Dicen que no hay dos sin tres y, desde luego, Vagos Permanentes lo tienen bien claro. Por ello, han decidido lanzar su tercer trabajo discográfico, “Regreso al pan duro”.
“V de Vagueza” es la primera canción con la que nos encontramos, creada sobre una base de ska ligero mediante el que se intenta llamar a la huelga a todos aquellos se sienten indignados, hartos de tanta manipulación y robo. Temática parecida a la que nos encontraremos en “La guerra de los mundos”, donde, con un ska muchísimo más acelerado, se nos insta también a la revolución.
“Los muertos del hambre” habla, con un justo tono irónico, de una de las realidades más sufridas hoy en día: el despido de obreros que llevan años y años trabajando para la empresa que ahora les pone en la calle. Será en “Yo robé” donde los instrumentos de viento y las guitarras eléctricas se vuelvan un poco más protagonistas para disparar contra todos aquellos que han hecho de la estafa, el robo o el tráfico de influencias su modo de vida.
Vagos permanentes (Imagen promocional).
El ska se entremezcla con la flamenca guitarra española para crear “Martín más flais”, una de las canciones melódicamente más sorprendentes de todo el trabajo y poniendo el listón algo alto en cuanto a innovación musical a su poco elaborada letra. Su sucesora, “Prometeus”, crea un ritmo más pegadizo mediante arremete contra todas las falsas promesas hechas por la falsa clase política. Pero, de vuelta a las letras aparentemente tontas, llega “Nueva enseñanza”, con una absurda pero divertida mezcla entre inglés y español.
Sin embargo, si quieres divertirte, tu canción es sin duda “El imperio te atraca”, donde con un divertido y ágil ritmo te harán darte cuenta de los crímenes que se están cometiendo contra tu persona. Los ancestros se alinearán para ofrecernos “El retorno del Jevi”, con un juglaresco comienzo que avanza hacia el corte más metalero del disco que servirá de homenaje a mitos metaleros. Y, siguiendo en este ascenso metalero, el heavy se deja entrever en “Alguien”, dedicada a los inmigrantes.
El disco se cierra con “Soy hacienda”, una canción con variaciones rítmicas que van desde el ska al que nos tienen acostumbrados hasta el más calmado reggae para hablar del tema de moda: la corrupción, la evasión de fondos, los paraísos fiscales, y con “Pesidente evil”, un rockero tema que habla por sí mismo.
En definitiva, se trata de doce cortes al más puro estilo hollywoodiense, mediante los cuales se realiza una fuerte crítica social por medio de una hiriente ironía, aliñada con ágiles melodías.
Miriam
Leonesa exiliada en Valladolid. Estudiante de periodismo. Directora de Ruta 42
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