Cine

En Fuerteventura, la formación podemita, critica el rodaje de “Star Wars” por atentar contra el medio ambiente.

Uno, en su ignorancia, de la que es extraído gracias al conocimiento ilimitado de los morados, pensaba que contaminantes para el medio ambiente eran las centrales térmicas, la industria siderometalúrgica, los automóviles de gasoil o las fábricas de productos químicos, pero gracias a la ilustración progresista, se aprende que el cine es un elemento altamente perturbador del medio ambiente, aunque cumpla rigurosamente las normas de todo tipo que el gobierno autónomo exigió para autorizar la filmación. Probablemente la exigencia hubiese sido más laxa para una producción de cine siberiano subtitulado, que es de mucha más calidad -para según qué cinéfilos- aunque coseche fracaso tras fracaso desde el punto de vista comercial; se ve que, como siempre, la gente no tiene razón y debe educarse en la admiración por lo incomprensible.

En Malta se vive bien, con sus calles coloniales y rancios autobuses que invitan a subirse en ellos solo para retroceder unas décadas en el tiempo; en Malta alternan las cafeterías y restaurantes franquiciados por multinacionales, con las irrepetibles cabinas telefónicas británicas pintadas en rojo intenso; en Malta se filman películas, muchas, y tal vez sea una alternativa razonable para perder la proyección de las islas Canarias en beneficio del pequeño país meditarráneo por la estupidez de nuestros próceres. Como casi siempre.