"Caraval" de Stephanie Garber

Sinopsis

Recuerda, sólo es un juego...

Scarlett Dragna nunca ha abandonado la pequeña isla en la que ella y su hermana Tella viven bajo la vigilancia de su estricto y cruel padre. Desde hace años Scar sueña con asistir a la celebración anual de Caraval, unos legendarios juegos que duran una semana y en los que la audiencia participa para ganar el Gran Premio. Caraval es magia, misterio y aventura. Y para Scarlett y su hermana representa la libertad y poder huir de su padre. Ahora que está a punto de casarse con un hombre al que nunca ha visto, Scar cree que su sueño nunca se cumplirá. Pero justo dos semanas antes de la boda recibe las tan ansiadas invitaciones a los juegos.

Sin embargo, una vez allí nada sale como espera: Legend, el Maestro de Caraval, secuestra a Tella y Scarlett se verá obligada a entrar en un peligroso juego de amor, sueños, medias verdades y magia en el que nada es lo que parece. Real o no, sólo dispone de cinco noches para descifrar todas las pistas que conducen hacia su hermana, o ésta desaparecerá para siempre...

Encuadernación: Tapa dura

Llevaba tanto tiempo viendo este libro en librerías que, incluso sin llamarme la atención la sinopsis, decidí darle una oportunidad. Aunque la historia en sí no me parecía interesante, tengo que confesar que la portada me pareció muy bonita y eso, unido al hecho de que en la historia había magia, hizo que tomase la decisión de leerlo.

En primer lugar, me gustaría señalar que me ha resultado muy corto: yo soy un lector más bien lento y en apenas cuatro días me he ventilado Caraval, lo que es inusual en mis hábitos lectores. No sé si achacar esto a que tenía ganas de poder reseñarlo o que realmente he disfrutado la historia, pese a que no me haya quedado un regusto de disfrute.

Esta historia empieza con las cartas que Scarlett, la protagonista, ha estado enviando a Legend, el Maestro de Caraval. En ellas, a lo largo de cinco años, pide a Legend que vaya a la isla en la que ella vive, ya que ella no puede ir a donde está Caraval. Ahora bien, ¿qué es Caraval? Caraval es, en esencia, una yincana: los jugadores tienen que seguir una serie de pistas para encontrar algo. Caraval es como una feria: cada año, la compañía de Legend se desplaza y monta Caraval en un sitio distinto. Este año (en la historia), Caraval se celebra en la Isla de los Sueños. En dicha Isla se encuentra una ciudad que constituye todo el escenario de los juegos.

Además, en Caraval hay magia. Una de las reseñas que leí de Caraval lo comparaba con "Alicia en el País de las Maravillas", y aunque en ese momento esa comparación no me dijo nada, después de leerlo puede confirmar que es perfecta. En el mundo que Stephanie Garber ha creado existe la magia, cierto, pero no en el sentido de magos y magas con varitas, o de personas que pueden hacer cosas invocando a dioses y otros seres sobrenaturales. La magia de Caraval recuerda mucho a la magia del País de las Maravillas: vestidos que cambian de color y estilo según el estado de ánimo de la persona que lo lleva, luces que se encienden y apagan solas, habitaciones y/o recintos que infunden esta o aquella emoción en las personas que se encuentran en ellos, luces que parecen tener vida propia, pócimas con efectos mágicos, caminos que cambian y cada vez llevan a un sitio, sueños que permiten ver el pasado, etc. Cuando nos explican cómo es que Caraval tiene magia, dicen algo que permite intuir que esa magia puede existir en más sitios, pero no creo que, si el libro tiene continuación, se dedique más tiempo a explicar cómo funciona la magia y/o como se puede crear.

Scarlett ha crecido fantaseando con ver Caraval alguna vez, estando su fantasía alimentada por las historias que contaba su abuela, que pudo asistir una vez que Caraval fue a las islas de Trisda. Durante muchos años, ha sido incapaz de moverse de su isla, donde su padre, un maltratador abusivo, las tiene sometidas a ella y a su hermana Donatella. A unos días del compromiso concertado de Scarlett, Legend contesta finalmente, ofreciendo a Scarlett tres invitaciones: dos para Scarlett y Donatella y una extra para el prometido de Scarlett. Nada más saber de las cartas, Donatella quiere embarcarse y dejar atrás su vida anterior y a su padre, mientras que Scarlett solo quiere ir a ver Caraval un día y volver, para que su padre no sepa que se han ido.

Con la ayuda de Julian, un marinero que estaba de paso en Trisda y que había tonteado con Donatella, las hermanas llegan a Caraval, primero Donatella y después Scarlett. No obstante, cuando Scarlett llega a Caraval, Donatella no está por ninguna parte: de alguna manera, Donatella se ha convertido en el objeto que hay que encontrar en el juego de ese año. A través de cinco pistas, Scarlett tiene que encontrar a su hermana a tiempo para poder volver a su isla y asistir a su casamiento, salvo que quiera enfrentarse a la ira de su padre.

El escenario de Caraval es toda una ciudad conectada por canales de agua donde las reglas son sencillas:

• Durante el día, todos han de permanecer en sus alojamientos. Solo se puede salir a la calle por la noche.
• No tomarse demasiado en serio lo que vean, ya que el juego juega con las personas.

A lo largo de las distintas noches que dura el juego, Scarlett, apodada Crimson por Julian (siendo ambos nombres tonos de rojo en inglés), tendrá que rastrear la ciudad en base a pistas encontradas para poder dar con su hermana.

Me gustaría destacar el uso de los colores que ha hecho la autora a lo largo del libro. No solo los edificios y los vestidos parecen tener unos colores con vida propia, sino que Scarlett nos habla de sus emociones describiendo cada una de ellas con un color asociado. Ella siempre ha sentido y visto sus emociones en forma de colores, y este recurso me ha parecido super original.

Aunque la parte de la búsqueda de Donatella me ha gustado, y el final me ha dejado con ganas de más, la trama Crimson-Julian no me ha gustado nada. Me ha parecido tan típica y tan llena de clichés que casi podía predecir lo que iban a decir o hacer. Tenemos a Scarlett, una chica que por su pasado tiene miedo a confiar en otras personas que no sean su hermana, que va a casarse con un desconocido para llevarse a su hermana lejos de su padre, y por otro lado tenemos a Julian, que resulta que es un marinero extremadamente atractivo, que hace como que no le importa nada más que él. En el momento en que Scarlett dice al principio que Julian no le gusta, ya sabes que te vas a tragar una trama romántica de manual. Aunque las descripciones de las sensaciones de Scarlett te dejan meterte en la historia y cuando por fin se besan (esto no es ni spoiler porque se ve de venir) te alegras por Scarlett, no deja de ser altamente predecible toda su relación.

Una cosa que tampoco me ha gustado es que tenemos a muchos personajes y todos parecen saber algo que los deja por delante de nosotros, todo son tramas a espaldas de otros, creando al final una madeja de planes ocultos que, pese a ser compleja, no es algo que transmita inteligencia o que haga sentir al lector como que está siguiendo un hilo de tramas complejo pero elegante. A lo largo de los años he terminado sintiendo frustración por esas tramas que buscan resultar astutas a base de combinar secretos dentro de secretos dentro de secretos.

Con todo y eso, ha sido un libro que me ha durado cuatro días y me quedo a la espera de la secuela que debería salir el año que viene.