Revista En Femenino

CARNAVAL, CARNAVAL ya no sé si te quiero

Por Peineta

Bailaremos sin parar, cantaremos sin parar en el mundo enteroooooooo… y así podría pasarme horas y horas, como una loca bailando y riendo. Bueno o eso creía hasta que por supuesto te conviertes en madre (esto de la maternidad tiene un rollo corta fiestas que no me mola nada ehhh).

Quiero dejar claro que soy una loca del carnaval, que desde que tengo uso de razón he soñado con esta fiesta, que he llegado a salir con 39 de fiebre y una cesta de fruta en la cabeza porque ese año iba de brasileña y no podía faltar….Que a pesar de ser del norte y de un sitio donde considero que la gente de normal es recata y discreta, en mi pueblo y en mi época el carnaval se celebraba y con ganas. Que  me he vestido de payaso, arlequín, zíngara, chinita, oruga, ratita presumida, troglodita y un largo etc., como dice mi madre hasta los 18 no fallé ni una sola vez. La universidad fue un impasse, ya que en peinetaland no se llevaba mucho, pero en cuanto pude recuperé ritmo, me mola una fiesta de disfraces más que aun tonto un pirulí. Pero entonces, llegó el bombo y la maternidad y todo cambio, y mucho.

No sé cómo será en otras comunidades o ciudades, pero aquí en la ciudad condal, hay un tío tocapelotas al que han bautizado como el rey-carnavalero que tiene ese don de iluminarte una semana de tu vida, y digo iluminar por no decir fastidiar. Lo descubrí en la guardería, por supuesto como buena novata esos dos años lo di todo, hasta el punto de verme alguna tarde que otra recorriéndome tiendas y tiendas para poder cumplir los puñeteros mandamientos, ya saben por eso de “no va ser mi niño el único que no esté a tono”. Porque claro yo en pleno invierno no tengo tres piezas de color amarillo, o no calculo que tengo que tener un pijama casi impoluto y gordito para que lo lleve por la calle y en clase, o una corbata de su medida, o no tengo paciencia ni tiempo de pintarla a las 7.30 de la mañana la cara al chaval….pero claro nos deben de ver cara de aburridos, vamos que no les parece suficiente con que tengas que currarte el disfraz de marras como para entretenerte el resto de la semana en pijaditas varias. Dicho esto aclaro que los dos primeros años del monillo lo di todo incluido en los disfraces. Desde hace uno, no paro de ver lo práctico y cómodo que es el heredar disfraces y si no comprarlos en los chinos, a mí no me pillan más y los mandamientos pues mira sin volvernos tarumba, se hace lo que se puede, que el color es amarillo y no hay se manda mostaza que son de la misma paleta de tonalidad.

Pero hoy vengo a reclamar el derecho al disfraz adulto no elaborado, sí hombre ese que te compras unas semanas antes, o tres días o el mismo día…(ahí arriesgando). Esos trajes son para puro análisis. Y ya que estoy hilando fino, principalmente el de las mujeres. Hoy estoy que no salgo de mi asombro, les juro que he pasado una tarde de traca, bajo la observadora mirada de mi hijo que hoy por uno de esos mandamientos lo hacia abajo una peluca zanahoria, pa vernos…el zanahoria y la mujer compacta, ese podría haber sido el titular de la noticia.

Me he probado cuatro o cinco y por hacer la gracia a mi hijo, porque yo sólo ver la caratula del disfraz tenía claro que ni en una pierna me entraba a mí aquello, por no decir que la famosa talla única, debería de poner al lado y  para mujeres que no comen bocatas. Y la talla M/L esa tan frustrante como cuando te dicen que estas la primera en una lista de espera, puede ser que te entre pero puede que no, todo dependerá del fabricante, pero ustedes asimilen que las chinas son pequeña y delgadas,  si tienes cadera, culo o tetas de cosecha ibérica olvídate, no eres ni única ni M/L. Sí el problema erradicara sólo en talla sería algo, pero los estilismos son de mear y no echar gota, lo resumiré en una frase “los disfraces adultos para mujer son TODOS pornográficos”. Me he probado un traje de india que ni las chicas de playboy, una de vaquera que hasta el toro del rodeo se pone de pie, una de pirata que si el barco se hunde ni flotas de la poca tela que llevas…podría seguir pero para muestra un botón.

Presentación1

Mi frase en la tercera tienda ha sido: tienen disfraces de carnaval para mujeres que no trabajen un puticlub. Al chaval le he debido de caer en gracia  y se ha muerto de la risa, me ha llevado a la sección de “desesperados y casos perdidos” (léase oferta y trajes de cuando franco era turuta) y me ha sacado una bolsa donde la modelo de la foto tenia carne (está claro que en los 80 se llevaban las curvas), me he puesto aquel vestido de vampira-condesa y cuando ya estaba casi decidida a dimitir de ser india y asimilar mi destino lúgubre y vampiresco,  aparece la lista de turno o dependiente sabelotodo:

- A ver eso es una túnica se supone que debe de quedar amplia y ceñirlo con el cinturón. (Vale era delgada pero más fea que Picio, esa no necesitará careta el sábado seguro)

- PUES MIRA BONITA yo lo voy a llevar como madame de puticlub del resto de la rúa y mientras las otras enseñaran carne yo las voy a llevar tapadas y comprimidas y el cinturón me va quedar de tocado la mar de mono, ea!! Y ya que te veo entregada a la causa tráeme una capa donde entre mi oronda figura que pienso ir dando bandazos cual vampira-bola.(Peineta dixit)

Todo esto bajo la atenta mirada de un monillo con peluca naranja que no paraba de repetir: Ama no vamos a un puticlus sino a la rúa y yo tampoco quiero ir de vaquero, quiero vampiro alguien tendrá que dar miedo a los niños a parte de ti

;-)

Les dejo porque mañana tengo que madrugar para vestir a un Peter Pan y luego pensar como colar el sábado mi traje de vampira en un grupo donde la gente va vestida del oeste….pa haberse matau. Eso sí pienso maquillarme de tal manera que ni el tato se fije en mi vestido-túnica-faja.


Tagged: Carnaval-carnaval, Como retomar los hábitos sin morir en el intento, disfrazarse o desnudarse, La maldición de la talla única
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