Revista Comunicación

Cinco razones por las que deberías hacer un blog si tienes una pyme

Publicado el 30 octubre 2012 por Lununcan
Escribe un blog, tus clientes te verán en Internet

Escribe un blog, tus clientes te verán en Internet

No sé tú, pero yo estoy cansado de escuchar a pequeños empresarios eso de que “a mí no me hace falta un blog” o “mi negocio se basa en cosas tangibles y no tengo nada que contarle a nadie” o “lo de Internet es para gente joven que tiene tiempo libre” y ese largo etcétera de justificaciones para no intentar hacer un poco de ruido con el que ser escuchado por un potencial cliente.

Curiosamente, nada dista más de la realidad que esos comentarios. Todos los pequeños y medianos empresarios, ya sean dueños de una charcutería, tengan una startup súper moderna o se dediquen a hacer reformas de pisos en Madrid, tienen en sus manos todas las herramientas que necesitan para hacer un blog de calidad con el que captar clientes y negocio: 

1) Eres un experto en la materia de tu blog

Lo primero de todo. Si tienes una empresa que funciona, no es por tu cara bonita. Tienes un trabajo porque sabes hacerlo y sabes que el mundo está lleno de gente que no lo hace tan bien como tú. Por poner un ejemplo, si detectas que alguno de tus productos empieza a funcionar mejor que otros, no te lo calles. Compártelo en tu blog. Quién sabe, a lo mejor eres de los primeros en decirlo en Internet, con lo que Google te posicionará en sus búsquedas en los primeros resultados y, si ese producto se pone de moda y la gente empieza a buscarlo mucho por Internet, será tu blog el que se lleve el tráfico y, por tanto, a los potenciales clientes. Si la gente busca algo y lo encuentra en tu blog corporativo, tienes muchas papeletas para que se pasen por tu negocio o te llamen para obtenerlo. Si no te llaman, al menos habrás ayudado a gente que necesita de servicios o productos como los que tu ofreces, ¿no?

Sea lo que sea que hagas para ganarte la vida, eres bueno en eso y mejor que a un montón de gente que hay por ahí, eso seguro. El mundo quiere conocer tu experiencia. Déjalo por escrito en la web y si no le sacas partido, al menos el resto del mundo se puede beneficiar. Venga, hazme un favor y postea sobre eso que va tan bien.

;-)

2) Eres es un buen investigador y cuentas con todo Internet para documentarte

A veces, cuando te sientas a escribir una entrada de tu blog, incluso si se trata de algo que conoces mejor que nadie, te puede surgir alguna de esas dudas sobre algún dato global de tu negocio que no eres capaz de resolver, pero sabes que si no lo pones en tu post, quedará un poco “cojo”.  Pues para eso está Google, ¿no? Ponte a bucear un rato en la web, a ver si encuentras la respuesta a esa duda que te acecha. Seguro que la encuentras. Además, mientras buscas la información, vas a aprender un montón de cosas que no sabías o que no recordabas y…. ya lo decían los griegos, “la inspiración llega a través de la  observación”.

La diferencia entre un buen y un mal blogger es que el bueno reconoce que no lo sabe todo y, por eso  investiga la respuesta correcta para llenar el vacío de conocimientos. Eso es también lo que hace que su contenido sea más interesante que el de los demás.

3) No tienes que escribir tanto y a veces no te hará falta ni escribir

Los contenidos de un blog no tienen por qué ser demasiado largos. De hecho, por lo general es mejor que sean breves. Por un lado, porque a la gente no le apetece demasiado leerse un “chorizo” larguísimo en Internet, prefieren ver imágenes o vídeos, que cansa menos. Y por otro, porque Google también lo sabe y premia a los escritores concisos y directos.

Además, seguro que tienes un móvil con el que haces unas fotos estupendas o unos vídeos casi tan chulos como los de Steven Spilberg. Si estás cansado y no tienes tiempo para postear algo muy profundo, limítate a subir esa foto que has hecho con Instagram que te ha quedado tan chula. Otras veces puedes usar el folleto que has creado para enseñárselo a un proveedor o las fotos que has recabado de internet para montar una propuesta para un cliente.

Ahora bien, esto no quiere decir que debas escribir siempre  100 palabras en cada entrada o que sólo subas fotos sin explicar de qué se trata. Recuerda que el contenido de tu blog tiene que ser útil, de lo contrario tus lectores (y las arañas de Google, por su puesto, también) se darán cuenta y te “castigarán”.

4) Es probable que ya tengas casi todo el contenido escrito

Vivimos en un mundo en el que casi todo es Marketing. En tu correo electrónico tienes miles de mails que te pueden servir. Pero también tienes archivos guardados en el escritorio, en folletos impresos que te dieron en esa feria sectorial a la que acudiste, en antiguos documentos técnicos que no han promovido en los últimos años… en fin, tienes una barbaridad de contenido esperando a que lo publiques. Incluso puedes sacar muchísima información de una tabla de Excel en la que apuntas, por ejemplo, tu relación con tus proveedores.

5) No tienes que ser Cervantes, todos podemos escribir

De hecho, es mejor que no lo seas. Los blogs no tienen por qué ser un ejercicio creativo, con que sirvan como una muestra de una realidad, sobra. Además, la pedantería suele ser aburrida y molesta de leer. Si empiezas a escribir a menudo, te darás cuenta de que es más fácil escribir de forma sencilla. Escribe de la misma forma en que hablas e intenta hacer frases cortas. Y recuerda, dos cosas muy importantes

  • La fórmula sujeto + verbo + predicado siempre es la mejor
  • No pasa nada por usar el punto y seguido. Nadie te va a reprochar que no escribas frases de cinco líneas. De hecho, te agradecerán las frases breves y concisas

Está claro que si eres mediano empresario o emprendedor, no tienes ninguna excusa para no escribir un blog corporativo. Recuerda, eres un experto en la materia y el mundo necesita saber tu conocimiento único.


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