Revista Remedios

Ceguera al cambio y atención

Por Gabriel Giner @esaludcom

El cerebro es el órgano más complejo del cuerpo humano. Este se encarga de ejercer un control centralizado y enviar respuestas rápidas y coordinadas a los demás órganos del cuerpo. Dichas respuestas son enviadas de acuerdo a los estímulos que se envíen desde el medio ambiente. Estos estímulos interconectan diferentes partes del cerebro, donde se decodifica la información y vuelve en forma de impulso nervioso.

Una de las principales funciones cerebrales es la de la atención; una habilidad mental que nos ayuda a generar y mantener activas las funciones cerebrales que nos permiten un adecuado procesamiento de la información.

¿Qué es la atención?

La atención es una función cerebral limitada. Ésta nos permite concentramos en nuestro ambiente visual y nos permite seleccionar y filtrar aspectos de nuestra vida cotidiana, para poder priorizar lo que es realmente importante. Pero cuando préstamos atención a lo que nos parece importante, dejamos de prestarle atención al resto de la cosas.

Según William James(psicólogo y filósofo), la atención es tomar posesión consciente de la mente para focalizarnos en algo específico, esto implica la retirada de algunas cosas para poder tratar efectivamente otras.

Para Daniel Simons (psicólogo especializado en la percepción humana, la memoria y la consciencia), nuestro cerebro no puede prestarle atención a todo lo que nos rodea, y por eso evolucionó para centrar su atención en lo que realmente importa. En tal evolución se crea una interconexión de las partes cerebrales mediante atajos, que le ayudan a reducir el mundo a lo esencial.

Tipos de atención

Tipos de atencion

Atención sostenida

La atención sostenida es la capacidad de un individuo para mantener la concentración durante largos períodos de tiempo, incluso si el individuo está expuesto a una acción o actividad repetitiva.

Atención selectiva

La atención selectiva es la capacidad de seleccionar entre varios estímulos y focalizar la concentración en el de mayor importancia o en el que el cerebro seleccione. Este es el tipo de atención más fácil de lograr y el más utilizado diariamente por la mayoría de las personas.

Atención interna y externa

La atención interna es la capacidad que presenta un individuo para comprender sus propios procesos mentales, por ejemplo: sus pensamientos. El estado de atención interna puede encontrarse en prácticas como la meditación o el mindfulness.

La atención externa es la capacidad de un individuo para identificar y concentrarse en factores externos, por ejemplo: el sonido de los pájaros.

Atención alternante

Es la capacidad de transferir inmediatamente la concentración de una actividad u objeto a otro. Se trata de alternar la atención entre dos o más tareas que no pueden ser realizadas en simultáneo. Al igual que la atención selectiva, la atención alternante es usada por las personas muy frecuentemente.

Atención voluntaria e involuntaria

La atención voluntaria es cuando se fija la concentración en un elemento específico, el cual nosotros decidimos priorizar; a diferencia de la atención involuntaria, que es cuando un estímulo llega al cerebro con una fuerza mayor a la de otro estímulo y acapara la atención de nuestra mente.

Atención dividida

La atención dividida o también llamada multitarea, es la capacidad de un individuo para concentrarse en dos o más factores ambientales o estímulos en simultáneo. En este proceso, el cerebro permite distribuir la atención a diferentes tareas o diferentes objetivos que requiera una misma tarea. Esta capacidad es difícil de adquirir y solo un pequeño porcentaje de la población están dotados con esta capacidad.

Ceguera al cambio

Ceguera al cambio

En la década del 1970, algunos investigadores comenzaron a reconocer un fenómeno en el cual las personas a menudo no detectaban cambios en su campo visual cuando un factor inesperado ingresaba, a éste fenómeno le llamaron ceguera al cambio.

La ceguera de cambio es la falta de atención que presenta un individuo hacia un objeto completamente visible, pero inesperado; es no poder distinguir un cambio grande de un momento a otro. Esto ocurre cuando el sujeto tiene fijada su atención en otra tarea, evento u objeto.

“Pasó desapercibido” ¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase? El pasar desapercibido está directamente relacionado con este proceso. Nuestra mente le presta información a los estímulos que presentan mayor prioridad o los que llegan con mayor fuerza a nuestro cerebro, desechando al resto que han pasado “desapercibidos”.

Nuestro cerebro solo nos permite concentrarnos en una solo cosa a la vez, por tanto la atención se encuentra focalizada en lo que presenta mayor prioridad.

A veces cuando miramos a nuestro alrededor, creemos que estamos viendo todo lo que está sucediendo delante de nosotros. Pero esa impresión es una percepción engañosa. En realidad mirar y ver no significan lo mismo, ya que cuando miramos estamos dando un pantallazo rápido a nuestro alrededor y nuestros sentidos son bombardeados por olas continuas de estímulos, que provocan una variedad de sensaciones que exceden nuestra capacidad cerebral; pero cuando vemos, estamos observando y analizando lenta y detalladamente un objeto, con sus pequeños y minuciosos detalles.


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