Revista Economía

Chistes racistas

Publicado el 10 marzo 2015 por Torrens

Después de ver India’s Daughter me quede pensando en el tema del racismo y decidí explicar mi opinión en una nota, pero como el asunto es muy serio voy a empezar por dos chistes racistas que me contaron hace años.

El primero ocurre en Londres donde un emigrante hindú entra en las oficinas de British Airways y le dice a la señorita (con acento hindú)  “Llevo veinte años en Inglaterra y he ahorrado lo suficiente para regresar a India. Deme, por favor un billete de ida a Bombay”. La señorita contesta “Serán 100 Libras y un penique”. “Oh, pero en veinte años solo he podido ahorrar cien libras”. La señorita le dice “Pues tendrá que sacar un penique de donde pueda”.

El hindú sale a la acera de Oxford Street y empieza a pedir a la gente “Un penique para volver a la India”, “Un penique para volver a la India”, y al rato se cruza con el típico gentleman de la City, pantalón de corte a rayas, chaqueta negra, corbata a rayas, bombín y cartera de mano negros, y el hindú repite el mensaje “Un penique para volver a la India”, y la respuesta es “Aquí tiene una Libra y llévese 99 hindúes con usted”.

El segundo sucede en 1976 cuando Jimmy Carter estaba haciendo campaña para alcanzar la presidencia de USA y cubrió casi todos los estados en una famosa campaña, la primera, y probablemente la última, efectuada totalmente en helicóptero. Cuando estaba con el aparato en Alabama sobrevuelan un gran lago, y en el centro ven dos blancos en un bote remando como posesos, arrastrando a un negro que se mantiene como puede sobre una madera como un esquí rudimentario. Carter ordena activar los flotadores y descender justo al lado del bote. Una vez sobre el agua pregunta a los dos blancos “¿Les gusta lo que hacen?”, y le contestan “Si, claro”, “¿Lo hacen con frecuencia?”, “Todos los fines de semana”,  e insiste señalando al negro “¿Y su compañero es siempre el mismo?”, “A veces sí y a veces no, depende a quien podamos convencer?” y soltando un discurso sobre la lucha contra el racismo y lo mucho que ayuda que blancos y negros practiquen juntos actividades deportivas cierra la puerta del helicóptero y despega.

Cuando ya se ha ido, uno de los blancos le pregunta al otro. “Oye, ¿quién era ese tipo?”, “Jimmy Carter, posiblemente nuestro próximo Presidente”, y contesta “Caray. Pues de política sabrá mucho, pero lo que es sobre pesca de cocodrilos con cebo vivo ni puñetera idea”.

El racismo es inevitable y acaba transformándose en un problema cuando se pasa de vueltas, tanto en cuanto al racismo en si como a la utilización del racismo aparente de un grupo para atacarle o sacar ventaja.

El racismo y sus excesos crean situaciones conflictivas y a menudo vergonzosas. El segundo tipo de problemas, su utilización para difamar u obtener ventajas, es el menos visible, y el mejor ejemplo que se me ocurre se refiere una vez más al Islam. Los islamistas han conseguido aprovechar el racismo latente en la sociedad europea, su absurdo sentimiento de culpa, y las estupideces buenistas para conseguir calificar cualquier crítica al Islam, aunque esté muy bien fundamentada, como islamofobia y en consecuencia como racismo. Cualquier tipo de manifestación contra fechorías del Islam acaba siempre calificada de racista. En Europa, justificándolo como lucha contra el racismo, se han hecho muchas estupideces, cometido muchas injusticias y señalado con el dedo a muchos presuntos culpables que en realidad eran víctimas.

Otro chiste racista es también un buen ejemplo del uso del racismo para obtener ventajas o acusar sin base. Se produce un grave incendio en Londres que destruye totalmente un edificio de apartamentos muriendo todos sus inquilinos, excepto todos los integrantes de la única familia británica que vivía en el edificio, el resto eran todos inmigrantes. Inmediatamente varios periodistas montan una campaña sobre la discriminación racial asesina, hasta que el alcalde llama al jefe de bomberos y le exige una explicación de que solo salvasen a los británicos, y el jefe de bomberos contesta “La explicación es bien sencilla, el incendio ocurrió en horario laboral”.

Es cierto que los europeos, y los blancos en general somos racistas en mayor o menor grado. Hace un montón de años tuve una buena demostración de este hecho. Cuando estaba en los últimos años de Universidad, un grupo de seis estudiantes entre los que estábamos mi cuñado y yo, pasamos el mes de Julio con familias en Macon (Georgia). A mí me tocó la familia del arquitecto municipal de la  ciudad, y un día que iba a su despacho en el centro, entré en el ayuntamiento, cruzándome en la puerta con una viejecita negra que parecía sacada de una película, con su sombrero con florecitas y todo. Yo me aparté, y mantuve la puerta abierta mientras la viejecita salía. Cuando entré en el vestíbulo me quedé sorprendido porque un montón de ojos me miraban, los de algunos blancos eran en parte de odio y en parte como preguntándose “¿Pero qué caray ha hecho este tipo?”, y los de alguna señora negra era como si me diesen las gracias. Era a mediados de los sesenta cuando el tema racial era extremadamente sensible. No creo que hoy me encontrase con el mismo espectáculo.

Pero es rotundamente falso no solo que seamos los únicos racistas, sino que ni de lejos seamos los más racistas de planeta. Lo que ocurre es que los blancos somos los únicos que hemos ACEPTADO Y RECONOCIDO que somos racistas. Africa es un mosaico de tribus que las fronteras artificiales que impuso el colonialismo han entremezclado, pero que mantienen muy vivas sus tensiones. Aunque sean todos de la misma raza los odios, amigos y enemigos tienen importancia capital, y su racismo no se limita al insulto, al desprecio o a la pelea, sino que incluye la muerte.

Los chinos tienen el racismo enraizado en su cultura. Desde Confucio, la tradición china establece como cuna y lugar de nacimiento de la raza humana el centro de China, desde donde se extendió por todo el planeta. Todas las razas que se extienden por la tierra son consecuencia de la emigración y degeneración de la raza china. Esta consideración de que los demás somos consecuencia de la degeneración y la pérdida de cualidades de la raza china es especialmente dura con los negros. En los años 70, en la época del comunismo puro y duro, y a pesar de lo hermético de la información sobre lo que ocurría en el país, aunque con retraso de meses, en el resto del mundo se conocieron detalles de varias manifestaciones de estudiantes negros de países del tercer mundo como República Centroafricana, Uganda y Zaire que recibían ayuda china; las manifestaciones eran por el mal trato general que recibían, en concreto por lo mal vistos que estaban por toda la población, y la forma de dispersarlas fue muy contundente. En países como Singapur, con mucha mezcla de razas asiáticas, a pesar que los chinos representan el 60% de la población, son los que menos se mezclan con otras razas.

Los primos hermanos de los chinos, los japoneses tienen una concepción parecida de su raza y de los demás habitantes del planeta. El racismo en Oriente Medio no hace falta que lo describa porque es evidente, y lo que denuncia “India’s Daughter”, ¿no es también racismo?, referido no a una raza sino a un género, el femenino.

El racismo es una demostración más de que los animales racionales a veces somos muy irracionales.


CHISTES RACISTAS.


Volver a la Portada de Logo Paperblog