Cierra el año en familia por todo lo alto

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Han pasado casi 365 días desde que escuchaste las campanadas que inauguraban el 2016. ¿Has hecho ya repaso de tu año? Puedes llegar al 31 de Diciembre sin pena ni gloria, o puedes convertirlo en un cierre de año para no olvidar nunca.

Quizá has preferido mirar un poco por encima del hombro hacia atrás y quedarte con las sensaciones que tienes en la tripa, con la vaga idea de que es un año para olvidar, quizá que serán unos meses que no pasarán a los anales de tu historia particular…

¿Te atreves a meterte un poco más en lo que ha sido tu historia reciente?

Puedes hacerlo de varias maneras:

Coge las fotos de este año, esas que tienes acumuladas en la memoria de tu ordenador o en la tarjeta de la cámara y echa un vistazo. Hay caras conocidas, actividades compartidas, sonrisas, paisajes, fiestas…
Haz un repaso de los proyectos personales, familiares o profesionales que has llevado adelante: mudanzas, contratos, rehabilitación, búsqueda de empleo, apoyos recibidos, dificultades que has superado…
La amistad auténtica es esa que permanece aunque estemos juntos unas pocas veces al año: esa amiga, ese amigo con el que puedes hablar de cualquier cosa, de las que te pasan y te importan, como si le hubieras visto el día anterior aunque hace semanas que no os veis
Tus hijos habrán crecido en muchos aspectos, en estatura, en el largo del pelo, en habilidades, en vocabulario, en relaciones y puede que en enfermedades superadas. Cada hito es un motivo de orgullo, cada pelea y conflicto es una ocasión para aprender a convivir y crecer también nosotros como padres
Y ¿qué me dices de esas intuiciones que has tenido? Aquellas a las que hiciste caso y aquellas que preferiste obviar para evitar cambiar de rumbo, todas forman parte de ti, de quien eres, hablan de tu sabiduría y tu capacidad para cuidarte
Las decisiones que has tomado, las buenas, las malas, las regulares, todas te enseñan algo sobre tu persona, sobre los demás, sobre la vida. ¿Cuáles son las que han marcado tu vida este año?

Tantas emociones vividas… ¿cuáles son las que están más presentes en ti ahora al mirar hacia atrás? ¿Qué sentiste a menudo durante este año? ¿Cómo lo gestionaste?

Estuviste vivo durante todo este tiempo, tu sistema emocional no dejó de trabajar ni un solo segundo, siempre a tu favor. Aunque tuvieras dificultades para comprender, expresar o decidir. Eres una maravillosa máquina de sentimientos y te voy a proponer que la uses a tu favor sacando a relucir todo lo positivo que palpita en ti y en vuestra familia:

Prepara una tarjeta para cada miembro de la familia. En un lado escribe o dibuja lo que la otra persona significa para tí, todo lo que te aporta su compañía. En el reverso le dedicas un deseo para el próximo año. ¡Hacerlo juntos es una actividad reconfortante y emocionante!

Llega el momento de hacer intercambio de tarjetas. Todos reciben una tarjeta de cada miembro de la familia. Todos reciben el maravilloso mensaje de que son valiosos y aportan en positivo a la vida de los otros. Y reciben los mejores deseos de los demás para sus próximos 365 días.

Un modo maravilloso de cerrar el Año y continuar escribiendo una historia juntos.

¡Que tengáis un 2017 espléndido!