Carles Bosch de la Trinxeira (2), unos breves comentarios

Hace unos cuantos días me encontré en la portada de la revista L’Avenç el retrato de Carles Bosch de la Trinxeria que figura bajo estas líneas. Ya conocemos a este personaje sobre el que articulé unas cuantas historias en este artículo. En su interior figura un interesante artículo, firmado por Jaume Massó i Torrents (creador, juntamente con Joaquim Casas i Carbó, de la tipografía de L’Avenç, que fue un referente ideológico y cultural del país), titulado UNA VISITA, en el que explica todas sus experiencias surgidas en la visita que le realizó en La Junquera, quedando impresionado por la atención recibida y con la franqueza que desde el primer momento observó en Bosch. No hablaron concretamente de ajedrez, sino de todas las vivencias relacionadas con la escritura en general y el excursionismo.

Carles Bosch de la Trinxeria
(Foto: L’Avenç nº 10, 31 de octubre de 1890)
Es evidente que no resultaría oportuno relatar aquí cada una de estas cuestiones, puesto que lo que nos interesa es el ajedrez. Y esto es lo que voy a hacer, pero en esta ocasión sí que tiene algo que ver con la literatura o, mejor dicho, con lo mucho que a Bosch le gustaba escribir a todos sus amigos y también sobre cualquier cosa que tratase de ajedrez y su divulgación. No trataré aquí de realizar un extenso artículo, sino únicamente comentar una pequeña anécdota sobre este personaje que tanto aportó para el desarrollo del ajedrez.
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