Revista Belleza

Cepillos faciales

Por Rosana Rosana Delgado

¡Hola!
El pasado post lo dediqué a mis exfoliantes faciales (aquí), y hoy le toca el turno a sus complementos, los cepillos.
Cepillos faciales
Sólo tengo estos tres que os muestro y los alterno con los exfoliantes, pero no los utilizo juntos. Es decir, o bien uso los exfoliantes masajeándolos con las manos, o bien uso los cepillos con otros productos sin partículas (como un limpiador facial o una leche desmaquillante), pero nunca juntos, porque me resulta demasiado abrasivo.
Como comenté en la otra entrada, mi piel es muy fina y sensible, exfolio mi rostro un máximo de dos veces por semana y escojo métodos más suaves o más intensos dependiendo de lo que crea que mi piel necesita.
Los tres cepillos constan de cerdas sintéticas y la firmeza es similar.
Por orden de adquisición, el más antiguo es el cepillo manual compacto.
Cepillos faciales
Es muy práctico para llevar de viaje (lo suelo reservar para eso) y, aunque lleva conmigo muchos años, está en bastante buenas condiciones. Me resulta cómodo de usar porque mis manos son pequeñas, así que puedo asirlo sin problema. Es el más blando y flexible y tiene los grupitos de cerdas más espaciados. No recuerdo dónde lo adquirí (me suena que fue en The Body Shop o en Yves Rocher... pero hace lustros) y está más que amortizado.
El siguiente es el conocido cepillo eléctrico Nexa (el antiguo). Os hablo de él aquí.
Cepillos faciales
Para el rostro, sólo uso el cabezal suave porque el otro que trae me resulta demasiado duro. Las cerdas están bastante compactadas. A día de hoy, aún no lo he tenido que cambiar, pero también debo decir que lo uso poco. Sólo rota hacia un lado, pero por el precio que tiene y los accesorios que trae, no se le puede pedir más.
El último en llegar ha sido el cepillo manual con mango de Alissi Brontë.
Cepillos faciales
Fue un obsequio que venía con la loción limpiadora Gold Foam y es un cepillo muy sencillo que resulta muy cómodo de usar por el mango y por el protector que trae, ideal para guardarlo sin que se deformen las cerdas.
Uso y mantenimiento
Cepillo manual: con la piel y el cepillo humedecidos, aplico la loción limpiadora y masajeo por todo el rostro en círculos hasta que reparto bien el producto. Al ser una acción manual y controlar la presión que ejerzo, paso suavemente por la zona de los ojos y los labios y, si lo utilizo en la ducha, insisto en el nacimiento del pelo, el cuello y el escote.
Una vez enjuagado,  seco el exceso con una toalla y lo dejo secar por completo sin aplastar las cerdas y boca abajo.

Cepillo eléctrico: lo uso igual que el manual, pero al rotar, mis movimientos son más lineales y lentos, y en este caso evito el contorno de ojos.
Retiro el cabezal para enjuagarlo, elimino el exceso de agua y lo dejo secar por completo boca abajo.
Es importante que no penetre el agua en el nacimiento de las cerdas (al igual que en la pincelería) para que no se oxide el metal que lo sujeta.
Y hasta aquí el repaso de hoy... ¿Usáis cepillos faciales? ¿Coincidís con alguno?
¡Hasta pronto!

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