De todo lo bonito que había para fotografiar, como este callejón, a mí me dio por el solar en ruinas, que, supongo, en breve se convertirá en un bloque de pisos…
Me gustó ese color azul celeste desvaído. Y el ocre, destacando entre la desolación…
Llámame rara pero, vi belleza en los signos del pasado tan evidentes en esas paredes… Supongo que si algún día vuelvo, veré un edificio (ya no sé si bonito o feo) del que saldrá una madre atareada con sus niños, mientras en el piso del tercero, una mujer riega los espléndidos geranios de su terraza…
Ciclos.