Por: Roxana Coz, estudiante de Musicología de la Universidad de las Artes
La Marina de Matanzas se vistió una vez más de rumba, pero esta vez con una emotiva fuerza femenina. En el Centro Cultural Comunitario Nelson Barrera se celebró, el primer aniversario de la Asociación de Mujeres Rumberas Estanislá Luna y Yeya Calle. El evento se insertó en la programación por la Jornada de la Cultura Cubana y el 321 aniversario de la Villa de San Severino, fundada el 12 de octubre de 1693.
Al frente de las mujeres rumberas destacó la figura de Milvia Rivero, quien en breve recuento recorrió el quehacer de la asociación en el transcurso de este primer año: Con los propósitos de salvaguardar y promover la tradición rumbera, las féminas visitaron el 18 de julio pasado, la casa de Flora Heredia donde radicó por muchos años el Bando Azul; además participaron en la reciente edición de Timbalaye, relató.
Durante el festejo se reconoció el apoyo brindado por agrupaciones destacadas en la provincia, entre ellas Columbia del Puerto, Afrocuba y Los Muñequitos de Matanzas, así como la colaboración de
instituciones culturales como el Centro Kairós y la Red de Educadores Populares.
De gran relevancia fue la presencia de las familias de los Calle y los Mesa, que ya constituyen historia en la rumba, desde sus raíces. La generación sucesora de Estanislá Luna también se hizo sentir.
Muchos recuerdos y experiencias se sumaron a la celebración, como los vibrantes toques de la joven agrupación Los Matanceros. Las rumberas predominaron con sus picarescos y elegantes movimientos en el baile, acompañadas por los cantos que dialogan con los textos contemporáneos (algunos extraídos del polémico género del reggaetón), donde la herida de la esclavitud aún sangra y la gran admiración hacia la mujer emerge a flor de labios.
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