Cinco razones para usar una amoladora de mano

1. gastar su dinero en una fresa, no un motor.

Una buena rutina es todo acerca de las rebabas. Cuanto mayor sea el conjunto de las rebabas, el más consistente la rutina. Por ejemplo, el Baratza Virtuoso tiene 40 mm rebabas conjunto por $229, mientras que el OE Lido 2 tiene una rebaba de 48 mm de $175,00. Esencialmente, con una amoladora de mano consigue más rebabas para menos masa.

2. mano amoladoras son ideales para viajar.

Tomar de alguien que ha volado a campo traviesa con un Mahlkönig K30 doble como un hombre en ti no muy divertido viajar con un molinillo eléctrico. No sólo tendrá una amoladora eléctrica mayor parte de su bolsa, pero seguridad del aeropuerto se que es una bomba. 

También, amoladoras de mano trabajan en cualquier país sin un transformador de potencia. Ahórrate un montón de problemas y solo trae una amoladora de mano la próxima vez que viaje.

3. una amoladora de mano buena durarán para siempre.

David Bazan cantó una vez “menos partes móviles significa menos piezas rotas”. Probablemente estaba pensando en molinillos de café. Todas las rebabas eventualmente necesitan reemplazarse, pero con una amoladora de mano no tiene que preocuparse sobre un eje de engranaje roto o temporizador. 

En otras palabras, pasará más tiempo tomando café y menos tiempo tratando de arreglar su amoladora.

4. amoladoras de mano no necesitan electricidad.

Si usted está acampando o tiene un corte de energía, en algún momento de tu vida vas a quiere una taza de café y no tienen acceso a electricidad. Además, nosotros podríamos todos reducir nuestra huella de carbono.

5. mano amoladoras son un montón de diversión.

La ciencia ha demostrado rituales de ayuda en nuestro disfrute culinario. Cada amoladora de mano comprometida estará de acuerdo que el proceso de molienda de café a mano se convierte en parte integral de su rutina de la mañana. 

Si el café es simplemente un medio para un fin para usted, usted puede ser mejor servido con un buen molinillo eléctrico. Pero si disfrutas de un café casi tanto como beber, cambiar a una amoladora de mano y nunca volverá.