ChatGPT, una virguería en pañales

Lo del ChatGPT es impresionante, pero está en pañales. Sin duda se trata de un experimento de Inteligencia Artificial (IA) en fase beta y se notan mucho sus carencias por poco que lo pruebes un rato. Basado en el modelo de lenguaje GPT-3, desarrollado por la empresa OpenAI, este chatbot te hace pasar estupendos ratos. Alguien me avisó de que era realmente divertido poner mi nombre y mi profesión y me puse manos a la obra abriendo diferentes chats en el mismo dispositivo. Dice cosas diferentes en cada momento y casi todas son más que llamativas. Vamos a ello.

Inicialmente no sabe quien soy. Lógico, soy del montón.

Si le aportas tus datos redacta perfectamente tu currículum dentro del mismo chat. Le copio y pego el texto sobre mí que tengo colgado en este blog y redacta rápido lo siguiente.

Genial. Pero ahora empieza el verdadero tomate. Si abres un nuevo chat y le lanzas el mismo tema empieza a inventarse tus datos y te adjudica trabajos o cargos que ya te gustarían...

No ha dado ni una. Ya me gustaría ser director de El Confidencial o poseer el Premio Ortega y Gasset. Si lo dice, igual los merezco, vete tú a saber. Abro nuevo chat y le vuelvo a preguntar lo mismo. Igual acierta esta vez sin aportarle los datos. A ver qué nos cuenta...

No hombre no, que justo yo no soy futbolero. Para nada me va el fútbol. Y eso que en su día me ofreció un buen puesto un conocido diario deportivo para llevar sus redes sociales. Y dale con los premios. Abro nuevo chat porque esto de la ¿inteligencia? artificial sobrevalorada es para partirse de risa. Seguro que nos sorprende otra vez...

Qué fuerte que se invente todos los datos, absolutamente todos. Y menudo batiburrillo profesional. Vuelvo a probar por última vez. Nuevo chat y nueva sorpresa.

Antes me situó en Inglaterra y ahora en Asia. ¡Que estoy en Coruña, collóns!

En fin... apaga y vámonos. Está claro que esto del ChatGPT es una moda que por ahora está muy lejos de ser fiable. Más que IA llamémosle "generador artificial de textos y programación". Esta pretendida Inteligencia Artificial no puede lanzar datos falsos y quedarse tan ancha. Nunca he trabajado en los medios y países que apunta con una seguridad que da miedo. Entiendo que ante temas conocidos o en procesos laborales rutinarios puede ser de gran ayuda, pero cuando le sacas de su tiesto se lo inventa todo con una redacción, por cierto, bastante elaborada. Sí, el ChatGPT es una virguería, pero aún está arrastrándose en su fase de prehistoria ante la fascinación borreguil colectiva.