Cesky Krumlov: La joya checa

Cuando preguntas a cualquier persona por cual es la ciudad más bonita de República Checa, incluso sin haber visitado el país, todo el mundo te dirá que es Praga, sin lugar a dudas. Y no vamos a negar que Praga es una hermosa ciudad, de hecho es como una ciudad de cuento en miniatura, pero… y aquí viene lo malo… tan de cuento es que parece un escenario prefabricado de película.

Se han visto tantas fotos de Praga que es difícil sorprenderte por su belleza, incluso a algunos (entre los que me incluyo) la excesiva turistificación puede resultar agobiante y restarle belleza.

Por eso mismo, si tuviera que escoger una ciudad de República Checa, mi elección sería sin duda alguna Cesky Krumlov.

Es probable que por el nombre no te suene, pero seguro que la has visto en alguna foto, pues es una de las estampas más usadas para ilustrar catálogos de República Checa.

Esta pequeña ciudad te robará el corazón nada más pongas un pie en su centro histórico. Lo primero que encontrarás será un puente que te llevará al hotel Ruze, el hotel por excelencia de la ciudad decorado al estilo medieval y que merece por si mismo una visita, incluso aunque no estés alojado en él.

Continuando la única calle que hay, comenzarás a bajar hacia el corazón de la ciudad y te verás transportado en el tiempo. Si de día es bonito, de noche es una maravilla. Justo en frente del Ruze, hay un mirador donde no es raro encontrar músicos poniéndole ambiente al lugar incluso de noche.

La plaza principal del ayuntamiento, aunque pequeña en comparación con la de otras ciudades, posee un encanto especial.

Justo en el centro y como en todas las plazas que ya hemos visto, se alza una Columna de la Peste, realizada para festejar el fin de la epidemia que asoló todo Europa Central.

El castillo de Cesky Krumlov es una visita imprescindible de la ciudad (Si tienes que prescindir de un castillo, olvídate del de Praga y visita el de Cesky Krumlov), es una maravilla mezcla renacentista y barroca, con salas tan especiales como El Salón Rococó, de inspiración en Maria Antonieta y su corte, la Calesa de Oro, la Sala de las Máscaras y el Teatro Barroco.

Además, al medio día, desde la Torre del castillo, suenan las campanas acompañadas de un himno que hace el silencio a tu alrededor.

Si después de un largo día, queréis comer en un sitio especial, os recomiendo sin lugar a dudas el Restaurante U Dwau Maryi en español “Las dos Marías” ubicado en el callejón Parkán Nª104. Es un restaurante de comida checa con unas enormes raciones de comida y un precio muy aceptable al igual que su calidad. Eso sí, prescindir de los postres, dejan mucho que desear.

Si os ha gustado, hay excursiones de un día que te llevan desde Praga a Cesky Krumlov, aunque sin ninguna duda merece la pena dedicarle un día como mínimo a esta mágica ciudad.