Revista Cine

Cincuenta Sombras Más Oscuras. No hay sombra que oculte su pobreza.

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

Hace 2 años llego a los cines de México y el mundo la película “Cincuenta Sombras de Grey”, basada en los libros del mismo nombre de E.L. James y que nos contaba la historia de Anastasia Steele, una chica que queda rápidamente enamorada de un empresario joven y misterioso llamado Christian Grey, quien tiene unas prácticas sexuales muy “peculiares”.

La película termino siendo un enorme éxito de taquilla, llegando a ser en su momento la película con clasificación C más taquillera de todos los tiempos (hasta que “Deadpool” el año pasado la supero), pero termino siendo odiada a mas no poder. La falta de historia, la pobre personalidad de los personajes y el hecho de ser un fan fiction de “Crepúsculo” termino por provocar un rechazo del público y la crítica, tanto que llego a ser considerada la peor película del 2015. En lo personal, encontré la entrega bastante mala, pero no llegue a odiarla como otros. Quizá porque ya sabía a qué me enfrentaba, así que cuando fui a verla decidí ver algunos aspectos positivos: la fotografía es buena, la música y canciones son contagiosas y Dakota Johnson me termino sorprendiendo, ya que aquí esperaba la peor actuación de la película.

Cincuenta Sombras Más Oscuras. No hay sombra que oculte su pobreza.

Pero más allá de si es una buena o mala película, “Cincuenta Sombras de Grey” fue un éxito tan grande en taquilla que el anuncio y confirmación de la secuela fue más que evidente, solo que con algunos cambios: la directora Sam Taylor-Johnson dejo la franquicia (se sabía que tenía broncas con la autora de los libros) y su lugar es ocupado con James Foley, un hombre dedicado más a series de televisión y que tenía una década sin dirigir para la pantalla grande. También se mencionó que se llegaron a tener broncas con los actores, pero nada que una buena lana no pueda solucionar.

Y así, 2 años después del gran hit que resulto la primera entrega (aunque más por el morbo que levanto), nos llega la secuela con un presupuesto mayor, con un poco más de casting y con unas críticas aun peor que las de hace 2 años. Criticas en las que no puedo estar más de acuerdo, ya que “Cincuenta Sombras Más Oscuras” se erige como una de las peores películas del 2017, y eso que apenas vamos en el mes de febrero.

El problema principal de la película es, nuevamente, la historia que nos cuentan: la trama de la relación de Christian y Anastasia sigue siendo de lo más aburrida posible, pero con el aliciente de querer agregar algo de intriga y suspenso de la nada, con la amiga del pasado de Christian, el jefe de Ana, una ex del él; en fin, un montón de relleno para tratar de darle interés a la relación entre estos personajes, fallando de manera miserable.

Cincuenta Sombras Más Oscuras. No hay sombra que oculte su pobreza.

Tampoco ayuda la manera en que son retratados estos personajes. Las decisiones de Ana de criticar todo lo de Christian señalando lo que es obviamente incorrecto y aun seguir con él, carece de todo sentido; y las acciones de Christian no parecen las de un novio cualquiera, mas parecen las de un psicópata de quien hay que cuidarse. No culpo aquí ni a Dakota Johnson ni a Jamie Dornan, de hecho, Johnson se mantiene bien y Dornan mejora en comparativa a como lo hizo hace dos años; pero el perfil de los personajes es mediocre y no tiene sentido en comparativa a las actitudes que pretenden mostrar.

Uno de los pequeños logros que la directora tuvo con la película anterior fueron los momentos de humor; cuando la película se tornaba seria era realmente estúpida, pero había escenas graciosas que en verdad hacían más amena la película. Aquí, esas escenas fueron sustituidas por puros chispazos de gracia, que no logran levantar el nivel de la película o por lo menos volverla más amena. La seriedad con que toman esta trama lo único que hace es exhibir sus enormes carencias y volverla aún más insoportable.

Los aspectos técnicos, que en la película anterior fueron de lo más sobresaliente, aquí terminan siendo nada. Ni las imágenes impresionan, ni la música es contagiosa, aun y cuando lograron hacer volver a Dany Elfman para esta secuela.

Y en cuanto al sexo, si esperaban ver algo más de atrevimiento en esta película, esperando ver algo que describían los libros de James, pues se llevaran nuevamente una decepción. Nuevamente tenemos las típicas escenas que puedes ver en una comedia cualquiera o en un blockbuster cualquiera. No es que uno quiera ver esas escenas en una película, pero si los libros en los que te basas su principal fuerte es el sexo, que te muestres recatado aquí no sirve de mucho.

Cincuenta Sombras Más Oscuras. No hay sombra que oculte su pobreza.

“Cincuenta Sombras Más Oscuras” es un desastre en todos los sentidos posibles. No solo no mejora nada respecto a la película anterior, sino que los pocos méritos de aquella brillan por su ausencia. Se necesitaba de un director que no tomase en serio esta franquicia y que tuviera más atrevimiento en momentos clave. El otro año se nos vendría la última película de esta franquicia, que no promete una mejora para el espectador casual.


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