Lo de este hombre es una de las cosas más impresionantes que he visto desde que me aficioné a este mundillo machacando mis copias en VHS de La Princesa Prometida y Terminator 2. Michael Fassbender ha logrado en un solo año convertirse en una estrella de blockbusters (X-Men: Primera Generación), en lo más aplaudido de películas totalmente oscarizables (Un Método Peligroso y Shame) además de protagonizar dignos films alimenticios como Jane Eyre. Y encima tiene en el horizonte Prometheus de Ridley Scott así como lo nuevo de Rupert Wyatt (El Origen del Planeta de los Simios). Vamos, casi na´.
Solo le faltaba ponerse a las órdenes de un realizador como Aronofsky, capaz de exprimir hasta la última gota de los actores con los que trabaja. Dicha unión podría darse si el intérprete de 34 años acepta el papel protagonista de Noah, la revisión oscura y apocalíptica del diluvio universal que comenzará a rodar en los próximos meses. Anteriormente se había filtrado que el director de Cisne Negro tenía a Christian Bale en mente para el papel, pero el protagonista de TDK ha tenido que declinar la oferta porque ya está comprometido con los dos próximos films de Terrence Mallick, Lawless y Knight of Cups, que literalmente se grabarán cuando al director le de la gana (ya sabéis que sus rodajes llegan a espaciarse durante años). Y no se me podría ocurrir un sustituto más acertado que Fassbender y su contención apuntalada en un carisma magnético para la cámara (vamos, que si fuera tía me lo tiraba).
Vía Collider.
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