Carrero Blanco, humor negro y tolerancia

El humor negro hay que saber entenderlo para no considerarlo de mal gusto, pero lo cierto es que puede ser de mal gusto incluso entendiéndolo, pero no por ello debería de considerarse delito. El problema es que últimamente tendemos a mezclarlo todo y confundimos humor negro con ciertos enaltecimientos o simplemente con lo políticamente incorrecto. Y sí, es cierto que algo de mal gusto que pueda ofender a alguien se puede considerar políticamente incorrecto, pero de ahí a pedir cárcel por contar chistes malos va un trecho que no acabo de entender. Y eso es lo que sucede con la petición de la fiscalía relacionada con un video sobre Carrero Blanco.

Humor negro con el video de Carrero Blanco, el primer astronauta español

La fiscalía pide cárcel por un video de humor negro en Twitter sobre Carrero Blanco

Yo nunca he sido de contar chistes porque tengo una pésima memoria para ellos y porque, considero, que no tengo mucha gracia para contarlos, pero confieso que más de una vez me he reído con chistes que entrarían en la definición de humor negro, y que fuera del contexto humorístico en el que han sido contados, podrían considerarse muy ofensivos.

En esta ocasión hablo de unos chistes en Twitter sobre Carrero Blanco por los que se piden dos años y medio de cárcel a la tuitera de veintiún años que los ha difundido.

Lo que yo destacaría de este asunto es el saber estar de una de las personas que más podrían sentirse afectadas por este tipo de humor negro; me refiero a la nieta de Carrero Blanco, a la que literalmente le parece «un disparate» que se pidan penas de prisión por este asunto.

Ha sido Lucía Carrero-Blanco la que ha publicado una carta manifestando su preocupación por el hecho de que «un acto de patente mal gusto y carencia de toda sensibilidad se considere un crimen». Añade en la carta publicada en El País y titulada Enaltecimiento del mal gusto: «asusta una sociedad en la que la libertad de expresión, por lamentable que sea, pueda acarrear penas de cárcel» «Yo no sé de asuntos jurídicos, no sé en base a qué artículos la fiscalía hace semejante petición, y si lo hace será obviamente porque la ley la ampara. Pero, por muy legal que sea, me parece un absoluto disparate. No creo que sea ni proporcionada ni ejemplarizante. Tan solo atemorizadora, y no solo para la acusada, sino para todos los que vivimos en una democracia». «Y creo que, efectivamente, hay un enaltecimiento pero, como he dicho, del mal gusto y de la falta de sensibilidad. Confío por el bien de todos en que esta petición no prospere, y que aprendamos de una vez a tolerarnos los unos a los otros motivados por el respeto, y no por el miedo».

Creo que esta sociedad intolerante debería de aprender un poco de las palabras de Lucía Carrero-Blanco.

Ramón Cerdá