Cartier-Bresson en Fundación Mapfre

Queridos turistas que pisáis las calles de Madrid: antes de emprender vuestro viaje de vuelta, deberíais pasear por las estancias de la Fundación Mapfre y admirar el abultado trabajo de Henri Cartier-Bresson. Empezad desde 1926 y dejad que vuestros pies avancen por sus inicios como fotógrafo, su etapa surrealista, sus viajes alrededor del mundo, sus documentales, su colaboración en las películas de Jean Renoir, sus fotorreportajes que acompañaron a la creación de la agencia Magnum y su vuelta al dibujo cuando a su cámara le quedaba ya poco que retratar. No hay muchos lugares en los que, documentando a una única persona, podamos asistir a la coronación de Jorge VI, la Guerra Civil Española o la muerte de Ghandi. Y es que de alguien a quien se llamó el "ojo del siglo" no podía quedarnos otra cosa que un material de incalculable valor que guarda un trozo de pasado de todos nosotros.
Disfrutadlo e id con tiempo, puesto que los minutos se van veloces ante tal despliegue de instantes y genio.
Y aunque Madrid esté llena de carteles de Pop que llaman la atención con sus coloridos, esta es probablemente la mejor exposición de la que disfrutamos en la capital en este momento.