Los productos ecológicos y en general todo lo que rodea a la ecología era visto hace poco tiempo como algo propio de élites con alta capacidad adquisitiva. El consumo de productos ecológicos era cosa de los nuevos progres adinerados.
Sin embargo, día a día, paso a paso y pese a todos los inconvenientes que sufre un sector cuya filosofía difiere tanto de los principios de la industria agro alimentaria (y de de la agroquímica), los productos ecológicos y la conciencia medioambiental están ganando cada día más adeptos en todo el mundo.
Queda mucho camino por recorrer y habrá que poner en marcha iniciativas que a día de hoy aún parecen meras ilusiones, pero según los datos, el progreso tanto del consumo como de la producción parecen imparables.
Los consumidores aumentan su grado de exigencia especialmente en el consumo de alimentos, esto se debe en parte a una creciente preocupación por su salud y a la también creciente sensibilidad hacia el planeta.
En Francia, el mes pasado se publicó un informe sobre la producción y el consumo de productos ecológicos cuyo resultado muestra unas cifras históricas que demuestran que lo ecológico ya es algo cotidiano para muchos consumidores.
Según dicho estudio, en 2003 una de dos personas encuestadas consumían productos ecológicos, hoy son ya 9 de 10. Un 89% declaró consumir productos ecológicos ocasionalmente en 2015 ( 75% en 2014 y 54% en 2003) y 65% al menos una vez al mes ( 49% en 2014 y 37% en 2003) .
Entre éstos, un 27% consumían una vez por semana (19% en 2014) y el 10% lo hacía a diario (9% en 2014).
Actualmente sólo un 11% de los ciudadanos franceses encuestados declaró que nunca había consumido ningún producto ecológico, en 2003 era un 46%.
Durante los últimos seis meses de este año se crearon 21 nuevas granjas ecológicas cada día. En Francia, la superficie dedicada a la agricultura ecológica supera los 1,5 millones de hectáreas.
1.200 nuevas empresas ecológicas en 6 meses.
La expansión del sector llega también a las empresas de elaboración y distribución, durante el primer semestre de 2016 se registraron 1.200 nuevos operadores.
La demanda del ciudadano es imprescindible para el desarrollo del sector, pero lo ecológico es una cuestión más profunda y para ello, tanto consumidores como productores y agentes se reúnen periódicamente para tratar de mejorar e intercambiar proyectos, modos de financiación y reflexiones.
El futuro de la agricultura ecológica es cosa de todos.La tienda de barrio gana la partida.
Muchas opiniones daban por muertas a las incipientes tiendas ecológicas en el momento en que la gran distribución comenzara a comercializar productos ecológicos.
Sin embargo no ha sido así, si no todo lo contrario: los pequeños comercios han mantenido y aumentado sus ventas un 25% el primer semestre de 2016, mientras que las grandes superficies aumentaron un 18%.
Entre tiendas de barrio y supermercados abarcan el 80% del mercado de productos ecológicos, el otro 20% se lleva a cabo mediante venta directa en el lugar de producción.
A pesar de todos los esfuerzos de los lobbies de la industria agroalimentaria, finalmente es el consumidor quien impone su ley.
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