Revista Cocina

Chirimoya, fuente de salud

Por Paloma Alós @eltercerbrazo

Chirimoya

La chirimoya

El chirimoyo (Annona) es un árbol de unos 7-8 metros de altura, con follaje denso y que da frutos después de 4-5 años de su plantación. En su hábitat natural, las flores del chirimoyo son polinizadas por insectos (Coleoptera, Hemiptera). Sin embargo, en las granjas de cultivo, la polinización se realiza artificialmente para obtener buenos rendimientos.


Es originario del norte de Perú y sur de Ecuador, en áreas comprendidas entre los 1.500 y 2.200 metros, donde ya era cultivada desde el año 200 d.C. Se introdujo en el sur de España antes de 1751.

El fruto tiene forma irregular oval o cónica y tiene la piel de color verde oscuro, curtida, con muescas poligonales. El tamaño de la fruta está sobre unos 10-15 cm de longitud y 10 cm de diámetro y pesa alrededor de 350 g a 500 g (algunas variedades pueden pesar varios kilos). Las frutas maduras se vuelven de color verde pálido a marrón claro, y emanan un aroma dulce y fragante que se puede apreciar a distancia. En su interior posee una pulpa cremosa con semillas lisas de color negro incrustadas en la pulpa. Las semillas y la piel no son comestibles.

Beneficios para la salud de la chirimoya

Contiene importantes nutrientes, vitaminas, antioxidantes y minerales esenciales.

Su contenido en calorías es equivalente a la de los mangos: 100 g de pulpa de fruta fresca proporcionan alrededor de 75 calorías.

Su valor nutritivo se explica por el elevado contenido de azúcares, que llega hasta el 20%, y el de proteínas, superior al de muchas otras frutas, que alcanza el 2%.
No contiene grasas saturadas o colesterol. Característicamente contiene una buena cantidad de fibra dietética (3 g por 100 g) que ayuda a prevenir la absorción del colesterol en el intestino. La fibra también ayuda a proteger el intestino de la exposición a sustancias tóxicas reduciendo el tiempo de contacto de estas sustancias con su mucosa. Así se reduce el riesgo de cáncer de colon.

La chirimoya contiene varios antioxidantes poli-fenólicos. Entre ellos los más importantes en las frutas de la familia Annona son las acetogeninas Annonaceous, citotoxinas poderosas con propiedades anti-cáncer, anti-malaria y anti-helmintos. Diversos estudios en EEUU y Japón con la guanábana (una variedad de chirimoya) dan cuenta de sus propiedades y beneficios contra el cáncer de pulmón, páncreas y próstata.

Es rica en vitamina C. La vitamina C es un poderoso antioxidante natural. El consumo de frutas ricas en vitamina C ayuda al cuerpo humano a desarrollar resistencia contra los agentes infecciosos y destruyen radicales libre, pro-inflamatorios dañinos para nuestro organismo.

Además, la chirimoya es una buena fuente de vitaminas del complejo B, especialmente vitamina B-6 (piridoxina). Cien gramos de fruta fresca proporciona 0.257 mg ó 20% de los niveles recomendados diariamente. La piridoxina ayuda a mantener en buen funcionamiento del sistema neuro GABA del cerebro. Los altos niveles de GABA producen, además de otros importantes efectos, irritabilidad nerviosa y dolor de cabeza, de ahí la importancia de mantener los niveles bajo control.

Además, tiene una relación de sodio-potasio bien equilibrada. Un nivel adecuado de potasio en el cuerpo ayuda a controlar la frecuencia cardíaca y la presión arterial ya que contrarresta el efecto del sodio.

También contiene más minerales (en proporción) que muchas frutas comunes como las manzanas, y es rica en cobre, magnesio, hierro y manganeso.

No se debe consumir el interior de las semillas debido a su toxicidad.


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