Cada que vamos a una librería queremos quedarnos horas allí
para dedicarle tiempo a las portadas y contraportadas, de modo tal que podamos
decidir qué ejemplares tomar a casa para leerlos con ansias y atesorarlos en
nuestra biblioteca. Pero, ¿qué pasaría si tuvieses que hacerte a un libro sin
haber visto su tapa, su reseña, ni siquiera su título? Bueno, pues algo así es
lo que sucede en cierta librería en la
que una Cita a Ciegas Con Un Libro es éxito total.
La idea consiste en envolver los libros con un papel para
que nadie pueda saber de cuál se trata. Luego, los encargados de la librería
escriben encima del papel cosas como “espionaje”, “drama” o “giros en la trama”, a fin de darle una
pequeña idea al lector de lo que pueden encontrar en esa historia oculta que
pretende seducirlos desde el anonimato. Como pueden ver en la imagen, la
estantería lleva el nombre de la idea -Blind Date with a Book- y los papeles
que envuelven los libros llevan corazones con palabras que dan cierta idea
sobre el aire de la aventura que se esconde bajo ellos. ¿Verdad que es tremendamente ingenioso y
genial?
Quien subió la imagen en este post de Reddit no dijo en qué lugar
exacto se encontró con esto, pero contó que la estantería que se aprecia en la
fotografía estaba llena de libros así y cuando se marchó, ya había pocas
copias por escoger. Y no sorprende que así sea, pues más de uno se sentiría
intrigado por tan peculiar modo de promocionar libros y sin duda llevaría al
menos un título a casa. La única parte del libro que no está forrada es donde
se encuentra el código de barras, para que así pueda ser registrado en la
librería y luego puedas llevártelo a casa. Sería muy divertido llegar a casa
con la expectativa de abrir el empaque y ver con qué aventura te encuentras.
Sin duda es el tipo de cita que uno quiere vivir mil veces.
Si administras alguna librería, trabajas en ella o conoces
de alguien que lo haga, bien podrías recomendar una iniciativa como ésta. Llama
la atención, no costaría prácticamente nada ponerla en marcha, y más de un
lector enamorado acudiría encantado para hacerse con una pareja que le brinde
la cita de su vida. Ojalá nos encontráramos más de estas cosas en cada
biblioteca que visitamos.
Jef Volkjten