Caperucita Roja y el Crowdfunding

Llevo tiempo para hablaros de mi primera vez con el Crowdfunding. Desde que oí hablar de esta forma de financiación me pareció muy interesante. El crowfunding se puede traducir como Micromecenazgo: es decir, un proyecto se financia a base de pequeñas aportaciones de muchos colaboradores, generalmente esa red de colaboración se crea en internet. En la web hay muchas plataformas en las que se exponen las ideas y la gente apuesta por ellas, o no. A mi me gusta mucho Verkami, que centra su actividad en proyectos creativos, en artistas emergentes, en cosas preciosas....
Pero mi primera colaboración como Crowdfunder (se dirá así????) no ha llegado hasta finales del año pasado, (como nos resistimos a lo nuevo...) cuando descubrí el proyecto de Cuatro Tuercas Érase dos Veces.
Se trataba de reescribir los cuentos clásicos, cambiando los patrones, los roles sexistas y el punto de vista paternalista propio de otras épocas de la que suelen adolecer los clásicos. Me encantó la idea, todos en mayor o menor medida hacemos lo mismo en casa cuando narramos historias a los peques, actualizarlas, hacerlas más útiles, reestructurar el dudoso sistema de valores, sobre todo en cuanto a perspectiva de género. Y me lancé...
Para los que aún no hayáis participado en ninguna iniciativa de este tipo os animo, de verdad. Concretamente mi colaboración ascendió a 20 Euros a cambio obtuve un libro de Caperucita Roja super divertido y original en cuyas páginas finales figuran los nombres de mis niños como colaboradores, una bolsa tipo tote bag, (de la que no me separo cuando no voy con el bolsón cerrado de los pañales), un marcapáginas y un broche de Caperucita, sin contar con lo gratificante de la experiencia, que al final es el aspecto más importante.
Por que gracias a tu aportación lo que era una buena idea ha visto la luz, es una realidad, y contribuye a que el mundo sea un poco más bonito, un poco mejor. Te sientes genial.