Saliya no lo tiene fácil: una afección ocular afecta a su nervio óptico al tiempo que quiere iniciar una formación en gestión hotelera. Si quiere que lo admitan en esa formación, tiene que ocultar que sólo le queda un resto de visión. La película se presenta como una comedia, pero a pesar de su tono ligero, durante gran parte de su duración es conmovedora, porque simpatizamos con el coraje y la fuerza de voluntad del protagonista, interpretado de forma muy convincente por Kostja Ullmann. El director, no obstante, no se acerca al melodramatismo, y el resultado es equilibrado, divertido y emocionante, y una muestra más de la buena calidad del cine alemán que llega a nuestras pantallas.
Puntuación @cineEnCines: 7/10