La tierra es un espejo
Una marcha del agua con su olfatoUn aroma extendido
Un puente
Un salto
Una lejanía abandonada
Un agua altiva
Una franja de acero
Tránsitos y multitudes que se cruzan y que nunca se van a conocer
Direcciones en calma
Un cuerpo en el ámbitoUna ciudad que se forma mientras la otra sube por su calle cansada
Escucha una voz mientras has de llegar
Vas a subirA entrar sin descansar en compostura según sus sonidos
A sus cuencas profundas por una tentación de luz
Mirar por todo el cuerpo tirar de mi aliento alucinar con mis ojos
Atraer
Tomar mi cuerpo y bajarlo
Aúllo
Entro entonces por tiMe dejar al descubierto y andamos en ambas manos tanteando el vacío
Carlos Oroza