Revista Diario

Cata de cerveza sin gluten, encuentra la diferencia

Por Susanam
Una de las cosas que no se puede tomar cuando se tiene celiaquía es la cerveza. La cerveza, ya sea de cebada, de trigo o con mezclas, es el único alcohol que lleva gluten.Pero las cosas han avanzado tanto que ya se pueden encontrar cervezas sin gluten en el mercado: ya sea gracias a los ingredientes o al proceso de producción que consigue un producto con unas cantidades por debajo de las 10 partes por millón de gluten.Por eso, tras el choque ante el descubrimiento de no poder tomar dicha bebida, más choque incluso que el que suele causar el hecho de no poder comer pan 'normal', la pregunta siempre es:“¿Y eso a qué sabe?¿Es igual que la normal?”Evidentemente, yo sólo puedo contestar a la primera pregunta: "amarga, estoy acostumbrada a sustituirla por vino y no me agrada demasiado su sabor".Así que para satisfacer la curiosidad de los celíacos y ‘no celíacos’ ante la segunda pregunta, no podía sino organizar una pequeña cata a ciegas de cervezas sin gluten.
¿Sería la cerveza sin gluten igual que la normal o habría tanta diferencia como la hay entre ciertos panes, pastas o dulces? Como voluntarios, un grupo de amigos acostumbrados a beber cerveza. Un dato importante, eso de que estén familiarizados con la cerveza, para valorar más los resultados de la cata.
En el mercado (por lo menos en España) podemos encontrar con facilidad dos marcas principales: Daura, de Estrella Damm, y Ambar Sin Gluten y Ambar Green (Sin Gluten y Sin Alcohol), de Cervezas Ambar. Son fáciles de encontrar tanto en grandes superficies así como restaurantes (en aquellos que optan por tener una oferta específica para celíacos).
El objetivo era probar a ciegas las cervezas sin gluten, comparándola con una normal de características similares para ver si podían distinguir unas de otras, si realmente había diferencias entre ellas y poder contestar a esa recurrente pregunta de ¿es igual la cerveza sin gluten que la normal?
Cata de cerveza sin gluten, encuentra la diferencia
En esta cata se optó por comparar la cerveza sin gluten Daura y su homóloga Estrella Damm, por un lado, y la cerveza sin gluten y sin alcohol Ambar, con la Amstel sin alcohol, por otro.Con la primera, los participantes no notaron diferencia entre la Daura y la Estrella Damm normal. Entre una y otra incluso hubo tiempo para las bromas:-¿Cómo las notáis?-No sé, no diferencio. ¿Quieres probar tú? ¡Eh, eh! Jajaj… Si probaras ahora una de las dos, para ti sería como jugar a la ruleta rusa.Sí, algo así, aunque el paladar no habría notado la diferencia a juzgar por los resultados: sólo una persona acertó cuál era la ‘normal’. “He dicho una al azar” decían algunos, “la sin gluten tenía más olor, pero no habría adivinado que era sin gluten” puntualizaba otro. Por tanto, mis felicitaciones para Estrella Damm.
Pero en la segunda no habría tantas risas. Cuando llegó el paso a las cervezas sin alcohol los comentarios fueron desde “no sé si decirte cuál es la de sin gluten o cuál está peor”,  a “Están las dos igual de malas”, hasta “esta está mala, pero la otra está peor”. Menos una persona, todos acertaron: aquella que era ‘la más mala’, 'la que estaba peor’ era la cerveza Ambar Green (sin gluten y sin alcohol).Cuando probé la sin gluten y sin alcohol no hicieron falta palabras: “tu cara ha sido de foto, no nos digas ni cómo está”. 
Cata de cerveza sin gluten, encuentra la diferenciaPor tanto, en este caso sí que hubo diferencia, o más bien, identificación de la que estaba peor. También hay que decir que la cerveza sin alcohol no suele gustar demasiado,  por lo menos a los paladares a los que les gusta la cerveza; pero además, esta cerveza sin gluten en concreto dejaba bastante que desear. Sin embargo, se agradece el esfuerzo a la marca Ambar y seguramente será cuestión de tiempo mejorar el producto. Como en otras ocasiones, puede que no cumpla las expectativas, pero es una forma de tener un homólogo sin gluten. Tiempo al tiempo para que mejoren las características organolépticas.
De momento, nada recomendable tomar una cerveza sin alcohol y sin gluten. El regusto que dejaba tras probarla duraba tanto, que el vino que me tomé (entre las cañas de los demás) tras la cata me supo a gloria. 
Yo he llegado tarde a esto de la cerveza, prefiero seguir con mi copa de vino. Aunque que tras este experimento ya puedo contestar a la segunda pregunta: la cerveza sin gluten (por lo menos la de Estrella Damm) sabe a lo mismo a no ser que te dé por tomarla sin alcohol. Mis ‘conejillos de indias’ también podrán contestar a esas dos preguntas iniciales.

Pd: Gracias a los amigos voluntarios. Y mención especial al Redvelvet Cocktail Bar, lugar que acogió este experimento; curioso cuanto menos, pues en él no se sirven cervezas, pero sí selectos espirituosos y combinados, todos ellos libres de gluten, el cual ya he recomendado en entradas anteriores

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