Cambalache España

La crisis nos sacude fuerte, los políticos en su torre de cristal critican lo que hicieron ellos mismos mal o aplican las mismas recetas que antes les parecían insuficientes y nescientes. El pueblo, la tropa, los ciudadanos viven entre la sorpresa en mueca y el rictus de dolor por los recortes, y las trampas, las vivezas y la sensación de ser un gil en manos de una clase dirigente que o bien nos engaña a plazos o nos dice que creamos mientras sus más queridos y allegados, muchos de ellos becadores, llenan sus maletas con sus enseres camino de otras patrias donde el dinero tenga menos miedo.¿Y que hablar de las corrupciones?, nada que se diga es poco. Nada contaron en las elecciones últimas ni en favor de los que perdieron ni en los que ganaron, ¿y quienes se los llevaron? en su bolsillo quedó lo de todos. Todo quedará en nada, desde el eterno robo aletargado y analgesizado por una justicia lentísima hasta el sueño terrible de que nada cambiará ni ahora ni nunca, ni unos, PP; ni otros, PSOE, y sobre todo ninguno hará nada para desmontar el sistema de castas y oligarquía terrible que nos gobierna, nos intoxica el pensamiento y nos corrompe las manos, que son las que sirven para hacer.¿Y el honorable y siempre constituyente pueblo que hace?, sonríe al mal tiempo, busca la manera de ser más listo que los listos, más rufián que los rufianes, pagar menos impuestos, robar si no miran, o si mira un cercano, y pedir éticas ajenas cuando las propias son viga en ojo. Nos engañamos diciendo que los políticos no son como nosotros, son solo lo más granado, lo más estudiado y emancipado de los vivos, pillos y pícaros de la tierra ibérica llamada Hispania.¿Los empresarios, los banqueros, esos emprendedores? Buscan la ganga, la influencia, el beneficio, o bien la carretera y el viento fresco del avión destino a Suiza o a otro paraíso menos turbio. Hablar por hablar, reducir por ganar, pedir mercado o su detención a demanda jugando a un juego que es, también, el del hambre, el deshaucio, y la pobreza para miles. !Que mas da!, !que descalabro!, !que ruido!, y !que maldad!, todo es un teatro macabro, todo resuelto en un mullido sofá. Un tiempo de rugidos de estómago y tristeza de ventanal. Un gobierno aprendiz de mago y un tiempo de vendaval. Una tristeza de tango, un buen puñado de mangos y una calle donde correr. Un signo de amago zambo, un gruñir de ditirambo y un sufrir por no morder (perdón por el pobre soneto oculto) Solo nos queda escuchar tango, o blues, para pensar que todo es igual y todo será así o peor. Más nos meterán la mano en el bolsillo, más nos engañarán en las elecciones, más nos quejaremos y seremos tildados de antisistema y más se repetirá el mismo ritornello. Esto es un cambalache. El cambalache España. Como el tango de Enrique Santos Discépolo, adaptada con gracia en el programa de humor que dio la bienvenida al año 2012 por el humorista Jose Mota. Todo es apariencia, robo y sinvergonzonería. ¿Quien se salva? puede que ni yo siquiera y sino, dejen, la cartera sin cuidado.España, tierra de engaños y engañifas. Recuerdos del día de mañana.

Vínculos:
Cambalache por Joan Manuel Serrat: http://www.youtube.com/watch?v=-K2J1HIRviUCambalache por Andrés Calamaro: http://www.youtube.com/watch?v=jEin5qymPjMCambalache por Pasión Vega: http://www.youtube.com/watch?v=vEQa0_ojTOM
Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.