La oscuridad y la luz son dos polos opuestos y a la vez dos vibraciones que están unidas por la fuerza de nuestra energía. Siendo nosotros seres de luz, seres que nos movemos por la fuerza de la energía, no es tan difícil determinar que de acuerdo a nuestros pensamientos y acciones estaremos inmersos en la luz o en la oscuridad, que las llevamos dentro, y por ello debemos decidir en qué frecuencia queremos vibrar, qué es lo que más nos beneficia, qué nos hace sentir vivos.
Cuando una persona está sumida en la tristeza, odio, rencores, pesimismo, victimismo, está experimentando una gran oscuridad en su vida. Claro que nada la hará sentir bien emocionalmente y hasta físicamente; todo le sabrá amargo, mientras que un ser que está viviendo desde la alegría, el agradecimiento y contemplando las maravillas del Creador, vive en la luz porque decidió deslastrarse de todo aquello que no le hace bien. Ya debes saber que las palabras y los pensamientos son energía, vibraciones que forman puentes espirituales, cargados de emociones e intenciones, positivas o negativas, por ello tú vives creando cada momento de tu vida una realidad de acuerdo a cómo te sientas o a qué estás pensando ¿Qué debemos hacer a diario para evitar cargarnos? Hacer una limpieza energética para que todo a tu alrededor fluya y tus situaciones complicadas encuentren una salida.
Es tiempo de renovar esas energías, es tiempo de transmutar la oscuridad en luz, de esa forma es que puedes hacerte consciente de cada momento Presente, sin dejarte llevar por nada más que por tus emociones positivas que te alentarán a vivir con entusiasmo, a disfrutar de todo lo que este Universo tiene para ti.
Hasta una próxima publicación…
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