Cáncer y veneno de escorpión azul

Algunas de las terapias contra el cáncer que surgieron a fines del siglo XX tienen la ventaja de ofrecer excelentes resultados sin los inconvenientes que pueden llegar a generar los abordajes clásicos (como la radioterapia y la quimioterapia). Ese ese el caso, justamente, del tratamiento que se hace con veneno de escorpión azul. Esta terapia, utilizada en Cuba desde hace más de una década, ha mostrado muy buenos resultados en la práctica aunque carezca del rigor científico de otro tipo de métodos anti-cáncer.

El veneno de escorpión azul es reformulado en una preparación que recibe el nombre de Escoazul y ya es administrada en distintos países del mundo. El escorpión azul es una particular especie de esta familia de artrópodos que solo crece en algunas islas del Caribe. Solo en Cuba, por otra parte, hay 32 especies de escorpiones diferentes. La clave del éxito terapéutico del veneno de escorpión azul reside en la inhibición de proteasa (una de las enzimas que actúa como membrana para impedir la destrucción de las células cancerosas en el organismo). Al bloquear la acción de esta enzima en particular se consigue detener la formación del tumor de manera casi instantánea.

Si bien la terapia de veneno de escorpión azul es de una gran efectividad tiene un punto en contra: es necesario administrarla de manera permanente para conseguir los resultados deseados. Varios pacientes, diez años después del tratamiento inicial aún siguen tomando el remedio a base de veneno de escorpión azul de forma preventiva (de lo contrario hay altas probabilidades de que el tumor vuelva a desarrollarse como antes). La comunidad médica tradicional, por lo demás, aun no acepta de manera unánime los beneficios de esta nueva terapia. Si bien hay algunos pocos que se manifiestan en contra o se muestran escépticos, cada vez más especialistas la recomiendan por el hecho de que no tiene ningún tipo de efecto secundario asociado.