Revista Remedios

Clasificación de distintos tipos de dietas higienistas según el propósito a conseguir.

Por Kaliha
   AVISO IMPORTANTE: para entender la formación y estructuración de estas dietas y así poderlas llevar a cabo  realizándolas uno mismo, leer primero las siguientes entradas:
  http://luz-kaliha.blogspot.com.es/2012/11/dieta-disociada-evitando-las.html
    http://luz-kaliha.blogspot.com.es/2012/11/clasificacion-general-de-los-alimentos.html
   Fuente: ¡El crudivorismo puede salvar tu vida! Marc Ams.
  
   He aquí sugerida la siguiente clasificación práctica de las dietas, de acuerdo al propósito para el que tienen que servir. He escogido en todos los ejemplos que te presento el mismo momento del año para que puedas compara los distintos grados de dieta entre sí; estúdialos y comprenderás la dieferencia que hay entre ellas y la distinta utilidad de cada una. Están realizadas a partir de alimentos que encontramos en los meses de septiembre-octubre, lógicamente los menús se cambian según lo que nos ofrece la naturaleza en cada mes des año pero el esquema es el mismo.   Aclaraciones:
 los zumos ácidos conviene tomarlos con una pajita para que no produzcan dentera. Entre el zumo de la mañana y el desayuno ha de pasar media hora, pero mejor una o dos horas; lo ideal es desayunar a media mañana, a partir de las 11 aproximadamente. En los zumos de mediodía y noche es suficiente con esperar 30 minutos cuando es necesario, o nada si la compatibilidad es perfecta. Cuando en el menú entra algún plato muy líquido como sopa o gazpacho no se toma zumo anteriormente. Cuando para obtener algún efecto específico hagamos una cura de algún auxiliar dietético como vinagre de sidra o ácido láctico, plantas aromáticas, etc..., esto puede tomarse todos los días seguidos.
. Cuando entra pan dextrinado en el menú se refiere a 1-2 tostadas, no más.
Una ración de aguacate es medio aguacate.
En las dietas nº1 y nº2 en los días estáticos se consume el doble de ensalada que de cocinado.
      1. LA DIETA RECONSTITUYENTE.   O la dieta del crecimiento físico, rica en proteínas, carbohidratos (hidratos de carbono), minerales y vitaminas. Para el niño que está creciendo, la madre embarazada y el convaleciente, y la persona que ha hecho un ayuno largo (después de la salida suave del mismo). Dos proteínas al día, una fuerte y otra ligera. Dos almidones o féculas al día, pero no en excesiva cantidad. Un 75% de alimento crudo y un 25% de cocinado. Dieta ortotrófica estándar.   Es una dieta temporal, sólo es para adoptarla en los casos mencionados anteriormente, pero nunca como dieta fija.. Recordar siempre que es un error aplicar una dieta tan nutritiva como esta a un enfermo dominado todavía por la toxemia.    Ejemplo de la dieta reconstituyente o de crecimiento.   Esto sólo un ejemplo ,de este tipo de dieta, para los meses de septiembre y octubre. En esta dieta es imperativo el día de ayuno o monodieta semanal para permitir descansar al organismo. Observa que la piña, la manzana, la papaya y el chucrut o sauerkraut (col blanca fermentada), alimentos muy enzimáticos, están presentes en casi todas las comidas porque ellos ayudan a una mejor asimilación. No se comerá pan en los menús que no se indica, sobre todo si en éstos hay plátanos o cualquier otro almidón o ácido con el que pueda ser incompatible.    LUNES (día estático).   En ayunas: cocktail de vinagre de sidra con melaza de caña y agua destilada.   Desayuno: sandía, ocho dátiles, manzanas.   Antes de comer: ácido láctico de chucrut/sauerkraut.   Comida del mediodía:    - Ensalada ortotrófica de aguacate y chucrut con cebolla o ajo y vegetal de hoja verde.   - Potaje de lentejas. (Ver receta en recetas sanas: higienistas)   Antes de cenar: zumo de tomate con una cucharada de levadura de cerveza.   Cena:    - Ensalada estándar de lechuga. (Ver en recetas higienistas la "Ensalada estándar de otoño-invierno)   - Puré de calabaza con cebolla. (Ver en recetas higienistas)   MARTES (día dinámico).   En ayunas: zumo de granadas con mandarinas.   Desayuno: melón, kakis, yogurt con arándanos, mermelada de arándanos (sin azúcar, comprada en tiendas de dietética o herbolario, o bien hecha en casa).   Antes de comer: zumo de madarinas con una cucharada de polen de abejas.   Comida del mediodía: higos frescos, uva blanca, peras, plátano maduro.   Antes de cenar: zumo de manzanas.   Cena: papayas, manzanas, medio coco fresco, kiwis.   MIÉRCOLES (día estático).   En ayunas: horchata o leche de melón.   Desayuno: melón, chirimoyas, peras.   Antes de comer: zumo de patatas diluido al 50% con agua destilada.   Comida del mediodía:   - Ensalada de remolacha roja. (Ver en recetas higienistas)   - Hinojos con champiñones. (Ver en recetas higienistas)   - Pan dextrinado.   Antes de cenar: zumo de zanahoria y apio.   Cena:   - Pan dextrinado.   - Guisantes a la menta. (Ver en recetas higienistas)   - Ensalada de sauerkraut (chucrut) con sabor alemán.   JUEVES (día dinámico).   En ayunas: zumo de piñas con granadas.   Desayuno: melocotón, ciruelas tardías, yogurt batido con grosellas.   Antes de comer: zumo de mandarinas con una yema de huevo batida.   Comida del mediodía: papaya, uva blanca, chirimoya, plátano maduro, manzanas.   Cena:   - Sopa de granadas (ver en recetas higienistas) con pan dextrinado.   - Ocho dátiles.   VIERNES: monodieta de uvas o ayuno de 24 horas.   SÁBADO (día dinámico).   En ayunas: zumo de mandarinas con un limón.   Desayuno: melón, manzanas, chirimoyas, plátano maduro.   Antes de comer: zumo de granadas con mandarinas.   Comida del mediodía:   - Ensalada de aguacates con naranjas.   - Manzanas untadas con halva ( pasta de semillas de sesamo molidas con miel).   Antes de cenar: zumo de manzanas.   Cena: uva blanca, peras, requesón (100 gr), seis albaricoques secos (orejones).   DOMINGO (día estático).   En ayunas: zumo de piña y granadas.   Desayuno: papaya, manzanas, madroños.   Antes de comer: ácido láctico de chucrut.   Comida del mediodía:   - Ensalada reina de col ácida (chucrut).   - Calabacines al horno con patatas y grouyere o queso fresco de cabra (biológico) derretido.   Cena:   - Ensalada de apio estándar (ver en recetas higienistas la "ensalads estándar de otoño) y 12 almendras.   - Sopa de ajo ortotrófica.   - Pan dextrinado.
   2. LA DIETA DEL ADULTO O DE MANTENIMIENTO.
   Rica en minerales, vitaminas y carbohidratos, pero pobre en proteínas para el adulto sano. Dos proteínas fuertes a la semana y tres ligeras. Una comida fuerte de almidón y otra mucho más ligera al día. Un 75% de crudo y un 25% de cocido. Dieta ortotrófica estándar.
   Ejemplo de la dieta del adulto o de mantenimiento.
   Esta dieta cubre a la perfección las necesidades nutritivas de un adulto por lo que se puede seguir durante todo el año. Si se está sometido a un gran trabajo físico se pueden aumentar las raciones de fuentes energéticas, como las grasas, almidones, frutas desecadas, melazas, miel, etc., pero NO las proteínas. No se puede considerar una dieta de eliminación. Cuando se sigue esta dieta es requisito obligado el hacer un ayuno semanal o como mínimo de monodieta de jugos o una frurta, etc... Conviene dejar descansar el organismo de la ingestión de almidones y proteínas de esta dieta haciendo un ayuno o monodieta de frutas más o menos largo, al menos una vez al año o como mínimo tres días en cada cambio de estación. También puedes hacer descanso de esta dieta haciendo cada tres meses de 12 a 13 días de la dieta crudívora número 4.
   LUNES (día estático).
   En ayunas: cocktail de vinagre de sidra con miel y agua destilada.
   Desayuno: ciruelas tardías, manzanas, chirimoyas (1-2 cucharadas de vinagre de sidra de buena calidad, sin destilar y 1 cucharada de miel de buena calidad en un vaso grande de agua).
   Antes de comer: zumo de patatas rebajado al 50% con agua destilada.
   Comida del mediodía:
   - Ensalada de lechuga estándar. (Ver en recetas higienistas la "ensalada estándar de otoño")
   - Patatas al comino.
   - Berenjenas a la salvia. (Ver en recetas higienistas)
   Antes de cenar: zumo de manzana y apio.
   Cena:
   - Ensalada de col fermentada (chucrut) con endivias, cebolla o ajo y zanahoria o remolacha cruda rallada.
   - Guisantes a la menta. (Ver en recetas higienistas)
   - Pan dextrinado.
   MARTES (día dinámico).
   En ayunas: zumo de granadas con mandarinas.
   Desayuno: papaya, manzanas, medio coco fresco.
   Antes de comer: zumo de melón.
   Comida del mediodía: peras, manzanas, plátano maduro, chirimoyas, ocho dátiles.
   Cena:
   - Sopa dinámica da aguacate (batir aguacate, echar en un bol con el zumo de naranjas dulces o de granadas, y añadir 2 manzanas y papaya) con
   - pan dextrinado o con plátano.
   MIÉRCOLES (día estático).
   En ayunas: cocktail de vinagre de sidra.
   Desayuno: peras, chirimoyas, higos frescos.
   Antes de comer: zumo de 1/5 de espinacas bien verdes crudas por 4/5 de zanahorias y dos manzanas.
   Comida del mediodía:
   - Enalada de endivias e hinojos.
   - Sopa de avena. (Ver en recetas higienistas)
   Antes de cenar: zumo de tomate con un diente de ajo picado.
   Cena:
   - Ensalada de apio estándar. (Ver en recetas higienistas la "ensalada estándar de otoño")
   - Chucrut a la gouyere (queso fresco de cabra bio añadido).
   - Pan dextrinado.
   JUEVES (día dinámico).
   En ayunas: zumo de piña con granada al 50%.
   Desayuno: girasol tropical con plátano.
   Antes de comer: zumo de uvas blancas.
   Comida del mediodía:
   - Melocotón, uvas, peras.
   - Pan dextrinado con requesón.
   Antes de cenar: horchata de chufa.
   Cena: uvas, kakis, chirimoyas, manzanas.
   VIERNES (día estático).
   En ayunas: ácido láctico de chucrut.
   Desayuno: una lechuga romana, tomates, zanahorias y 12 avellanas.
   Antes de comer: zumo de pepino.
   Comida del mediodía:
   - Ensalada de espinacas. (Ver en recetas higienistas)
   - Fu-fú de plátano con champiñones. (Ver en recetas higienistas)
   Antes de cenar: zumo de manzana y col verde.
   Cena:
   - Ensalada simple de chucrut.
   - Migas de maíz.
   SÁBADO (día dinámico).
   En ayunas: zumo de mandarinas con un limón.
   Desayuno: ensalada de aguacate, naranjas, kiwis y papaya.
   Antes de comer: leche de almendras casera.
   Comida del mediodía:
   - Ensalada relámpago de chucrut y piña.
   - Manzana.
   Cena: sopa de granadas con pan dextrinado.
   DOMIGO (día estático).
   En ayunas: infusión de menta o de escaramujos con una cucharadita de miel de buena calidad en crudo, sin calentar.
   Desayuno: muesli ortotrófico de un sólo cereal. (Ver en recetas higienistas)
   Antes de comer: zumo de una parte de calabaza cruda por 3 de zanahoria.
   Comida del mediodía:
   - Ensalada de col fermentada (chucrut) con sabor alemán.
   - Paella de arroz integral vegetariana. (Ver en recetas higienistas)
   Antes de cenar. Batido de: hojas verdes en 50-60% , manzanas o peras o papaya o piña (escoger sólo una opción) al 50 ó 40% y un poco de agua destilada.
   Cena:
   - Ensalada de tomate, 6 olivas, ajo, germinado de alfalfa, berros, etc...
   - Sándwich de aguacate (ver en recetas higienistas) y chucrut.
   3. LA DIETA CURATIVA O DIETA DE ELIMINACIÓN Y REGENERACIÓN SEMICRUDÍVORA PARA ENFERMOS CRÓNICOS Y CONVALECIENTES
   Rica en minerales y vitaminas y prácticamente libre de proteínas, féculas, almidones y grasas. Esta dieta suele intercalarse con las monodietas de frutas y ayunos. Es ideal para el enfermo crónico. Se compone de un 90% de alimento crudo y un 10% de alimento cocinado. En general los alimentos concentrados o poco hidratados están limitados a una sola ingestión al día. Es la dieta temporal que puede adoptarse por más tiempo, sin ser nunca una dieta de mantenimiento que deba adoptarse para toda la vida.
   Su objetivo es conseguir una gran eliminación de sustancias extrañas y dañinas para la economía del organismo en poco tiempo. Por este motivo es necesario que estén compuestos de alimentos que contengan pocas sustancias nutritivas y, sobre todo, poca o ninguna proteína (según el caso) para que el organismo, careciendo de éstas, dirigiera y destruya más fácilmente las toxinas acumuladas e intulizables. Al mismo tiempo, y por la misma razón, que una dieta de purificación ha de carecer de alimentos demasiado nutritivos, debe de componerse mayoritariamente de alimentos alcalinos, útiles al organismo para su labor de eliminación. Estos son por excelencia los alimentos crudos y basificantes como lo son las frutas, hortalizas y germinados. Como un régimen purificador ha de ser siempre pobre en alimentos proteicos, por muy rico que sea en productos remineralizantes, no pueden ser aplicados más que por un tiempo limitado, ya que de hacerse por un tiempo demasiado prolongado el cuerpo sufriría la falta de los elementos nutritivos necesarios.
   No hay que olvidarse, pues, de vigilar el peso y el estado general para no exagerar demasiado las curas purificadoras ni acabar confundiendo síntomas de desnutrición con crisis depurativas (erro harot frecuente), sobretodo tratándose de personas delicadas o muy débiles.
   En la dieta de purificación se guarda la propoción del 90% crudo y el 10% de cocinado y si se adopta por varios meses debe limitarse a una sola fécula o almidón al día (calabaza, boniato, patata, copos de avena, plátano, pan dextrinado, tapioca, gofio de maíz, etc.) y una sola proteína ligera al día: yema de huevo (si el caso lo permite), yogurt, champiñones, levadura de cerveza, polen, semillas oleaginosas y horchatas de las mismas y siempre con parquedad. Insisto que esta dieta puede recomendarse para varios meses, pero que no es suficientemente completa para adoptarla toda la vida. Períodos no mayores de 6 meses.
   Ejemplo de la dieta curativa de eliminación y regeneración semicrudívora.
   Observa que solo hay una comida con almidón o féculas ligero al día y una sola proteína ligera al día. Recuerda que debes incluir un día de ayuno o día especial de salud a la semana (monodieta de fruta). En algunos casos es necesario para ciertos enfermos suprimir los huevos y los derivados lácteos, pero en este caso hay que sustituir esas proteínas por otras como levadura de cerveza y similares. Añade una cucharada de germinados de alfalfa a todas las ensaladas o similar.
   LUNES (día dinámico).
   En ayunas: zumo de mandarinas con un limón.
   Desayuno: melón, manzanas.
   Antes de comer: zumo de uva blanca.
   Comida del mediodía: uva blanca, peras, plátano maduro, dátiles secos.
   Antes de cenar o de merienda: horchata de chufa.
   Cena:
   - Sauerdraut (chucrut) para golosos.
   - Madroños, manzanas.
   MARTES (día estático).
   En ayunas: vinagre de ortigas con agua destilada y miel.
   Desayuno: seis tomates, un pepino, tres zanahorias, germinado de alfalfa, pan dextrinado, aceite de oliva (virgen extra o de 1ª presión en frío) y 1 cucharada de sésamo en polvo (molido al instante).
   Comida del mediodía:
   - Gazpacho vegetariano. (Ver en recetas higienistas)
   - Asado de patatas, cebolla, berenjenas, pimientos, con all-i-oli (sin huevo).
   Antes de cenar: zumo de manzana y lechuga bien verde.
   Cena:
   - Ensalada de endibias e hinojos con cebolla o ajo.
   - Tortilla de chucrut.
   MIÉRCOLES (día dinámico).
   En ayunas: zumo de granadas con un limón.
   Desayuno: uvas negras, peras, chirimoyas.
   Antes de comer: zumo de manzana.
   Comida del mediodía:
   - Ensalada de aguacate con naranjas o mandarinas dulces, papaya o/y manzanas, y 100 gr de requesón.
   - Pan dextrinado.
   Antes de cenar: zumo de peras.
   Cena: 250 gr de frambuesas o grosellas, uvas blancas, peras, manzanas.
   JUEVES (día estático).
   En ayunas: ácido láctico de chucrut.
   Desayuno:
   - Ensalada de chucrut y yogurt con menta.
   - Pan dextrinado.
   Antes de comer: zumo de tomate con 2 cucharadas de levadura de cerveza y un diente de ajo picado.
   Comida del mediodía:
   - Ensalada de chucrut con sabor alemán.
   - Arroz integral al azafrán con verduritas salteadas.
   Cena:
   - Ensalada del norte.
   - Sopa de ajo ortotrófica. (Ver en recetas higienistas)
   VIERNES (día dinámico).
   En ayunas: zumo de mandarinas con granadas.
   Desayuno: papayas, manzanas, ciruelas tardías.
   Antes de comer: zumo de sandía o de melón.
   Comida del mediodía: peras, melocotones, yogurt con una cucharada de gofio de maíz y melaza de caña.
   Antes de cenar: zumo de manzanas con granadas.
   Cena: papaya, uva blanca, chirimoya, peras.
   SÁBADO (día estático).
   En ayunas: zumo de zanahorias con un limón.
   Desayuno: una lechuga romana, cebolla, tomate y medio coco fresco.
   Antes de comer: zumo de manzana y col.
   Comida del mediodía:
   - Ensalada estándar de apio. (Ver en recetas higienistas la "ensalada estándar de otoño")
   - Puré de calabaza con cebolla. (Ver en recetas higienistas)
   Cena:
   - Ensalada de remolacha roja. (Ver en recetas higienistas)
   DOMINGO (día dinámico).
   En ayunas: zumo de piña y grosellas.
   Desayuno: papaya, uva blanca, madroños.
   Antes de comer: zumo de piña y granadas.
   Comida del mediodía: delicias de aguacate y piña.
   Antes de cenar o de merienda: horchata de chufa.
   Cena: manzanas, kakis, chirimoyas.
   4. DIETA ATÓXICA CRUDÍVORA O DIETA AMUCOSA.
   Sin proteínas ni almidones. Cien por cien (100%) cruda. Ideal para convalecientes y procesos agudos no febriles. Por amucosa se entiende una dieta sin cereales ni féculas, como el arroz, la patata o la calabaza, etc., pero sí sus germinados, y sin ningún tipo de lácteos. Nunca mantenerla por más de 3 meses. De quince días a dos meses suele ser suficiente según la  gravedad del caso, y sí es preciso después se adopta la dieta anterior.
   No incluye huevos ni derivados lácteos, pero sí miel cruda. Horchatas, frutos secos y semillas oleaginosas tampoco.
   Nunca se debe adoptar como dieta de mantenimiento so riesgo de grave desnutrición. Sin embargo, y aunque es el más díficil de llevar en forma continuada por quien lleva la vida de la ciudad, ha demostrado ser absolutamente el mejor para realizar una cura de desintoxicación y descanso digestivo, pero es preciso alternarlo con el régimen número 2 y número 3. 
   Ejemplo de dieta atóxica, amucosa y crudívora.
   La variación es requisito importante en la composición de los menús frugívoros. Esto es un ejemplo de dieta de eliminación carente de proteínas y almidones, por lo que sólo puede ser adoptada temporalmente, por un tiempo determinado según las condiciones del cada individuo. Durante el mismo no tener miedo a la lógica pérdida de peso, prestar especial cuidad a comer la suficiente cantidad pero sin abusar y evitar las frutas verdes o en mal estado. Se puede trabajar normalmente, evitando los esfuerzos excesivos durante esta dieta. El régimen crudívoro amucoso es de lo más recomendable: feliz el que, después del debido entrenamiento consigue adoptarlo en forma más o menos permanente por períodos de dos o tres semanas en cada cambio de estación.
   LUNES (día dinámico).
   Desayuno: zumo de mandarinas con un limón, medio litro.
   Comida del mediodía: melón, peras, chirimoyas.
   Cena: ciruelas tardías, melocotones, manzanas.
   MARTES (día estático).
   Desayuno: ácido láctico de chucrut.
   Comida del mediodía:
   - Ensalada de col fementada (chucrut) con sabor alemán.
   - Manzanas.
   Cena:
   - Ensalada de remolacha. (Ver en recetas higienistas)
   - Manzanas.
   MIÉRCOLES (día dinámico).
   Desayuno: zumo de granadas con un limón, medio litro.
   Comida del mediodía: manzanas, kakis (palosanto), plátanos (bien maduros).
   Cena: uva negra, manzanas, chirimoyas.
   JUEVES (día estático).
   Desayuno: cocktail de vinagre de sidra, miel y agua destilada.
   Comida del mediodía: ensalada de lechuga, ajo, rábanos, 6 olivas, 1 cucharada de brotes de girasol germinado, tomate, pepino, caléndulas, perejil, etc.
   Cena:
   - Ensalada de berros y aguacate.
   - Manzanas.
   VIERNES (día dinámico).
   Desayuno: zumo de mandarinas con granadas, medio litro.
   Comida del mediodía: uva blanca, higos frescos, peras.
   Cena: papayas, uva blanca, manzanas, peras.
   SÁBÁDO (día estático).
   Desayuno: zumo de hierba de trigo germinado con piña.
   Comida del mediodía:
   - Ensalada de apio, cebolla tierna, zanahoria, calabacín, una cucharada de brotes de alfalfa germinada, pimientos, tomates, etc.
   Cena:
   - Ensalada de endivias e hinojos.
   - Manzanas.
   DOMINGO (día dinámico).
   Desayuno: zumo de piña y frambuesas o moras o grosellas.
   Comida del mediodía: aguate tropical (con fruta cítrica -como por ejemplo: naranjas / mandarinas / kiwis / piña / granadas -  y manzanas o/y papaya; la cantidad que desees, en abundancia).
   Cena: manzanas, madroños, melocotones.
   5. MONODIETA.
   La monodieta es una dieta de eliminación y de economía de la energía vital. No debe ser nunca adoptada como dieta estándar o de mantenimiento puesto que NO PUEDE CUBRIR LAS NECESIDADES DEL ORGANISMO.
   Monodieta quiere decir alimentarse con una sola variedad de una fruta en la cantidad que se desee de la misma, durante un tiempo determinado más o menos largo según las características de cada fruto.
   Las monodietas son las mayores dietas de eliminación y sólo son superadas por el ayuno. Si bien nunca alcanzan el mismo grado de purificación ni regeneración por no permitir la autólisis como la hace éste, aún así son, sin ser capaces de sustituirlo las que más se le acercan puesto que reducen la nutrición y el trabajo de la digestión al mínimo.
   Son dietas de desequilibradas, pero que permiten al organismo compensar los daños producidos por la vida artificiosa y la excesiva acumulación de toxinas. En ésta la razón por la que no pueden aplicarse durante mucho tiempo ni repetirse demasiado a menudo por grave riesgo de desnutrición. Especialmente en las enfermedades de consunción como la tuberculosis avanzada, diabetes, etc..., pueden estar contraindicadas las monodietas de larga duración, aunque si se hacen de corta duración de 1 a  3 días, también estos enfermos pueden beneficiarse de las monodietas de frutas, especialmente de las más nutritivas, como las manzanas, uvas, plátanos, etc... (diabéticos no).
   Normalmente se recomienda un día de monodieta a la semana tanto a sanos como a enfermos, o bien 3 días de monodieta cada 10 días, durante 2 ó 3 meses (este es el caso de las monodietas de fresas, cerezas, nísperos, etc.). En los casos en que se considere necesario puede aplicarse una monodieta de 10 a 15 días cada 3 meses dejando este intervalo para la dieta de eliminación y regeneración semicrudívora, con el suficiente alimento para evitar las carencias sin aumentar la toxemia ni sobrecargar los sistemas de eliminación: he aquí una labor que necesita mucha destreza y experiencia por parte de quien ha de tomar las decisiones oportunas sobre la dieta a seguir en cada caso.
   La dieta más errónea acerca de la monodieta es el pensar que cuanto más se ingiere de la fruta escogida mejores son los resultados. Sólo en raras y muy concretas ocasiones es así, en realidad hay que ser flexible en su aplicación, procurando comer sólo cuando se tiene hambre, masticando concienzudamente, haciendo 4 o 5 comidas ligeras al día y no 3 en las que se coma demasiado. Bebiendo al menos un litro de agua destilada al día para ayudar a la eliminación. Procurando descansar lo más posible y dormir cuanto más mejor, incluyendo una siesta si es posible. En todo caso evitar los grandes esfuerzos y sobre todo el llegar al agotamiento. Es muy importante hacer varias veces al día respiraciones profundas y relajantes, expirando el aire lo más lentamente posible, también es muy saludable el bostezo.
   Si nada lo hace contraindicado tomar baños de sol muy ligeros para no producir agotamiento.
   En verdad no se pueden obtener muy buenos resultados si no se tienen en cuenta o se descuidan todos estos consejos, pues se trata de suspender todos los gastos de energía vital posible para que el organismo pueda disponer al máximo de ésta invirtiéndola en los procesos de eliminación. La monodieta no se basa en un <<cura de hambre>>, sino en la supresión total de todas las fuentes de enervación.
   Si sobreviene debilidad, hipotensión, mareos, u otros síntomas no te asustes, sino que oyendo a la voz de tu naturaleza interior debes proporcionarle más reposo, reduciendo tus actividades, tanto físicas como mentales y de modo especial las discusiones y emociones negativas. Para aliviar las crisis de desintoxicación procura beber más agua destilada, sola o con algo de limón, vinagre de sidra (de buena calidad, no destilado) o caldo vegetal alcalino sin almidón. Estos síntomas sólo son la señal de que tu organismo se está limpiando y siendo pasajeros desaparecerán a los pocos días; son síntomas de la crisis de desintoxicación debidas a que las toxinas al ser movilizadas de los  tejidos hacia la sangre, para ir hacia los órganos de eliminación, para neutralizarlas y despues eliminarlas fuera del cuerpo, causan estos síntomas.
   CUANTO MAYOR ES EL NIVEL DE TOXEMIA DE UN INDIVIDUO PEOR TOLERANCIA Y MAYORES CRISIS SOBREVENDRÁN DURANTE LA MONODIETA, A MEDIDA QUE SE DESINTOXICA EL ORGANISMO MEJOR SE TOLERA LA MONODIETA O EL AYUNO, HASTA TAL PUNTO QUE UN SUJETO SANO ENCUENTRA SU MAYOR BIENESTAR FÍSICO Y ANÍMICO DURANTE LOS MISMOS.
   La monodieta ofrece en la práctica una serie de ventajas sobre el ayuno (si bien en ciertos procesos agudos o muy graves no puede sustituirlo) que conviene considerar. En primer lugar, es mejor aceptado y tolerado por las personas que se incian en el higienismo y que tienen miedo a la falta de "alimento". En estos casos la monodieta permite a la persona tomar confianza en la naturaleza y perder el temor a la "inanición".
   Para las personas que no pueden abandonar su trabajo la monodieta es siempre mucho mejor tolerante que no el ayuno. También para los niños es mejor la monodieta, sobre todo de manzanas deliciosas, que el ayuno salvo casos muy precisos.
   La monodieta puede, además, repetirse más a menudo que el ayuno y sirve como entrada y salida para éste.
   Otra ventaja de la monodieta es que de presentarse crisis de desintoxicación (depurativas) éstas tienden a ser más suaves que no con el ayuno. Esto es debido a que la riqueza en sustancias alcalinas de las frutas permite al organismo permite al organismo neutralizar mejor las toxinas. Los ácidos orgánicos de las frutas, como el ácido cítrico y el ácido málico, tienen la singular propiedad de disolver las viejas sustancias extrañas depositadas entre las células, y aun en el interior de ellas mismas, las cuales, una vez disueltas, pueden entrar en circulación para ser eliminadas por el organismo más fácilmente. Más que conocida es, por ejemplo, la eliminación del ácido úrico obtenida con las <<curas>> de frutas. Las monodietas de frutas purifican de una manera extraordinaria la sangre y por consiguiente todo el organismo, además estimulan sin forzar la labor de los emuntorios naturales: intestino, hígado y riñones. Por esto, si bien las monodietas de frutas acuosas son de lo más rigurosos son las más eficaces y de acción más rápida.
   Dentro de las monodietas tenemos, además de consumir la fruta naturalmente, otras dos variantes. Primero la dieta hídrica, es decir, sólo jugos o caldos vegetales o de manzana, etc., que se emplean en los procesos febriles y cuando el aparato digestivo no tolera la fruta al natrual (pero nu utilices los zumos para ingerir <<más>> de lo que debes). Segundo, en ocasiones nos encontramos con organismos tan deteriorados que no toleran ninguna ingestión de alimentos, en estos casos es obligado recurrir al <<método de los bocados>>, que consiste en tomar sólo una o dos cucharadas del jugo o el alimento escogido cada 30 o 60 minutos, hasta que paulatinamente se toleren más alimentos.
   Entre las principales monodietas es obligado destacar las siguientes:
   Monodieta de manzanas, es de las mejor toleradas y puede realizarse durante varias semanas, normalmente se realizan con un mínimo de 3 días de duración a un máximo de 20 días. Es prudente no comer demasiada cantidad.
   Monodieta de uvas, es quizá la monodieta más famosa y que puede realizarse durante más tiempo. Si bien las personas en buen estado de salud pueden limitarse a practicarla durante 15 a 21 días una  vez al año, en los casos graves se puede prolongar de 40 a 50 días.
   Monodieta de plátanos. Esta es menos purificadora que la de manzanas y uvas, pero siendo el plátano bastante nutritivo se pierde menos peso, por lo que es especialmente recomendable para las personas muy delgadas y con problemas de nervios. La monodieta de plátano puede prolongarse durante bastante tiempo sin incoveniente, pero es prudente no hacerlo más de 30 días. Recomiendo tomar 3 veces al día de 3 a 5 plátanos, según el apetito y las circunstancias, junto con 1 o 2 litros de agua destilada o caldo vegetal alcalino (para compensar la poca agua que tiene el plátano). Es necesario disponer de plátanos maduros y en buen estado, y que su madurez sea natural y no artificial. No hay que olvidarse de masticar bien esta fruta.
   Monodieta de naranjas. Se puede realizar durante 15 a 21 días, pero es una de las monodietas más revulsivas (por revulsiva quiero decir que desencadena crisis de eliminación, es decir de desintoxicación) por lo que no todos pueden tolerarla sin sufrir grandes crisis de eliminación. Las personas muy nerviosas harán mejor sustituyéndola por la de mandarinas o manzanas.
   Monodieta de mandarinas. Es la más suave de todas las monodietas de cítricos por lo que es mucho mejor tolerada (ya que una fruta cuanto más rica en ácido ascórbico -vitamina C- y ácido cítrico tanto más depurativa y revulsiva resulta, y los cítricos son las más ricos en estas sustancias). No sobrepasarla de los 15 días.
   Monodieta de sandía. De 15 a 20 días, es la duración máxima que se recomienda. Asegurarse de que las sandías maduraron en la planta.
   Monodieta de melón. De 10 a 15 días, es de las monodietas más cómodas para realizar.
   Monodieta de cerezas. Es una de las dietas más eficientes para la limpieza de los intestinos. Puede prolongarse durante 15 días, o bien hacerse 3 días a la semana y el resto con la dieta de eliminación semicrudívora y desayunanado cerezas todos los días, y así todas las semanas durante dos o tres meses.
   Monodieta de fresas. Se practica igual que la de cerezas.
   Otras monodietas. De la misma manera pueden hacerse monodietas de otras frutas, como el melocotón, tomate bien maduro, ciruelas (no de las secas), granadas, límón (en zumo diluido), níspero, kaki (no más de 3 días), piña, pomelo (no más de 15 días), etc., según la época del año y el país en que se vive. Es muy importante no hacer una monodieta de fruta fuera de la estación, pues es sólo en su período de recogida cuando la encontramos más madura, a la vez que siempre corresponde mejor a las necesidades climáticas del momento.
   Para las monodietas de larga duración es mejor consultar con un experto higienista, sobre todo si no tenéis ninguna experiencia al respecto. Recordar que después de la monodieta no puede empezarse a comer cualquie cosa, si no que debe salirse de la misma comiendo únicamente alimentos muy sencillos y ligeros, siempre crudos, como son la mezcla de varias frutas entre sí y las ensaladas, y cuando hayan pasando 2 o 3 días ya se pueden ir introduciendo los derivados lácteos y semillas oleaginosas, y por último ya se vuelve a los almidones y demás proteínas. Estas precauciones son muy importantes para las monodietas de larga duración y no tanto para las de 2 o 3 días de duración. Si se presentan crisis de importancia en ocasiones hay que interrumpir la monodieta o en todo caso recurrir a los consejos de un experto higienista (pero no a os de cualquier médico o naturópata que conozca tan poco sobre el higienismo o aún menos que tu, pues éstos siempre te criticarán el haber adoptado semejante dieta y te insinuarán la necesidad de consumir otros muchos alimentos "nutritivos").
   Existe un vacío demasiado grande para hacer un puente entre cualquier intento existente por parte de un sistema de nutrición que alimenta de acuerdo a la capacidad digestiva y asimilativa de cada individuo (higienista) y, todos los demas sistemas convencionales que propugnan la sobrealimentación argumentando ficticias necesidades y teorías artificiosas, sin mirar, respetar, ni considerar la habilidad del paciente para digerir o asimilar aquello que ingiere. Los higienistas no sólamente tomamoas en consideración la capacidad digestiva, sino también la capacidad asimilativa. Nos damos cuenta de que no se aprovecha nada de aquello que se ingiere al pasar a través del paciente sin ser correctamente digerido y usado por el mismo. De hecho, todo alimento que no se digiere, asimila y elimina a la perfección actúa como un veneno a corto o largo plazo, y tanto más cuanto menor sea la vitalidad del enfermo.
   Es un hecho que casi siempre el paciente al cual se recomienda más nutrición es precisamente alguien que está mal a causa de un exceso de sobrealimentación. En realidad se está cavando la tumba dando exceso sobre exceso.
   Estos pacientes no solamente son incapaces de absorber sino también de digerir los alimentos en tanto que no restablezcan la normalidad de sus funciones digestivas, normalicen sus evacuaciones y regeneren su flora intestinal.
   ¡Qué tonto dar más comida cuando ésta no puede ser digerida, absorbida y asimilada! No más comida, sino reposo de sus funciones digestivas mediante el ayuno y más habilidad para aplicar una dieta disociada de acuerdo a su capacidad de asimilar y excretar, es lo que necesita todo enfermo. Así pues, lo que se tiene que proporcionar siempre es descanso, AYUNO o monodieta, e higiene general en los hábitos de vida, antes de que se pueda pensar en alimentarse como una persona sana. Nada tiene más ventaja en la mayoría de los casos de enfermedad que un ayuno a menudo prolongado, pues una reducción del sobrante de toxinas del organismo es esencial para permitir una mejor y vigorosa manifestación de la vitalidad y para la recuperación de la salud.
   Muchos médicos de muchas escuelas no estarán de acuerdo con esto, ya que ninguno de ellos ha hecho nunca un ayuno prolongado, ni mucho menos han supervisado nunca un número representativo de ayunos prolongados bien dirigidos. Y ya que pocos han estudiado alguna vez algo acerca del ayuno, no tienen derecho a llevar adelante una opinión contraria o prejuiciosa sobre este procedimiento práctico. No hay en realidad ningún problema a la hora de no alimentar a un enfermo durante un proceso agudo porque precisamente lo que se debe hacer es no dar ningún alimento en los estados agudos. Cuando llega el momento de enfrentarse a un proceso crítico, siempre que no se trate de un proceso destructivo de tejidos hasta un punto irreversible, nada puede sustituir el ayuno o en su defecto a la monodieta de jugos poco dulces (como los cítricos) o de caldos alcalinos. Ninguna tisana, ningún pase magnético, ningún medicamento, ni nada puede favorecer la labor de la naturaleza interna en su propósito de restablecer la salud como lo hace el ayuno.
   La cantidad de alimentos que se da a los pacientes siempre tiene que ser graduada en proporción a sus esfuerzos. Recordad que cuanto más débil es el sistema tanto menos poder digestivo posee. Atiborrar al enfermo de alimentos "ricos" suponiendo que los necesitan, y que sin consumir cada día muchos de estos alimentos se debilitará, es, por  muy común que sea esta práctrica una pura falacia que tan sólo consigue envenenar día a día al enfermo y empeorar la situación.
   PROPORCIONAR ALIMENTOS A UN ENFERMO FEBRIL ES UN ERROR QUE SE PUEDE PAGAR MUY CARO PUES LO ÚNICO QUE SE CONSIGUE ES ENTORPECER LA LABOR DE LA NATURALEZA.
    Los pacientes se deberían nutrir de acuerdo a su capacidad para utilizar el alimento consumido. Esto sólo lo podemos conseguir con una dieta exenta de toxinas y simplificando el trabajo digestivo al máximo con la dieta disociada y el predominio absoluto del alimento crudo.
   Donde una falta de sales minerales y vitaminas han agotado los tejidos y órganos y donde existen sobrantes de ácidos dañinos (toxinas) en el cuerpo, se deberán desarrollar una o más crisis depurativas o de desintoxicación  antes de que aparezca una mejoría.
   Tanto en el individuo crónico como en el agudo (pero mucho más en este último), comer sólo consigue aumentar el dolor, la inflamación, y esto es así en proporción directa a la cantidad de alimento ingerido y en porcentaje directo a sus supuestas cualidades nutritivas. Es preciso señalar que ayunar o adoptar una monodieta de bebidas no irritantes ni estimulantes, reducen la violencia de la enfermedad, atenúan todos los síntomas, permiten actuar a la naturaleza con entera libertad y garantizan la vuelta a una recuperación con más certeza.
   Quizá sea difícil de asimilar estos conceptos por el hecho de que el mejor régimen para el enfermo que e pueda adoptar para eliminar la condición enfermante es el ayuno, las monodietas y las dietas crudívoras amucosas, lo que frecuentemente es la causa de una disminución lógica natural y sin importancia de la fuerza muscular y del peso. Pero por favor anota en tu cerebro que es solamente la fuerza muscular la que se disminuye temporalmente y ésta reaparece siempre tan pronto como se restablece la salud. La pérdida de peso es debida sobre todo a la pérdida de agua, toxinas dañinas y grasas sobrantes y perjudiciales para el organismo, y en modo alguno afecta a nuestros tejidos y a la calidad de los mismos. Prueba de ello es que cuando cesa la acción enfermante (las toxinas) y aparece la reacción sanadora, el mismo régimen quizás aumentará la recuperación de peso, pero de seguro que habrá un estallido de tu fuerza y una sensación de bienestar que nunca antes habrías podido imaginar, y esto sucederá en la medida en que lo permita tu propia constitución personal. Yo lo he visto miles de veces y tú también puedes comprobarlo en tu propio organismo. El aumento de peso y la renovada fuerza que sentirás posteriormente con el mismo régimen no sería posible si la anterior péridia de peso y fuerza fuera debida a la desnutrición. Lo que ocurre en realidad es que la supuesta pérdida de fuerza no es más que el empeño del organimos por llamarte la atención sobre la necesidad de descansar y economizar al máximo tu energía vital con el gin de que ésta pueda invertirse plenamente en las labores de eliminación y regeneración tisular.
  
  
  
  
  
     

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