Revista Viajes

Capri, la isla eterna

Por Mteresatrilla
Capri, Isquia y Procida son las tres islas del Golfo de Nápoles. Ischia, la más grande, no la conocemos y a Procida ya le dediqué una entrada hace algunos meses (ver aquí). Hoy os explicaré lo que hicimos en Capri, la más conocida de las tres a nivel internacional.
Su fama no es de hace cuatro días, puesto que ya fue el lugar escogido por la élite romana para construir sus segundas residencias. Para el emperador Augusto fue lugar de descanso pero su sucesor, el emperador Tiberio, se instaló allí de forma permanente y desde el año 27 hasta su muerte en el 37 gobernó el Imperio a distancia desde Villa Jovis, donde residía.

Capri, la isla eterna

Llegada a la Isla de Capri. Marina Grande


En el siglo XIX fue centro vacacional de escritores y artistas donde encontraban su inspiración, pero no fue hasta los años 50 del siglo XX cuando su popularidad se multiplicó como destino de la llamada jet set, vocablo que se ha desvirtuado mucho desde entonces, pero que tiene su origen en aquella época. Diferentes películas y canciones de éxito contribuyeron a darla a conocer internacionalmente.
Quizás hoy en día ya no es lo que fue y otros destinos mediterráneos la han desplazado como rincón preferido de ricos y famosos, sin embargo sigue recibiendo millones de turistas cada año ya que es una escala de muchos de los grandes cruceros que navegan por el Mediterráneo. Además se puede llegar fácilmente desde Sorrento o desde Nápoles, una excursión ideal para ir a pasar el día.
ORIGEN DEL NOMBRE:
Como acostumbra a suceder en estos casos, las diferentes versiones son de lo más variado y todas ellas con cierta lógica. La más popular es que Capri deriva del vocablo romano Capreae, lugar de cabras. Otras versiones defienden que su origen es griego, Kapros (jabalí) o etrusco, Capra (terreno de sepultura). Según Estrabón, historiador y geógrafo de la antigüedad, vendría de Kapreae (isla de las piedras).

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Las cabras de Capri, posible origen de su nombre


COMO LLEGAR:
Es muy fácil llegar a la Isla de Capri ya sea desde Nápoles o desde Sorrento.
Desde Nápoles:
Varias compañías ofrecen el servicio ya sea en ferry (traghetti) o en hidroplano (aliscafo). Las compañías que operan son SNAV, NLG, Caremar, Alicost y Alilauro, con precios similares y frecuencias que varían según la época del año, reduciéndose el servicio durante los meses de invierno.
Los hidroplanos (aliscafo) parten de Molo Berverello, frente al Castel Nuovo. Son más caros que los ferrys pero más rápidos.Nos costó 20.5€ por persona (abril 2015) sólo ida y tardamos aproximadamente 1 hora en llegar. Los ferrys (traghetto) salen de Porta di Massa, al otro lado de Molo Berverello.
Desde Sorrento:

Desplazarse desde Sorrento es la forma más rápida, sólo se tarda 20 minutos en llegar a la isla desde esta localidad de la Costa Amalfitana y las frecuencias, sobretodo en verano, son muy elevadas.El regreso lo hicimos en aliscafo Capri-Sorrento. Precio: 16.80€ por persona.
Desde otros puntos del Golfo de Nápoles, como Salerno o la Isla de Ischia, también operan diferentes compañías, aunque con menor frecuencia.
NUESTRA RUTA DE UN DÍA POR CAPRI:
La isla es pequeña, unos 10.5 kilómetroscuadrados de superficie y 17km de perímetro y los servicios se centran en sus dos núcleos de población bien diferenciados, CAPRI y ANACAPRI.Aunque lo ideal sería dedicarle un par o tres de días, en una jornada bien aprovechada nos podremos hacer una idea bastante buena. La isla me pareció muy agradable, limpia y bien cuidada, llena de flores y con pequeños campos de cultivo donde predominan los limoneros.

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Este fue nuestro recorrido (clicar sobre el mapa para ampliar):


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MARINA GRANDE

Es el puerto principal de la isla y punto de llegada. Es una zona muy animada gracias al ajetreo que conlleva el ir y venir continuo de los barcos. Está lleno de cafés, heladerías y tiendas de recuerdos donde la gente aprovecha los últimos minutos para comprar antes de abandonar la isla.
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Desde Marina Grande hasta la localidad de Capri se puede ir en funicular, autobús, taxi o andando.

El funicular sale aproximadamente cada 15 minutos (con frecuencia más elevada en horas punta y en temporada alta) y el trayecto dura tan sólo 3 minutos. El billete cuesta 1.80€ y se compra en la oficina antes de subir.También hay un servicio regular de minibuses que hacen el trayecto Marina Grande – Capri, tarda unos 10 minutos y cuesta lo mismo que el funicular.

Si por el contrario nos apetece caminar, subiremos por las escaleras de la cuesta de San Francisco.
CAPRI
Es la localidad más importante y más animada de la isla. El funicular te deja en pleno centro, en la Piazza Umberto I, más conocida como la Piazzeta, llena de terrazas donde se deja ver la gente guapa, especialmente en las noches de verano.

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Capri, la localidad más importante de la isla del mismo nombre

Destaca la Torre del Reloj y la Iglesia de San Stefano, donde cuatro mujeres de avanzada edad están rezando el rosario ajenas al bullicio exterior. En su interior se conservan unos mosaicos romanos que proceden de Villa Jovis.

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Torre del Reloj y estación del funicular en La Piazzeta. Capri


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La Piazzeta. Capri

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Da gusto caminar  por las calles estrechas del centro medieval de Capri, algunas cubiertas con arcos y con las paredes encaladas.

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Calle de Capri


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Capri

Desde la Piazzeta seguimos por la Via Vittorio Emmanuelle II en dirección a los Jardines de Augusto.En el camino, antes de llegar a los jardines, se encuentra la fábrica artesanal de perfumes La Carthusia. Según la leyenda se elaboran desde 1380 pero los datos históricos cuentan que en 1948 el prior de la Cartuja creó la fórmula y, con permiso del Papa, la reveló a un químico de la región del Piamonte que creó un pequeño laboratorio de perfumería. Junto al gran alambique, el personal invita muy amablemente a entrar. No es la única fábrica de perfumes que hay actualmente en la isla pero sí la más antigua.


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Hotel Relais La Palma en Via Vittorio Emanuelle II. Capri


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Perfumes La Carthusia. Capri

Los Jardines de Augusto (1€) son pequeños pero están bien cuidados y es uno de los mejores miradores de la isla desde donde se puede ver el pequeño puerto de Marina Piccola y las famosas rocas llamadas Farallones (faraglioni), todo un símbolo de Capri.


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Jardines de Augusto. Capri


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Jardines de Augusto. Capri


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Jardines de Augusto. Capri


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Jardines de Augusto. Capri


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Jardines de Augusto. Capri

Los farallones son tres islotes: elFaraglione di Terra o Saettaunido a la isla, elFaraglione di Mezzo o Stellaque es el que tiene una cavidad y elFaraglione di Fuora o Scopoloque es el que está más alejado de la costa y donde habita el lagarto azul(coerulea Lacerta faraglionensis).

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Vista de los farallones desde los Jardines de Augusto


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Desde los jardines, se puede coger la Via Krupp que serpentea pegada al acantilado, cuesta abajo hasta el mar. Esta calle se construyó en 1902 y son 100 metros en zigzag que unen la Cartuja de San Giácomo y los Jardines de Augusto hasta Marina Piccola. El nombre viene del ingeniero y mecenas alemán Alfred Friedrich Krupp
La Cartuja de San Giácomo (4€) se empezó a construir en el año 1371 por orden del conde Giacomo Arcucci en unos terrenos que habían sido donados por la reina Juana de Anjou. Es un ejemplo de arquitectura local aunque ha estado varias veces reconstruida. Desde 1975 alberga el museo dedicado al pintor Kart Diefenbach.

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Cartuja de San Giácomo. Capri


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Cartuja de San Giácomo. Capri


Capri y la moda:
Las calles estrechas de Capri están llenas de glamour y sus tiendas de moda contribuyen a ello. Sus precios prohibitivos no impiden detenerse en los escaparates decorados con buen gusto y que hacen honor a varias mujeres que han sido iconos de la moda. 
¿Os suenan los pantalones capri? Se trata de pantalones ajustados y por encima del tobillo que revolucionaron la moda a finales de los años 50. Yo los he llamado siempre pantalones piratas o pitillo, pero en Capri me enteré que se llaman también pantalones capri o simplemente “capris” gracias al descubrimiento de la modelo Gloria Sachs durante su luna de miel en la isla. Nacieron como una prenda informal pero cuando los empezaron a usar Audrey Hepburn o Brigitte Bardot se convirtieron en un símbolo de elegancia.  
Otra prenda que seguro veremos son las sandalias Canfora, que se elaboran de forma artesanal en la isla desde hace años. En una tienda de la Piazzeta, las fotos expuestas de Jacqueline Kennedy muestran que fue una cliente habitual. A pesar de que las usaban Grace Kelly, Liz Taylor, María Callas y otras celebrities de la época, fue Jacqueline Kennedy quien las popularizó a principios de los años 60.
ARCO NATURAL Y VILLA JOVIS
Desde Capri caminamos hacia el Noreste siguiendo las indicaciones que llevan al Arco Natural y a la Villa Jovis.
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A medida que nos alejamos del centro, las calles se convierten en caminos donde ya no se ven comercios, sólo villas, algunos huertos, bosque mediterráneo y gatos dóciles que se dejan acariciar mientras ronronean. Llega un punto donde se divide el camino y vamos primero a ver el Arco Natural. Hay una buena caminata pero merece la pena porqué el camino se hace muy agradable.


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De camino al Arco Natural


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Villas. De camino al Arco Natural


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La mayoría de villas tienen el nombre en cerámica


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El Arco Natural es lo que queda de una gran gruta y se trata de un agujero hecho por la erosión del mar, muy parecido al que se puede ver en Malta o en otros destinos costeros.  

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Arco Natural


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Desde el mirador del Arco Natural

Volvemos por el mismo camino hasta llegar a la intersección y seguimos hasta Villa Jovis. El cartel que hay delante de la pequeña iglesia de San Michele indica que desde ese punto hay 45 minutos. A pesar de que es todo cuesta arriba, creo que han tirado muy largo. A un buen ritmo se puede hacer perfectamente en 20-25 minutos.

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De camino a Villa Jovis


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De camino a Villa Jovis

Villa Jovis (2€) significa Villa Júpiter y a pesar de su mal estado, es la mejor conservada de las 12 villas imperiales romanas que había en la isla, según recoge en su obra el historiador romano Cornelio Tácito.El emperador Tiberio, un hombre solitario, misógino y a quien no gustaba hacer vida social, se retiró en su palacio desde donde gobernó el Imperio Romano durante diez años, del 27 al 37 dC.Aunque tenía varias villas, Villa Jovis era su palacio-fortaleza donde residía a 334 metros sobre el nivel del mar con unas vistas increíbles frente a la península de Sorrento. Parece ser que se retiró a Capri por temor a ser asesinado.


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Ruinas de Villa Jovis

Se encuentra en ruinas pero con un poco de imaginación se puede entender como vivía el emperador.El problema fue para los arquitectos y por la dificultad de hacer llegar el agua. Se construyeron unas inmensas cisternas donde se acumulaba el agua que servía para el uso doméstico y para regar. Está distribuido en forma de terrazas. En la parte más baja se encontraba la zona termal, después las estancias del servicio y en la parte más elevada, las estancias del emperador y los suyos.


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Ruinas de Villa Jovis


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Ruinas de Villa Jovis

A la entrada junto a la taquilla, está el llamado “salto de Tiberio” desde donde, según la leyenda, el emperador arrojaba a sus amantes y a todo aquél que se le antojaba. Al sur del edificio principal hay restos de un faro que se dice utilizaba el emperador para comunicarse con el resto del Imperio, ya fuera con fuego, reflejos del sol o señales de humo.

Regresando de Villa Jovis, merece la pena perder quince minutos en el Parque Astarita. Se trata de un parque municipal que cuida un señor mayor argentino y nos invita a entrar ya que, según dice, hay unas buenas vistas. Nos comenta que los lunes tiene cerrado pero que siendo lunes de Pascua, la Pasquetta para los italianos, ha abierto pensando que acudiría gente. Le hacemos caso y entramos. No cobra entrada pero tiene un plato esperando una propina. Más que un jardín, es un bosque de pinos, no tendría ningún interés si no fuera por las vistas.
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ANACAPRI
Es la segunda localidad de la isla. El trayecto en minibus desde Capri cuesta 1.80€.
Damos una vuelta por sus calles, bastante más tranquilas que las de Capri. En la Piazza San Nicola, encontramos la Iglesia de San Michele, donde destaca el pavimento de cerámica (riggiole) de 1761, en el que se muestran diferentes escenas como la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, flores, animales fantásticos, etc

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Iglesia de San Michele. Anacapri


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También nos llama la atención la Casa Rossa, actualmente un centro cultural. Construida por el coronel americano JC Mackowen entre 1876 y 1899 entorno a una torre del siglo XVI donde, según la leyenda, los habitantes de Anacapri encerraban a las mujeres cuando iban a trabajar al Arsenal de Nápoles.Su fachada de color rojo granate es muy peculiar, con una mezcla de estilos.

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Casa Rossa. Anacapri


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Casa Rossa. Anacapri

Desde la Piazza Vittoria se puede coger un telesilla (10€) para subir al Monte Solaro, el punto más alto de la isla. La interminable cola hizo que cambiáramos de idea y nos quedamos sin ver las vistas de los Golfos de Nápoles y Salerno desde sus 589 metros.Otra opción es subir caminando partiendo de la Piazza Vittoria, Via Capodimonte, seguir por Via Monte Solaro y tomar el sendero que lleva a la cima en unos 20 minutos.


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Telesilla al Monte Solaro


La Via Cappodimonte es una bonita calle comercial con varias tiendas de recuerdos, perfumes cítricos y el famoso licor limonetto.
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Una visita muy interesante es la de la Villa San Michele (7€). La construyó el médico sueco, también escritor y coleccionista Axel Munthe sobre una antigua villa romana que también habría pertenecido al emperador Tiberio. Pertenece a una fundación y a parte de estar abierto a las visitas, en verano se celebran conciertos en su jardín.


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Villa San Michele. Anacapri


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Villa San Michele. Anacapri


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Villa San Michele. Anacapri


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Villa San Michele. Anacapri

Se visitan las diferentes estancias de la casa, cocina, comedor, habitaciones, con cantidad de antigüedades de la colección de Axel Munthe pero lo más bonito son los jardines, decorado con numerosas obras de arte, arcos, columnas, bustos, incluso una esfinge.


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Villa San Michele. Anacapri


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Villa San Michele. Anacapri


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Villa San Michele. Anacapri


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Vistas desde la Villa San Michele. Anacapri


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Villa San Michele. Anacapri


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Galería de la esfinge, Villa San Michele. Anacapri


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Galería de la esfinge, Villa San Michele. Anacapri


ESCALERA FENICIA
Desde la Villa San Michele bajamos por la llamada SCALA FENICIA que comunica Anacapri con Marina Grande. A pesar del nombre, fueron los primeros colonizadores  griegos quienes la construyeron y hasta 1877 fue la única vía de comunicación entre Anacapri y Marina Grande. El sendero tiene 800 peldaños, no los contamos pero eso he leído.

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Escalera fenicia


GRUTA AZUL o GROTTA AZZURRA
Es uno de los mayores atractivos de la isla y fue una pena no poder visitarla.Sólo se puede acceder aquellos días en que el mar está en unas condiciones óptimas (unos cien días al año de media) y desafortunadamente no acertamos el día.La gruta tiene 60 metros de largo por 25 de ancho y la boca de entrada es muy pequeña, por lo que hay que entrar en barca de remos y agachar la cabeza (2 metros de ancho x 1 metro de alto).Se trata de una gruta que se ha formado por la erosión del mar sobre las paredes calcáreas de los acantilados. Su belleza está en el juego de reflexión y refracción de la luz que entra a través de una abertura bajo el nivel de la superficie, mostrando un color turquesa tanto en el agua en las paredes y bóveda de la gruta. Para ver este efecto, la mejor hora es de las 12 hasta las 2 de la tarde.En su interior se han encontrado algunas estatuas romanas, por lo que se cree que en  la antigüedad podía tratarse de un lugar sagrado.
Se puede llegar:Tour en barco desde Marina Grande.Desde Anacapri, en minibús o caminando 3.5km.

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Parada de autobús a la Gruta Azul y al Faro. Anacapri


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