A diferencia de nuestra última entrega, donde el fútbol estaba como una simple excusa para contar una historia, en la película que les presentamos hoy el juego de la pelota está más que presente. En Green Street Hooligans (o símplemente Hooligans), la historia de los barrabravas ingleses, se respira sudor, aliento, y sobretodo sangre.
El lema “Defiende a los tuyos” que reza debajo del título nos da una premisa de lo que veremos durante 109 minutos. Como un ignoto estudiante de Harvard, amante del beisball, descubre la cultura del fútbol y lo que significa verdaderamente “defender los colores por amor a la camiseta”.
Charlie Hunnam, caracterizado como Pete, es el líder de la barra. Su hermano fue cabecilla hace unos años, pero ha dejado de participar en el “Green Street Elite” debido a que ha formado una familia. Su novia tiene un hermano, Matt (Elijah Wood) que ha sido expulsado injustamente de su Universidad y llega a Londres para, donde se introduce en un mundo de vandalismo desconocido que aprenderá a amar.
“En cuanto a fútbol, West Ham es mediocre, pero nuestra barra es de lo mejor, y todo mundo lo sabe…en realidad se trata de tu reputación. Humillar a la otra barra al ganarles en una pelea, o hacer cosas de las que se enteren las demás pandillas.”
El diálogo inicial entre Pete y Matt sobre la importancia que tiene el fútbol es más que destacable para todos los que alguna vez pensamos que éste deporte es superior a cualquier otro que se pueda practicar.
Más allá de las piñas, Hooligans (2005) nos deja una mirada reflexiva sobre la violencia. No todo es enfrentamientos, si no que hay un lado emotivo, pasional, una cuestión de códigos implícitos que no se pueden romper por más que se dispute el liderazgo en la ciudad.
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