Revista Cultura y Ocio

Cielo y tierra atestiguaron su inocencia.

Por Santos1
Beato Guillermo Horne, cartujo mártir. 5 de agosto.
Sobre su infancia y juventud nada sabemos, bien se le podrían aplicar las palabras que la Escritura dice de San Elías (20 de julio) "surgió Elías, el tesbita", sin citar más sobre sus orígenes.

Cielo y tierra atestiguaron su inocencia.

Martirio de Guillermo Horne.
Chapter House. Parkminster.

Guillermo Horne era Hermano en la Cartuja de Londres cuando en 1534 se desató la rebeldía de Enrique VIII contra Dios y la Iglesia, persiguiéndola y dando nacimiento a la Iglesia Anglicana. Los Cartujos de Londres fueron de los primeros en ser conminados a adherirse a la voluntad real con respecto al divorcio y la cuestión de la sucesión al trono de Inglaterra. La causa de dicha premura está en el buen prestigio que los cartujos tenían como hombres de Dios ante la Iglesia y el pueblo. El prior de la Cartuja, San Juan Houghton (4 de mayo), respondió a las pretensiones reales: "Los Cartujos tenemos por costumbre no meternos en los asuntos de los Gobiernos. Por tanto no nos toca decir cuál ha de ser la persona llamada a compartir los honores del Trono, o a recibir la sucesión de la Corona". Ante esta respuesta neutral, fueron los monjes precisados a ir más allá y declarar su aceptación o no del divorcio de Enrique. Su respuesta fue simple: si la Iglesia había bendecido ese matrimonio nadie tenía por qué declararlo nulo.
Esta respuesta les valió la cárcel a la comunidad. Sin embargo, siendo solo una cuestión política, finalmente prestaron juramento de obedecer al rey y aceptar la cuestión dinástica, hasta donde lo permitiera la conciencia y la ley divina. Sin embargo, en noviembre de ese mismo año, Enrique VIII se proclamaba a sí mismo y a sus sucesores como Cabeza de la Iglesia Anglicana, con lo cual se iniciaba un período de persecución contra todo católico que no aceptara semejante herejía. Los cartujos de Londres recibieron la noticia respondiendo: "Muramos en la simplicidad de nuestros corazones. El cielo y la tierra darán cuenta de nuestra inocencia". Y se dispusieron a la muerte mediante la oración y la penitencia. El último día, mientras cantaban la Misa Votiva del Espíritu Santo, todos sintieron una brisa que recorría la iglesia conventual, y al mismo tiempo una moción interior de fuerza para el martirio.
A inicios de noviembre, los priores de Londres, el mencionado Juan Houghton, junto a San Roberto Lawrence y San Agustín Webster, priores de Beauval y Axholme, respectivamente, se entrevistaron con el terrible ministro Cromwell, para pedirle respetara la paz y la neutralidad política de los cartujos, que solo querían servir a Dios. El resultado de la entrevista fue la acusación de alta traición para los tres monjes, y su encarcelamiento en la Torre de Londres. Su prisión y martirio fue atroz, y su victoria ínclita. Pablo VI, los canonizó a los tres el 25 de octubre de 1970, junto a los otros Santos Mártires de Inglaterra y Gales. Entre ellos al brigidino San Ricardo Reynolds (4 de mayo), quien durante mucho tiempo fue tenido como uno de los cartujos. La Iglesia los venera a 4 de mayo.
Los monjes quedaron en la Cartuja, impresionados y alentados con el ejemplo de los tres priores. Poco tiempo después otros monjes fueron arrestados, el Beato Humfrey Middlemore, Vicario del monasterio; Beato Guillermo Exmew, el Procurador; y Beato Sebastián Newdigate, monje cercano a Enrique VIII que había abandonado la corte a causa de sus escándalos y entrado en religión. Fueron puestos los tres en un cepo en el mismo monasterio hasta que reconocieran al rey como Cabeza de la Iglesia. El mismo rey fue dos veces para intentar convencer a su pariente, pero nada logró. Finalmente los tres fueron llevados a la Torre de Londres, para ser martirizados el 19 de junio de 1535.
La Cartuja fue dejada en paz solo por un tiempo, debido a que la atención se la llevaba el martirio de Santos Juan Fisher y Tomás Moro (22 de junio) y las muertes de Catalina de Aragón y Ana Bolena. Esta calma sirvió para ver quién era cada uno en el monasterio cartujo. Si bien la persecución, el hambre y las privaciones, hicieron firmes a algunos cartujos, a otros les hicieron débiles y apóstatas. Instalados funcionarios reales en el monasterio, minaban cada día la primera entereza de la comunidad. Algunos monjes, para estar en paz, consintieron en apostatar, y uno de ellos fue puesto como Prior por los funcionarios, que antes llevaron a la cárcel a los monjes más renuentes a aquella imposición: Juan Fox y Mauricio Chauncy, pudiendo el segundo escapar a Francia y sería quien narrara parte de lo ocurrido. Juan Rochester y Jaime Walworth fueron llevados a la cárcel y martirizados en mayo de 1537.

Cielo y tierra atestiguaron su inocencia.

El Beato Horne y sus 9 compañeros
son conducidos a Newgate.
Cartuja de Londres.

En 1537, diez monjes hicieron una enérgica defensa de la autoridad del papa en la Iglesia y la fidelidad que le debían, entre ellos estaba nuestro Beato Guillermo Horne. Fueron arrestados el 20 de mayo, y llevados a la cárcel de Newgate, donde fueron sometidos al tormento estar de pie todo el tiempo, pues tenían una argolla en el cuello, con la cual se ahorcarían si se dejaban caer. Por un tiempo una mujer les pasaba comida a escondidas, pero al ser descubierta, fueron castigados nuestros mártires a morir de hambre. Poco a poco fueron muriendo, o mejor dicho, viviendo para Cristo. Entre junio y septiembre murieron nueve, solo quedando nuestro Beato, al cual decidieron alimentarle lo justo para que no muriera de hambre, solo por mantenerle como ejemplo disuasorio para los demás monjes que osaran desafiar al rey. Así un humilde monje daba ejemplo de entereza cristiana a numerosos prelados que apostataron. Tres años vivió en esta agonía, hasta que, finalmente fue ejecutado, luego de arrastrarle y descuartizarle, el 4 de agosto de 1540. Poco tiempo antes, el cruel Cromwell había sido ejecutado por Enrique VIII, que no dudaba en deshacerse de los que le estorbaban.
En 1886 León XIII firmó el Decreto de Martirio de numerosos testigos de Cristo en Inglaterra, entre ellos los cartujos mencionados. En diciembre de ese mismo año les beatificó a todos. Fueron sus compañeros de martirio, los Beatos Guillermo Greenwood, Juan Davy, Roberto Salt, Walter Pierson, Tomás Green, Tomás Scryven, Tomás Redyng, Ricardo Bere y Tomás Johnson.
Fuente:
"Santos y Beatos de la Cartuja". JUAN MAYO ESCUDERO. Puerto de Santa María, 2000.
A 5 de agosto además se celebra a:
Santa Afra de Ausburg, mártir.
San Abel de Reims, obispo.

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