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Cinco razones para ver «Thirteen reasons why» | Adaptaciones literarias

Publicado el 05 mayo 2017 por Carmelo Carmelo Beltrán Martínez @CarBel1994
Thirteen reasons why se ha convertido en la serie revelación del año. A no ser que hayáis estado viviendo en una cueva, estoy seguro de que sabéis qué historia os estoy hablando. Sí, de esa en la que un adolescente se suicida y a través de unas cintas de casete cuenta las trece razones por las que lo hizo.
A pesar de que no se trate de la mejor serie de la historia como muchos dicen —al menos en mi opinión—, sí que es una de esas obras que todo el mundo debería de ver en algún momento. Aprovechando que se trata de una adaptación literaria, hoy quiero contaros cinco razones para que veáis Thirteen reasons why.

Cinco razones para ver «Thirteen reasons why» | Adaptaciones literarias
Antes de continuar me gustaría avisar de que este post va a estar plagado de spoilers, así que si todavía no habéis visto la serie y habéis terminado en este vídeo, os recomiendo que lo pauséis y disfrutéis antes de esta gran historia.

Razones para ver Thirteen reasons why


Versión en vídeo



La historia de Hannah Baker y no del resto

Puede parecer una tontería, pero muchas series acaban diluyendo su argumento principal en pos de un gran número de subtramas en las que el espectador puede perder el hilo de los acontecimientos. En Thirteen reasons why, a pesar de que contamos con historias de cada una de las personas que resultan ser un motivo del suicidio de Hannah, siempre está ella como punto de referencia.
Este aspecto sobre todo se ve al final. Del único personaje del que vemos una conclusión es de Hannah Baker con su muerte. Del resto no sabemos nada. ¿Condenarán a alguno? ¿Clay conseguirá salir adelante? ¿Soportarán los padres de la protagonista la historia de las cintas?
No sabemos absolutamente nada.

El odio solo genera odio

En el último episodio se puede ver a Tyler con una gran cantidad de armas en su cuarto escondidas. Minutos después este le dice a su madre que no se preocupe por él, que sabe cuidarse por sí mismo, y no pasa demasiado tiempo hasta que sabemos que Alex ha recibido un tiro en la cabeza.
A pesar de que se diga que ha sido un autodisparo, todo parece indicar que no lo es. Esa escena final con Tyler quitando la foto de Alex como el que tacha un nombre de una lista es bastante reveladora de lo que ha pasado y puede ocurrir próximamente.
La serie ofrece un mensaje claro: el odio solo genera odio.

El acosador que no sabe que acosa

Si algo nos enseña Thirteen reasons why es que cualquiera podemos ser unos acosadores con nuestros comentarios o forma de comportarnos, ya sea nuestro objetivo o no. Nunca sabemos cuando unas palabras pueden herir a una persona o cuando una simple mirada y el silencio que la acompaña puede romper un alma por dentro.
Esta historia debería de verse en todos los institutos para que todo estudiante que haga un chiste, que se ría de alguien o golpee para demostrar su superioridad a un compañero, se lo piense dos veces.

La polémica de los temas que trata

La serie de Netflix ha levantado una gran polémica por los temas que ha tratado y no es para menos, pues por fin alguien se ha atrevido a contar una historia duda sin ningún tipo de tapujos.
En Thirteen reasons why se muestran violaciones explícitas con la dureza que las acompaña. Te la muestran para que las sientas, para que te transmitan el dolor. Tenemos palizas a compañeros en las que se ve claramente como algunos intentan imponer siempre su fuerza sobre el resto y que, por desgracia, en la mayoría de las ocasiones les es suficiente.
Lo mejor de todo es que ha tratado estos asuntos con total normalidad, con lo común que merece algo que sucede todos los días, pero con la fuerza necesaria para tratar de cambiarlo.

La escena del suicidio

La escena del suicidio es el culmen de la historia. Es ese momento que todos sabíamos que se mostraría en el último episodio como colofón de la temporada, pero que ninguno esperábamos ver de una forma tan tangible. Y asusta.
Aterra porque no dejan nada a la imaginación, pero sobre todo porque sabes que cualquiera de los compañeros con los que alguna vez has ido a clase podrían ser Hannah. Da miedo porque te está revolviendo el estómago y destrozándote por dentro, pero aun así te obligas a mirar porque Hannah lo merece.
Creo que la escena era totalmente necesaria y que no había mejor forma de haberla rodado.
Sin embargo, a pesar de que ha habido muchos elementos que tampoco me han ido convenciendo por el camino, hay uno que es el que se ha llevado la palma: machismo.

El machismo no es bullying, sino otra lacra de la sociedad


Si no todos, el 99 % de los abusos, burlas y problemas que afronta Hannah son consecuencia del machismo imperante en ese instituto y en la sociedad y disfrazarlos de acoso escolar no hace más que restarle problemas a otra situación que merece que se la llame por su nombre.
Se objetiviza a Hannah, la violan, la llaman puta y muchas más cosas que le suceden por el solo hecho de ser mujer.
Llamemos a las cosas por su nombre, no disfracemos las vergüenzas de nuestra sociedad.
Hasta aquí las cinco razones por las que deberías de ver Thirteen reasons why y una de regalo por la que la serie debería de mejorar. ¿A vosotros qué es lo que más os ha gustado de esta historia? ¡Dejádmelo en los comentarios!
Carmelo Beltrán@CarBel1994

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