A ver por donde empiezo, porque a pesar de ser una ansiada compra, a mi me ha decepcionado un poco...
Desde fuera se ve una auténtica delicia, el un packaging con forma de tableta de chocolate, las sombras huelen a una mezcla de canela, vainilla, cacao..... que dan ganas de comértela,¡¡ sobretodo cuando te enteras que además tienen sabor!!
Sí, entra perfectamente por los ojos, es bonita, dulce, de una gran marca y además los tonos son perfectos para cualquier ocasión.... o casi cualquier ocasión.
Marrones, beiges y sombras iluminadoras tanto mates como brillates forman esta paleta tan versátil para muchas.
Yo no os voy a engañar, la calidad de las sombras es muy buena, gran duración y pigmentación pero hay un par de cositas que no me han cuadrado de ésta paleta.
La primera vez que la usé, me decidí a probar la sombra morada, es una sombra muy bonita con bastante shimmer. Pues bien, me pareció que puesta sobre el párpado no tenía nada que ver, apenas me pigmentaba y eso que utilicé prebase.
Otra cosa que hubiese venido bien sería un pincel. Aunque siempre usamos los nuestros, viene muy bien para sacarnos de un apuro. Ya que la paleta trae espejo, pues qué menos que un pincel, no??
Por último, he echado de menos una sombra negra. Me parece que sin un tono negro la paleta no termina de ser perfecta para mi gusto.Quitando éstas pequeñas pegas, por lo demás es una paleta muy cuca y que despierta curiosidad a todas mis amigas... eso de oler a chocolate y el envase tan mono la hace muy tentadora.
Os dejo los swatches para que podáis ver los tonos.
La paleta consta de 16 sombras, tanto brillantes como mates y la podéis encontrar en Sephora por unos 45 euros.
Besos!!
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