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“Chronicle”: Juegos y dramas adolescentes

Publicado el 05 marzo 2012 por La Mirada De Ulises

[6/10]   Andrew es un adolescente que un día compra una cámara de vídeo y se pone a grabar todo lo que sucede a su alrededor. En su timidez, acepta la invitación de su primo Matt para ir a una fiesta del instituto, junto a su amigo Steve. Pero la noche de juerga no termina con una borrachera de alcohol sino con el descendimiento a un misterioso pozo que descubren en el bosque, y cuya radioactividad -¿quizá proveniente de un meteorito?- les otorgará unos poderes extraordinarios de telequinesia -mover objetos con la mente- que pronto comenzarán a utilizar para sus juegos gamberros y para sus dramas personales. Esta es la historia de “Chronicle”, drama de ciencia ficción sobre individuos con superpoderes que firma John Trank como su opera prima, y que no tiene nada que ver con los héroes de la Marvel ni tampoco con Alicia ni con Astérix y Obélix… aunque unos se cayeran en la madriguera de la fantasía y otros en la marmita mágica.

“Chronicle”: Juegos y dramas adolescentes

La mirada más simple y superficial de la cinta se reduciría a contemplar cómo esos niñatos juegan a ser dueños de su ámbito, a superar su patológica timidez o a granjearse las simpatías femeninas. Pero esa visión se agotaría a los quince minutos, y entonces el espectador podría adentrarse en su universo adolescente para descubrir que, en el fondo, la cámara no es sino una manera de registrar la realidad distanciándose de ella… porque no se entiende, o controlando un entorno esquivo sobre el que proyectar los propios deseos hormonales o de ambición. El difícil ambiente familiar de Andrew con una madre gravemente enferma y un padre alcohólico, o los sueños idealistas de amor y poder no alcanzados de Matt y Steve nos hablan de esa dificultad y de esa necesidad de encajar en un ambiente hostil… lo mismo que los poderes adquiridos reflejarían la oportunidad que la adolescencia trae al descubrir un mundo lleno de posibilidades antes inimaginables.

“Chronicle”: Juegos y dramas adolescentes

De esta manera, desechado cualquier tipo de tratamiento realista o de acercamiento desde la verosimilitud, la película  funciona como alegoría del difícil mundo adolescente, entre el juego irresponsable y la incapacidad para explicar la crudeza de la vida, entre los sueños idealistas y la problemática de la autoestima. Especialmente, Andrew se nos ofrece como paradigma del adolescente que no puede controlar la ira del instante, necesitado de afecto y de un referente paterno, proclive a convertirse en un destructor indiscriminado cuando no a recluirse en la soledad de las nubes. No hay modo de contrapesar esa rabia contenida ni de llenar ese corazón afligido, y la víctima se convierte en verdugo alocado… a no ser que llegue a conocer el origen y destino de ese poder, aunque para eso no es necesario ir al Tíbet.

“Chronicle”: Juegos y dramas adolescentes

Al margen de esa elemental idea en torno al universo adolescente, John Trank nos da mucho fuego de artificio y espectáculo visual, con magníficos aunque repetitivos efectos especiales (los vuelos entre las nubes o el combate final son una atractiva invitación para la imaginación), frecuentemente con cámara en mano y subjetiva, y con un montaje sincopado que completa la estética moderna elegida. En ese sentido es como si, consciente de su poder como creador de ilusiones, el director se regodease en su capacidad para transformar la realidad, y por eso convierte a Andrew en su alter ego. La pena es que, como al trío adolescente, ese superpoder también a él se le va de las manos y, después de la sorpresa inicial, termina cansando al espectador que espera encontrar algo más detrás de tanto vuelo acrobático y de tanta explosión estruendosa.

“Chronicle”: Juegos y dramas adolescentes

Por otro lado, la narración fluye con buen ritmo y los personajes están escritos con trazos simples y sin excesivo calado dramático, con actores que se mueven con espontaneidad y desparpajo y que cumplen con su papel, aunque pronto se conviertan en muñecos de un guión que los trae y los lleva en una danza espacial. De todas formas, el poco recorrido de la historia puede terminar aburriendo un poco al espectador menos crédulo, que estará a punto de llamar a la pareja científica de “Luces rojas” para desenmascarar tanto fraude y artificio. Al final, alguno espera que a Matt le vuelva a sangrar la nariz, porque eso significaría que habrá secuela… y si no, también porque la taquilla en Estados Unidos ha sido buena y la puerta para nuevos juegos y dramas adolescentes queda bien abierta.

Calificación: 6/10

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En las imágenes: Fotogramas de “Chronicle”, película distribuida en España por Hispano Foxfilm © 2012 Adam Schroerder Productions y Davis Entertainment. Todos los derechos reservados.


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