Revista Psicología

Ciertas 'neuromodas'

Por Lizardo

Ciertas 'neuromodas'
Steven Pinker en su bestseller 'How the mind works', nos recuerda un aspecto de la psicología del arte imprescindible antes de abordar su estudio: el arte no es sólo explicable por una psicología de la estética sino que además requiere el entendimiento de una psicología del status. Desde la perspectiva de la psicología evolucionista que ejerce Pinker es incomprensible una actívidad intrínsecamente inservible para la reproducción o la supervivencia. Así propone ejemplos de cierta futilidad del arte cuando éste no se halla estrictamente ligado a la estética sino a la moda más casquivana; adjetivos de tendencias que luego de su momento perviven como menoscabos estéticos, verbigracia: gótico, barroco, rococó;  o grupos elitistas donde es imperdonable mal gusto admitir que se prefiere la música salsa a Mozart  aunque sí se tolera ser ignorante de toda formación científica aunque sea ésta necesaria para la salud individual o la política pública.
Obviamente, Pinker lo subraya, la mención de estos hechos no pretende denigrar al arte sino clarificar el tópico de estudio, esto es, cribar lo veleidoso y epidérmico del fenómeno artístico para concentrarse en lo auténtico y perdurable de él.
Traemos a colación este introito pues leíamos una entrada en el Guest Blog de Scientific American que se titula Can brain scans help us understand Homer? (Podemos traducirlo como '¿Las neuroimágenes pueden ayudarnos a entender a Homero?').
John Horgan, su autor, reporta cierta reciente tendencia de académicos de humanidades y letras que buscan inspiración en las neurociencias para sus artículos e investigaciones. Enumera como ejemplos flamantes estudios sobre la teoría de la mente aplicada al análisis de las novelas de Jane Austen o desarrollos de la teoría del gen egoísta como nueva exégesis para El Quijote. La pregunta de Horgan no peca de retórica: ¿Se emprenden estas investigaciones por genuina curiosidad intelectual o por mero afán de figuración, engrosamiento de currículo y obtención de grants?
Ciertamente de un tiempo a esta parte se puede verificar la proliferación del prefijo 'neuro' en las mejores formas y con los más legítimos intereses, entremezclados con otros asuntos del más ligero talante imaginable. El prestigio de las 'neurociencias' es seductor motivo que tienta a colocar el prefijo 'neuro' como un timbre de distinción y modernidad. En alguna entrada antes habíamos enlazado a Tizón J. ¿Por qué 'Neurociencias' y no 'Psicociencias'? Godzilla y Bambi en el reino de la epistemología y es pertinente hacerlo nuevamente.
Por supuesto, como en otras ocasiones, se impone rescatar lo inmensamente valioso de las nuevas perspectivas y tecnologías pero separando la paja del trigo; aunque el artículo de Horgan es puntual, su reflexión es extensible a otros campos del conocimiento y quehacer humano y a sus respectivos cultores y profesionales. El remate es antológico: 'Humanities scholars can best serve the humanities—and humanity--by being informed, articulate critics of science, not naïve worshippers or imitators of it.'
Ciertas 'neuromodas'
Enlace:
- Can brain scans help us understand Homer? por John Horgan, en Scientific American.
 

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