Cámara and Acción: El lado bueno de las cosas

Título: El lado bueno de las cosas/Los Juegos del Destino Título original: Silver Linings Playbook Dirección: David O. Russell País: Estados Unidos Año: 2012 Duración: 122 min. Género: Drama, Romance, Comedia Reparto: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver, Chris Tucker, Anupam Kher, John Ortiz, Shea Whigham, Julia Stiles, Paul Herman Guión: David O. Russell
El reconocido cineasta David O. Russell se encuentra de nuevo en el punto de mira de los críticos cinematográficos, con su última película, una adaptación del libro homónimo escrito por Matthew Quick. Conocida a nivel mundial con diferentes nombres como El lado bueno de las cosas o Los Juegos del Destino, siendo más acertado en cuanto al contenido de la película, el primer nombre.  Un film honesto y desinhibido en el cual nos demuestran que ser diferente en uno u otro aspecto, no tiene nada de malo y que debemos apreciar de manera igualitaria a todos, incluyendo a los llamados desadaptados por la sociedad, como es el caso de los protagonistas principales de esta tragicomedia.  
El director y guionista de la película nos sumerge en un mundo donde todos los personajes expresan un poco la locura que llevan por dentro. La película comienza cuando Pat Solitano, interpretado por Bradley Cooper, sale del hospital psiquiátrico donde se encontraba recluido luego de casi matar a golpes al amante de su esposa. Este protagonista que presenta un caso de bipolaridad es un hombre abrumado por sus problemas emocionales, haciendo que la relación con las personas a su alrededor sea complicada y quizás conflictiva ya que le resulta difícil socializar con otros. Cuando Pat conoce a Tiffany Maxwell, en la piel de la hermosa y cada vez mejor actriz Jennifer Lawrence, es el momento en el que se da cuenta de que él no es el único con problemas en la vida, ya que Tiffany ha pasado por una depresión ninfómana luego de la muerte de su esposo. Ambos actores han dado lo mejor de sí mismos para representar estos papeles, en el caso de Cooper, luego de ser fichado por papeles de comedia, le da un giro inesperado a su vida actoral representando a este personaje tan desequilibrado, manteniendo la raya entre la comedia y el drama. Lawrence conocida por su último film “Los Juegos del Hambre” se llegó a pensar que quedaría estancada allí, pero le demostró al público que no sería así, representando su papel con madurez, solidez, versatilidad e imprimándolo de lo necesario para que fuera creíble y aceptado, es por tan excelente trabajo que en la pasada entrega de los Óscar se llevó el premio a Mejor Actriz. Ambos personajes son tan dispares pero a la vez tan perfectos que crean una armonía única.
Los personajes secundarios son una parte complementaria y necesaria en esta película. Robert DeNiro como el padre de Pat es un fanático del fútbol americano así como un obsesionado con la suerte y las cábalas, llevándole esto a ocasionar algunos problemas con todos e impregnar de su locura el film.  Jacki Weaver interpreta a la madre de Pat y hace uno de los papeles más difíciles de toda la película, algo que quizás no se ve a simple vista pero vivir con dos personas de caracteres fuertes, no es simple. Entre el resto de personajes realza la ansiedad que padece Ronnie (John Ortiz) a la que le someten la mujer y el trabajo. Cada personaje tiene la chispa justa y necesaria para encantar y atrapar al público y hacer que nos que se nos fijemos en que este grupo de personas dispares buscan ver el lado bueno de las cosas. Una historia que nos lleva a creer en las almas gemelas y las barreras tan indestructibles que tiene el amor cuando se es verdadero y poderoso.
Un film que no pierde su fluidez en ningún momento, con secuencias organizadas y con  movimientos de cámara, que a pesar de tener ejes focales (el movimiento de manos, la expresión de los ojos, etc.), no se sobreexplotan. Con la música de Danny Elfman, quien sigue demostrando que es uno de los mejores compositores, siendo sublime y hermosa al retratar el día a día de personas tan dispares pero a la vez tan increíbles con sus defectos como seres humanos. La fotografía de Masanobu Takayanagi siempre es acertada y reconocida y que logra estar en el momento adecuado al igual que la correcta edición de Jay Cassidy y Crispin Struthers.
Sin lugar a dudas, una película con un hermoso mensaje, demostrándonos que siempre debemos buscar y ver lo bueno de las personas y de las situaciones que la vida nos depara, sin discriminar o rechazar a nadie en el camino.  Puntaje
5/5