Podríamos decir que un paciente negligente, poco interesado en una atención quirúrgica y anestésica de calidad, atenta contra su propia vida al ponerse en manos un cirujano evidentemente incompetente.
En el próximo post la explicación de lo que sucedió en este lamentable caso.
El Colegio Médico exigió un mayor control de los facultativos extranjeros que lleguen al país a ejercer su profesión, luego de conocer el caso de Jéssica Osorio, intervenida por un ecuatoriano.
16/10/2005
Sin cambios sigue mujer que sufrió muerte cerebral tras cirugía plástica
Con muerte cerebral, conectada a un respirador mecánico y con escasas probabilidades de recuperación permanece Jéssica Osorio Tapia, quien sufrió un paro cardiorrespiratorio durante una cirugía para reducir su abdomen en un centro médico, el que no estaba autorizado para hacer este tipo de intervenciones.
La mujer, de 38 años, se sometió a la operación en la tarde del viernes en el centro médico "Los Angeles", en la comuna de Conchalí, cuando se puso en manos del médico ecuatoriano Galo Andrade.
Osorio sufrió un paro cardiorrespiratorio debido a las altas dosis de anestesia que se le inyectaron.
El jefe del turno del Servicio de Urgencia del Hospital San José, Mario Rodríguez, señaló que los pronósticos de recuperación son nulos, pues "el informe del electroencefalograma, el informe actual es de muerte cerebral, por tanto el pronóstico es malo", por lo cual "hasta ahora no tenemos esperanza ninguna de recuperación".
La directiva del Colegio Médico se hizo presente en el centro asistencial para exigir mayor control de los facultativos extranjeros que llegan a ejercer su profesión en nuestro país.
Según explicó el presidente del gremio, Juan Luis Castro, la paciente recibió al menos 10 ampollas de lidocaína, lo que significa una sobredosis de anestesia local para una cirugía que requiere general.
"La lidocaína viene en ampollas del dos por ciento, vienen 10 centímetros cúbicos. La dosis que se aplicó a esta enferma es de 10 ampollas, a lo menos para una persona que pesa sobre 200 kilos. La estimación nuestra es que pesa 70, 75 kilos como máximo, ni siquiera estamos hablando de una mujer que tenia una obesidad mórbida", precisó.
Según la unidad del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU), que recogió a la mujer desde la clínica ubicada en el número 3990 de avenida Independencia, el médico esperó 30 minutos desde que la mujer sufrió el colapso hasta que pidió ayuda, por lo cual la Fiscalía de Santiago lo investiga por el delito de imprudencia temeraria.
En este sentido, el gremio formalizó la petición para que se exija a todos los profesionales extranjeros el examen médico nacional para el ejercicio de la profesión, el mismo que desde hace tres años se aplica a estudiantes del último año de la carrera.
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