Revista Cine

Cápsulas de filmin: "La Herencia del Viento"

Publicado el 30 octubre 2012 por Fimin

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En una época como la que vivimos, donde la lectura de más de tres párrafos en la pantalla del ordenador parece ir contra la velocidad del progreso, Ariel Fernández Verba realiza la segunda entrega de esta serie semanal sobre cine encapsulado que no sólo busca las mil caras tras el movimiento filmado, sino también el ojo cómplice de quienes, sugestionados por la propuesta, saben que el cine es algo más que la verdad de otros. En esta ocasión, una revisión del film "La Herencia del Viento" de Stanley Kramer con Spencer Tracy y Gene Kelly.

"Cuando el centro narrativo de la historia es un tema como la controversia entre la fe y la ciencia, los protagonistas suelen desvelar bastante pronto la ideología que profesan o el lugar que ocupan con respecto a la trama. Así, por ejemplo, nos encontramos con el religioso intransigente y el ateo militante, el parroquiano convencido, el profesor de libre pensamiento y toda una serie de posturas que dibujan el ring donde parece haber una sola esquina para dos convicciones. 

Cuando Stanley Kramer llamó a Gene Kelly para el papel de Hornbeck, periodista ateo de frívola digestión, se estaba apostando por uno de los papeles más complejos de la trama, aquel que representa la conciliación animal de la palabra, aquel que hizo de la razón un perfil a su imagen y semejanza, y entonces el doble sentido de la expresión que todo lo ridiculiza, con el peso de la verdad es cierto, pero también del cinismo.

El hombre que apostó por la crítica de todo y de todos como único método para ser él, o mejor dicho, para no ser los demás (que ya es bastante), un mundo basado en la opinión como punta de lanza, la estética del conflicto como único acercamiento posible a eso que no es él, pero que sabe que debe estar ahí para serlo.

De ahí quizás, ese tufo malavenido de altares sin Dios pero de idéntica ceguera.  

Al fin y al cabo, él no es más que otro personaje atravesado por el deseo insaciable de inmortalidad, disfrazando de esperanza lo que en verdad es miedo, un mortal que se defiende atacando pero que al mismo tiempo comprende que hablar de lo demás es, por encima de todas las cosas, hablar de sí mismo".


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