Carta abierta: Me da pena Albert Rivera.

Publicado por Nacho S

Hoy le escribo a Albert Rivera.

Albert Rivera, el candidatísimo a la presidencia del gobierno hasta que la realidad del 20D golpeó con fuerza las falaces encuestas que lo aupaban a lo más alto (encuestas que aún a sabiendas de su cocina de olla a presión parece que se llegó a creer).

Albert Rivera, el que va apagando los fuegos y concentrando aún más si cabe todos los focos de atención sobre él para evitar mayores disgustos en su partido. (Es de entender: no existe un partido más personalista que Ciudadanos. ¿Qué sería de esta formación fundada en 2006 si no hubiese caído en la gracia de ser elegida por el establishment como la palangana que recogiera el goteo de votos desencantados con el PP?)

Pues bien, ese Albert Rivera, decide irse a Venezuela porque se halla muy consternado sobre lo que le sucede a nuestros hermanos latinoamericanos en dicho país. Lo vemos explicado mejor en las misivas que Ciudadanos realiza a sus simpatizantes:

A ti te hablo Albert.

¿Por qué te vas a Venezuela, habiendo lo que hay en España?

Los votantes de Unidos Podemos no van a cambiar su visión porque vayas allí a pasearte y ser el hazmerreír de la mediocre televisión bolivariana. Y probablemente muy poquitos del PSOE.

¿Por qué te conformas con ser un mero mamporrero del PP?

Tu cometido y tu caladero de votos se encuentra en la extensa lista de votantes que sostienen al Partido Popular. Esa amalgama entre mafia italiana, organización criminal y partido político.

Albert, tú tienes buenas intenciones. Quieres ser el nuevo referente de la derecha en España. Quisiste hacerte el travieso vendiéndonos aquello de que érais un partido de centro-izquierda. No te preocupes, quedará en eso: como una travesura. Pero por favor, no des pena paseándote por Venezuela como si en algún momento de tu vida te hubiesen importado lo más mínimo los venezolanos y sus derechos y libertades.

Venezuela es un país lleno de corrupción, inseguridad y una gestión deplorable actualmente. Lo sabemos todos y no tienes que ir allí a hacer campaña con la polaridad y el sufrimiento de su sociedad.

Albert, a ti no te importan los venezolanos igual que no te importan los somalíes, los eritreos o los afganos.

Albert, te imagino cogiendo el avión con ese particular nerviosismo que te caracteriza, sentado en tu asiento durante las cerca de 10 horas de vuelo, preguntándote qué demonios haces allí. Preguntándote cuántos escaños de esos 40 salvarás. Preguntándote a fin de cuentas cómo te pintaron en lo más alto y has pasado a ver un 26J que puede terminar de ser la lápida de tu formación.

Albert, yo sé que aceptaste el cometido que se te ofreció, las manipulaciones electorales y toda la máquina de fango porque tú piensas que lo puedes hacer mejor que el Partido Popular.

No desistas. Tus enemigos son ellos. No pierdas el foco de tu atención. La España que tú tienes en mente es legítima que sea votada en las urnas, pero recuerda que a quien tienes que convencer es al electorado del partido de los sobres, de la caja B, de la sede en negro, de Rato, de Soria, de los papeles de Panamá, de los infinitos casos de malversación, de los infinitos chanchullos con constructoras… A esos tienes que convencer primero. Luego, quién sabe, igual viene más gente.

Pero irte de paseo por Venezuela… es dar pena Albert.