Revista Música

"Circuito perfecto"

Por L

My morning jacket – Circuital (2011)

Hay discos que se ven consumidos por su propia ambición, jugandocon fuego se terminan quemando, otros ni siquiera alcanzan a prender estefuego, otros sin embargo por pura química consiguen alcanzarlo, domesticarlo yusarlo a su favor. Circuital es uno de estos últimos, que arriesgando enambición consigue salir bien parado en esta incursión de pura química en la quese arriesga My morning jacket. Ya de entrada con esa denominada victoriosa apertura que es“Victory Dance” uno presiente que esta ante algo épico y no en el sentidoampuloso de la palabra, ósea digamos “relativamente no”, por un lado esevidente este intento de armar algo grandilocuente, sin embargo consiguenjustificar estas credenciales matizando desde la avidez hasta la delicadeza.Esta placa 2011, equipara todas sus intenciones en una balanza precisa, quecalibra tanto fuerza como suavidad en partes iguales, por ende la experienciase torna en un vaivén de sabores muy amplio, pero igual de relevantes. Sentidointeligente del pop, momentos folk íntimos, baladas quiebra almas o cancionesde potencia inusitada.Si uno buscase entender de donde proviene este fiato, lasflechas tendrían que inclinarse directamente al instante en que fuegrabado.  Construir un estudio en una iglesia, confiere esa “búsqueda deepicidad” que ya se ha visto en otros grupos congeneracionales en reiteradasveces como Arcade Fire o los ingleses Coldplay sin buscar muy lejos, noobstante ninguno consiguió transferir esta búsqueda al resultado, como si loplasmo MMJ. Lo otro es la creación de un circulo a la hora de ejecutar lascanciones, de ahí deriva el titulo también. Introducción ,nudo y desenlace seconfunden en una mezcla excelsa que difícilmente quede opacada en una etiqueta de“buen álbum” ya que trasciende por muchas leguas a eso, teniendo un fondo en elcual sustentarse.Creo ya haberlo dicho en el primer párrafo pero “Victory Dance”exuda épica por cada segundo que está en marcha, incluidas esas percusionesfinales que parecen decir en un grito de guerra “prepárense” no como amenaza sino como declaración de principios. Es necesario elogiar también ese pretenciosopero delicioso resultado en las vocalizaciones de “The day is coming”,que yosolo lo tacharía de pura magia melódica.Mas hay salidas para no enfrascar en demasiada intención elálbum y no espantar a los demasiados susceptibles a lo ampuloso. “Circuital(canción)”, posee una guitarra fresca y excluida de cualquier pretensión u“Outta my system” que parece un tributo directo a The Who, con unas armoníassofisticadas que traen a la mente a Townsend y compañía instantáneamente.Buscar resultados que no se inclinen equívocamente por caminosdifusos o demasiado rebuscados resulta una tarea casi imposible en estasdécadas en que hacer música abstracta se asemeja mas a una realidad que a unatendencia, y el buen manejo del pop esta relegado a la banca. Los MMJ llegan arefrendarlo en un buen uso de este, sin caer en autocomplacencias, niobviedades pero tampoco llevándolo un paso más allá. Yo diría que lo usancuando deben y en las dosis justas, no excediéndose pero tampocosubvalorándolo. Y en esa lid, salen bien parados y de paso fortificados. Lacapacidad de reinvención va de la mano de hacer la música que se requiere en elespacio-tiempo justo. Es así como saben donde colocar dos baladas preciosas yde construcción muy rica como “Slow slow tune” o “Moving away” y comocontraparte donde poner una construcción absolutamente de pop barroco como“Holding on to blackmetal”. Hacer convivir esa sicodelia de vientos como “Firstlight” con el folk despojado de “wonderfull (the way i feel)” no es un acertijodel que cualquiera sabría la respuesta, y los MMJ la saben, o al menos lointuyen. Canciones de formas muy diferentes mas todas cohesionadas hasta lasmismísima medula.Así sin escatimar en elogios pondría esta placa como la mejor delo que va corrido del 2011 o ya siendo un poco más prejuicioso en el podio delos dos o tres mejores, pero de ahí no baja. Es que trabajos tan equilibrados yque no se ahoguen en su propias ideas son demasiados escasos para dejarlospasar. Bájelo, cómprelo, o intercámbielo, como quiera. Pero hacerse el favor deescuchar estas diez canciones y disfrutarlas es un deber moral en estatemporada que se aproxima a su final.* Todas estas entradas seran publicadas con un desfase de cuatro semanas en esta pagina, para mantenerse al dia de mis publicaciones revisen la pagina de Club Rock and Blues y sus interesantes contenidos


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