Revista Opinión

Caña al hombre

Publicado el 20 marzo 2012 por Jocoma

Siento tener que empezar esta reflexión “dedicada” alhombre, hablando de una mujer; pero así es la vida. Ayer, comentando algunascosas con una de mis hijas, detecté con indignación algo que siempre he tenidomuy presente: El desprecio hacia la mujer por parte del hombre, que le quitacualquier conato de autoestima que pudiera tener. La mujer es como es,y es evidente que es muy distinta al hombre; pero en general, una gran mayoríade hombres, incluso los que dicen que quieren a sus esposas o hijas, humillan ydesprecian con sus comentarios y actitudes a la mujer “a la que tanto quieren”,impidiendoque lleguen a ser verdaderos Seres Humanos. Yo alucino.
Caña al hombreFue allá por el mes de agosto pasado que publicábamosnuestro tercer artículo: “¿Caña a la mujer?” (llevamos ya desde entonces 88,los 100 ya están ahí), entonces PBF y Saris nos “espoleaban” a que hiciéramosuna reflexión pero sobre el hombre, y a lo largo del tiempo Sara Saris (blogSerendipity) nos lo ha recordado en alguna ocasión. Pues bueno, tal y como osprometimos, ya lo tenéis aquí.
Es bien sabido que el factor hormonal (cromosomas mandan) esdecisivo para la configuración de un Ser Humano femenino o masculino, y que determinatoda su existencia. Esto que acaba posteriormente perfilando roles encualquier civilización, nos habla de que no sólo hay diferencias físicas sinotambién psicológicas. Esas pequeñas glándulas que van a lo suyo y que segregan conpiloto automático esas substancias tan necesarias como determinantes, nos marcan.Se trata del sistema endocrino.
Caña al hombreUna de las características del hombre es su agresividad.Esto viene determinado por la cantidad de esta hormona segregada (latestosterona) y que es distinta según la edad. La agresividad tiene comoresultado una actitud ante la vida no sólo más activa, sino de resolución antelos problemas. Como podrás ver nada pues, consciente. No tiene ningún méritopor parte de uno, el ser más alto y fuerte o que en su interior se bombee más omenos de unas determinadas hormonas. Sin embargo la actitud individual de muchoshombres viene a ser como si esa determinación ante los hechos de la vida, lehubiera costado mucho de adquirir y tuviera mucho mérito lo “conseguido”.
El hombre y la mujer son versiones distintas de una mismaespecie, la Humana. Pero es que esto ocurre en cualquier ser vivo dereproducción sexual. Estas dos partes se complementan y ayudan en susobjetivos como especie… hasta que aparece el salvaje inconsciente yabusa de su “superioridad” destruyendo al otro Ser Humano. ¿Cómo pueden ser tanmalas bestias e ir así por la vida?
Caña al hombre¿Es que no se dan cuenta que una mujer sin autoestima no esSer Humano? Claro, hasta es posible “que los hombres hagan como les hacen”; enel trabajo por ejemplo, si han sido despreciados, humillados o ninguneados,luego van a casa y ejercen toda su frustración, su “autoridad” basada en la“razón” de la fuerza. Si uno ha tratado desde siempre de respetar al Ser Humanoque la mujer lleva dentro y ve que algunos hombres aún están en lascavernas; si uno ve la dedicación y el cariño que ha procurado siempretener con “sus mujeres” y luego ve que un impresentable inconsciente destruyelo que tanto ha costado de conseguir… no sólo se indigna, sino que una especiede impotencia le sale desde lo más profundo y una especie de agresividadaparece en su interior. ¿He dicho agresividad? Pero si yo ya no tengo tanto deeso… Pues algo debe quedar. Reventaría a aquellos hombres que con suagresividad y falta de comprensión, destruyen la autoestima de otros seres desu especie y que es posible incluso que, humanamente, valgan cienmillones de veces más que él.
Caña al hombre
¿Será esto lo peor que tiene el género masculino de laEspecie Humana, o aún tiene más cosas? ¿Por qué no nos das una pista y puedeque volvamos a incidir sobre esta “cumbre de las cumbres” de lo existente? Deesa manera podremos seguir dando caña a ese ser “enorme”. Ya sé que no todosson igual, pero a lo peor unos tienen más y otros menos. Que puede que todostengamos algo, vamos.


Hombre, dale caña a aquella parte de ti que te mantieneinconsciente del daño que haces a “tus seres más queridos”. Escucha conatención a tu mujer y tus hijas que seguro tienen mucho que decir.Caña al hombre

Juan-Lorenzo[email protected]                                           Más artículos sobre Humanismo

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