Revista Música

Cerca del abismal delirio

Publicado el 15 septiembre 2012 por Bitacorock

Cerca del abismal delirio   Y se vino el 40º aniversario, nomás. Hubo otros antes, hubo cientos después. Pero Close to the Edge parece ser EL ÁLBUM. Arquetipo indiscutible de la cúspide del rock progresivo, transpira una mezcla de genialidad y destreza creativa en cada surco del vinilo, en cada bit del CD.
Cerca del abismal delirio Concebido por jóvenes virtuosos cuya escalada en el terreno igualaba la potencia del Apolo 16 de la época apuntó bien alto y directo a romper moldes, quebrar barreras, arrasar con preconceptos.n y hasta hacer trizas un brillante producto... Fragile. Porque marcó vastas influencias en todas partes del mundo, más allá del parapeto lingüístico para comprender el contenido de sus letras... que dicho sea de paso, después de 40 años todavía pasean un críptico mensaje cifrado hasta para algunos de sus propios hacedores. Detalle menor por cuanto hasta esos textos “sonaban” y encajaban en semejante pieza sinfónica de quilates incontables. Cerca del abismal delirioCuando los 45 minutos eran la norma para todo LP, Yes necesitó menos de 38 para apoderarse de punta a punta de las neuronas del escucha. No hace por cierto honor a sus propios versos que insisten una y otra vez con “I get up... I get down”... porque los “altibajos” sólo dominan los designios de partitura, no el éxtasis que brota y deambula como duende alrededor de este verdadero festival en clave de sol.

Es el álbum de la extraña portada verde que muchos creíamos monótona, porque el vinilo nacional sólo se mostraba vuelta y vuelta, dejando las bellas cascadas abismales de Roger Dean que adornaban la entretapa libradas a la pura imaginación de cada consumidor. Pero también es el álbum que estrenaba un logo hoy reconocido y ovacionado por multitudes.

Cerca del abismal delirio De vigencia inalterable, tanto ayer como hoy, y fiel a su título, “Close to the Edge” es como esas películas action-packed que nos confinan al borde de la butaca de principio a fin. Tan dinámico y cargado de adrenalina que la energía que emana permanece latente aún después la audición.

El álbum perfecto. El álbum rotundo. El álbum de álbumes. El álbum que no tiene ni una semifusa fuera de lugar. El “antes” y “después” de Yes. 


Cuarenta septiembres han pasado desde que este monumental hito del rock progresivo hizo su aparición. No fue el único, ni el primero, ni el último. Fue y será, simplemente, un coloso entre gigantes. 

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