los calabacines que se irán colocando en una fuente apta para el horno.
Remover bien la bechamel y napar el calabacín relleno, repartir un poco de queso rallado y gratinar hasta que se dore la superficie, unos 8-12 minutos
Si los calabacines son grandes se parten por la mitad, no hay problema.
** El tiempo de gratinado depende del horno y de donde coloquemos la bandeja, así que es orientativo.
** c/s = cucharada sopera
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