Revista Viajes

Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià

Por Diario De Viaje De Kiana @ViajeKiana

Calella de Palafrugell es otro pequeño y encantador pueblo gerundense que no podéis perderos si hacéis una visita a la Costa Brava.
Llegamos a Calella de Palafrugell a primera hora de la mañana, seguimos las indicaciones a la playa de Canadell y allí aparcamos sin problemas en una zona azul.  Recorrimos la calle que nos separaba del mar y nos situamos directamente en un tramo del Camí de Ronda (ruta de caminos resiguiendo el mar que prácticamente enlazan toda la Costa Brava de Portbou a Blanes) que une Calella con Llafranc viendo como los primeros rayos de sol empezaban a iluminar este mar calmado después de una noche de fuertes tormentas. 
Estábamos en un punto medio del recorrido que queríamos hacer. Si seguíamos el camino a nuestra derecha llegaríamos al centro de Calella y si nos dirigíamos a nuestra izquierda llegaríamos a Llafranc, otro bonito pueblo que no nos queríamos perder y que nos llevaría también al faro de San Sebastián. Decidimos empezar por Calella. 
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
El camino de ronda en este tramo está muy bien conservado, es de muy fácil acceso y es perfectamente apto para ir con niños pequeños. Y lo mejor es que nos deja unas imágenes panorámicas de Calella y su entorno fantásticas. Los amantes de la fotografía no pararéis de hacer cliks con vuestra cámara ya que cada paisaje y cada detalle merecen una foto que quedará guardada en nuestra tarjeta de memoria y en nuestra retina.
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
El camino de ronda termina en la playa y a partir de este punto hay que seguir por las calles de Calella. En seguida llegaremos a una de las zonas más conocida, con las fachadas de las casas blancas y los arcos y soportales que nos dejan ver las barquitas de pescadores que nos relatan el pasado marinero de este pueblo. 
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Es importante no detenernos en este punto y seguir recorriendo las calles del pueblo hasta llegar a una pequeña cuesta que merece la pena subir para llegar a un mirador que nos dará otra perspectiva del pueblo desde el lado opuesto y nos descubrirá nuevas calas de aguas claras, tranquilas y cristalinas que nos invitarán a tomarnos un baño. 
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Desde este punto también vemos el famoso Hotel Sant Roc, el edificio blanco que se ve en la imagen inferior. Si queréis seguir descubriendo calas podéis seguir las calles del pueblo que os lleven hasta el hotel y de allí retomar el camino de ronda que os llevará a nuevas calas escondidas y preciosas. Por otro lado si pensáis alojaros por la zona este hotel puede ser una buena elección aunque encontraréis más opciones en el buscador de hoteles de Expedia
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Es momento de tomar decisiones. ¿Nos damos un baño o seguimos recorriendo el pueblo? Las ansias de conocer más sobre Calella, Llafranc y el faro de San Sebastián ponen nuestros pies en marcha. Así que desandamos el camino andado pero en esta ocasión decidimos hacerlo por las calles interiores para conocer un poco más el centro de Calella. Pasamos por la iglesia y como llevamos un ratito andando y empezamos a tener calor nos refrescamos con un sabroso helado que nos dará energía para el recorrido que nos queda.  
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Nos situamos de nuevo en el camino de ronda y llegamos al punto del camino por el cual hemos accedido a nuestra llegada y en esta ocasión seguimos adelante dejando este punto atrás, en la dirección contraria a la que hemos escogido inicialmentepara llegar a Calella. En poco más de 15 minutos llegamos a Llafranc. De nuevo obtenemos unas vistas fabulosas del pueblo a medida que nos vamos acercando. 
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Una vez en la playa, prácticamente a la mitad del paseo y antes de llegar al puerto, seguimos las indicaciones del Conjunto Monumental de San Sebastián que nos llevará al faro del que obtendremos unas fantásticas vistas de toda la bahía. El trayecto se recorre en una media hora pero hay que decir que el tramo transcurre por calles asfaltadas del pueblo y cuestas muy pronunciadas con lo que no recomiendo llevar a niños pequeños con nosotros. Al faro se puede acceder también en coche, así que si estáis en baja forma o no os apetece andar se puede evitar el cansancio que supone este tramo final.  
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
Una vez arriba sólo podréis disfrutar de las vistas que aparecen ante vuestros ojos. En el caso de que todavía tengáis más energía se puede intentar llegar a Tamariu en aproximadamente una hora más pasando por Cala Pedrosa (casi virgen ya que sólo se puede acceder a ella caminando o en barca) aunque algunas parte de este tramo pueden ser algo más complicadas ya que el terreno es algo más abrupto y tendremos que caminar por encima de las rocas en algunos casos. 
Existe un trenecito que une estas tres poblaciones (Calella, Llafranc y Tamariu) para no tener que desandar todo el camino y hacerlo sólo en una dirección y volver en el tren hasta el punto donde hayamos dejado el coche. 
A nosotros ya sólo nos quedaba volver al punto de partida y empezar a pensar un sitio al que ir a comer ya que el hambre en este momento ya había hecho acto de presencia. Por motivos que no vienen al caso nos fuimos a comer al puerto de Palamós que está situado a unos 19km de Calella. Palamós es otro punto de la Costa Brava mucho más grande, turístico y masificado. Es agradable pero no tiene nada que ver con estos pequeños pueblos de pescadores en los que también podréis comer de maravilla. Si sois amantes del pescado y el marisco disfrutaréis enormemente de cualquier opción gastronómica de la zona.     
Calella de Palafrugell, Llafranc y el Faro de San Sebastià
¿Os venís a la Costa Brava? ;-)

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