Cientos de niños muertos a manos de sus padres porque el personal médico no alertó de los malos tratos

Cientos de niños han muerto a manos de padres borrachos, drogados y violentos, porque el personal médico hizo muy poco por salvarlos, según un informe condenatorio, expuso ayer. En un caso tras otro, no lograron detectar las señales de advertencia de maltrato en niños que podrían estar en peligro antes incluso de que nacieran.
 El informe de Ofsted crítica y revela como los médicos y enfermeras a menudo han puesto demasiado énfasis en las necesidades de la madre a expensas de sus bebés y la subestimación de su "fragilidad". El rol de padres abusivos y los peligros que plantean había sido "marginados" o ignorados.
 A raíz de la muerte de Peter Connelly en 2007, un bebé 17 meses de edad el cual sufrió meses de abusos en su casa a pesar de estar en el registro de riesgo, ha habido una creciente preocupación acerca de cómo las autoridades locales y el personal de atención médica gestiona los casos de niños vulnerables de maltrato.
La investigación Ofsted estudió cientos de casos en los que los niños murieron o sufrieron lesiones graves a manos de sus padres, se conoce como revisión de casos graves, entre 2007 y 2011. Los investigadores se centraron en el papel de los trabajadores de la salud que entran en contacto con las familias, tales como médicos, matronas y auxiliares sanitarios. El informe asegura:

"La institución más frecuentemente involucrada con los bebés es la de salud. En algunas revisiones de casos graves se trataba de la única institución que tenía implicación con las familias. "

El informe indica las muertes de bebés menores de un año eran a menudo una consecuencia de deficiencias por parte del personal del NHS, que no pudo hacer bien su trabajo o para decirnos lo que estaba pasando. En uno de los casos, un niño murió de hambre después de un medico de cabecera llevó a cabo los controles básicos en el peso.

Otro bebé se estremeció hasta la muerte después de que, en la evaluación de su familia, los trabajadores de salud,  no se percataran de que el padre tenía un largo historial criminal. En una tercera, una madre deprimida asfixiado a su bebé. Los médicos y trabajadores de la salud estaban tan preocupados por la protección de su privacidad, que no se informó de que podía ser un riesgo para su hijo.
Ofsted examinó 210 casos de muertes y lesiones graves a los bebés menores de un año desde 2007 hasta este año. Se encuentran ejemplos repetidos por parte de las instituciones al subestimar los riesgos que pueden suponer los padres, de fondo y forma de vida, incluyendo el consumo de drogas o alcohol y haber sido victima de abusos cuando eran niños.
Fuente: dailymail