Carnival of Souls

Hablar de El Carnaval de las Almas es hablar de una de las películas más influyentes del cine terror moderno. Está aquí la semilla que influyó a casi todo el terror posterior de fantasmas y es de obligado conocimiento para todo amante del cine oscuro, extraño, bizarro y tétricamente atmosférico.

Carnival of Souls es el primer (y último) largometraje dirigido por Herk Harvey, que nos lleva lentamente gracias a unas imágenes de pesadilla por distintas emociones: pánico, locura, angustia...
No es una película perfecta, pero eso no impide que no pocos adeptos la rindan culto, y cada año es programada por los cines y televisiones americanas durante estas fechas.
Acompañadme si queréis descubrir una pequeña joya escondida, o recordadla conmigo si ya habéis tenido el terrorífico placer de viajar a la feria maldita...
Mary es una joven que ha sobrevivido milagrosamente a un aparatoso accidente de tráfico. Cuando intenta seguir adelante con su vida, no tarda en descubrir desconcertada que la barrera entre el mundo de los vivos y el de los muertos se difumina cada vez más para ella. Al mudarse a un pueblo se siente irremediablemente atraída hacia el misterio que envuelve una extraña feria abandonada (carnival en inglés) y al investigar verá cómo el horror aumenta.
La película está basada en el relato El Autoestopista de Lucille Fletcher, en el que también se basó un episodio de la conocida serie The Twilight Zone.

Como ya he dicho, Carnival of Souls flojea en algunos aspectos, y lo primero que hemos de hacer al enfrentarnos a esta película es pensar que lo que hoy quizás sea un argumento bastante trillado en su momento supuso una auténtica revolución.  Y es precisamente debido a la enorme influencia que tuvo esta película en producciones posteriores que nos parece tal vez demasiado vista. Pero sin duda esta película merece el lugar en que el tiempo parece estar poniéndola: el de pequeña joya fundadora, todo un clásico del género.

Lo más notable del film es su malsana atmósfera, apoyada por el uso de un ominoso blanco y negro y una iluminación cercana al expresionismo alemán, escuela de la que El Carnaval de las Almas es heredera. La pesadillesca banda sonora de Gene Moore también contribuye a crear esa angustiosa sensación de irrealidad tan envidiablemente conseguida.

Las apariciones fantasmales, muy desasosegantes, son otro de los puntos fuertes de esta irregular película. Como curiosidad cabe mencionar que el propio director, Herk Harvey, interpreta a uno de los aparecidos que persiguen a nuestra protagonista. Persecución que dará lugar a un delirante y perturbador final.

Al terminar de ver Carnival of Souls uno no puede evitar esa sensación de lo que pudo y (por poco) no fue. Es una curiosidad que, de haber estado algo más cuidada en cuanto a guión e interpretaciones (la mayoría del elenco no eran actores profesionales) hubiese quedado redonda. Lo cual, por otra parte, no resta un ápice de fuerza a la inquietante película que inspiró los particulares universos de directores como David Lynch o George Romero, así como multitud de homenajes que reconoceremos en posteriores películas, videojuegos o vídeos musicales.

Si quréis ver una película extraña, oníricamente tenebrosa y en la que el terror se eleva lentamente no a base de chorros de sangre, sino sutilmente, gracias a una magnífica atmósfera, visitad la feria maldita este Halloween.

Puntuación: 6 wasabis temblorosos.