La visita del Papa Benedicto XVI a Santiago de Compostela y Barcelona fue una excelente oportunidad para dar a conocer el buen hacer de los pasteleros artesanos. En este sentido, se realizaron dos iniciativas chocolateras en cada una de las ciudades visitadas por su Santidad.
La primera de ellas es la que llevaron a cabo los pasteleros José Manuel de la Iglesia y su hijo Eloy de la Iglesia Fernández, de la Pastelería Royal de O Carballiño. Entre los dos llevaron a cabo una recreación del busto del Papa en chocolate blanco y negro. Para ello, necesitaron 25 kilos de chocolate. De hecho, esta pastelería ya ha elaborado mediáticas piezas de chocolate como la Catedral de Santiago, la Puerta Santa o el Hostal de los Reyes Católicos. Incluso se han atrevido a representar en chocolate al fallecido pulpo Paul o a políticos aprovechando la campaña electoral.
Por otro lado, el equipo de la Escuela de Pastelería del Gremio de Barcelona también ofreció al Papa una espectacular recreación chocolatera, esta vez de una de las fachadas de la Sagrada Familia. Para realizar la réplica del templo, el profesorado, liderado para la ocasión por Jordi Sempere, necesitó de 50 kilos de chocolate.
Cabe destacar que esta pieza nació por encargo del Cardenal Arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, que se puso en contacto con el Gremio de Pastelería de Barcelona para pedir una mona de chocolate sobre la Sagrada Familia que acompañara a los postres del almuerzo que ofrecido el 7 de noviembre. (Foto e información facilitada por Grupo Vilbo)
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